Lena Stoffel: “Ya hay suficientes pistas, mejorémoslas en lugar de construir más”

Por Alba Pardo

Cuéntanos tus inicios con el esquí.

Vengo de Upper Swabian Alllgäu. En concreto de una pequeña población cercana a Leutkirch im Allgäu. Mis padres eran esquiadores y me pusieron los esquís muy pronto y nos acompañaron en las pruebas de esquí alpino. Siempre ha formado parte de mi vida.

¿Cuándo cambias al freestyle y el freeride?

En mis inicios hacía el circuito junior de la FIS. Pero al graduarme tomé otro camino. Me fui a Innsbruck a estudiar y allí descubrí la escena freeride y freestyle. Empecé participando en campeonatos regionales y poco a poco se fue convirtiendo en algo más internacional hasta que en 2010 estuve en los X Games en Tignes. Acabé 5ª. También participaba en algun evento de freeride, porque siempre me ha parecido divertido.

¿Cuándo y por qué dejas de competir?

En 2011. Me lesioné del cruzado y el menisco.Luché por volver y clasificarme para los JJOO de Sochi. Pero en 2013 volví a romperme de la misma rodilla. El siguiente invierno decidí no competir más y disfrutar de lo que más me gusta del esquí: el powder y campo abierto. Completé mi formación como instructora de esquí y me fui a Noruega en primavera para grabar WAY NORTH. Fue un éxito. Combinar dos mujeres esquiando, practicando snowboard y surfeando no es algo que se viera mucho por aquel entonces. Eso nos abrió camino para seguir grabando en años posteriores.

¿Qué es lo que más te gusta de grabar fuera pistas?

Esta es fácil de responder: la naturaleza, las montañas y la paz. Esquiar alejada de la multitud, buscar montañas bonitas y bajar por sus laderas. Si puede ser, con mucha nieve polvo, claro.

Uno de tus últimos proyectos, Vanishing Lines, va más allá del esquí. ¿Nos lo explicas?

Ha sido un gran proyecto y me enorgullece haber formado parte del mismo. La idea vino de Mitch Tölderer, un snowboarder de Innsbruck que ha experimentado y experimenta de primera mano los cambios que se están produciendo en el Tirol. Básicamente va sobre proteger lo que nos queda de naturaleza salvaje en esta zona, en todas las montañas, pero especialmente en los Alpes. Se explica con el ejemplo de los planes que existían para fundir los glaciares de Pitztal y Ötztal. Gracias a dios puedo decir “existían”, porque esos planes han pasado a mejor vida gracias a la inicaitivas y peticiones de la sociedad.

¿Cómo se explica esto en la película?

Con imágenes terroríficas de grandes construcciones en la naturaleza salvaje y, como contraste, precioas imágenes de Mitch esquiando en Karwendel y yo en Kalkkögeln. Los glaciares son preciosos ecosistemas y reservas de agua. Es muy importante protegerlos.

¿Deberíamos dejar de usar los remontes para esquiar entonces?

No, no lo creo. Las instalaciones actuales hacen la montaña accesible para mucha gente. Creo que son una buena oportunidad de conseguir concienciar a la gente que ve lo bonitos que son los paisajes alpinos. Creo que deberíamos apoyar a las pequeñas estaciones de esquí e ir a esquiar allí. Simplemente estoy a favor de mejorar lo que ya tenemos y no de construir más y más. Al fin y al cabo, ya tenemos suficientes kilómetros de pistas.

¿Cómo encaja la idea de viajar en busca de nieve y el impacto que tiene la movilidad en la nieve, un recurso finito bajo la amenaza del cambio climático?

Me apasiona esquiar diferentes montañas y aprender de cada cultura. Siempre me he sentido una privilegiada por poder enseñar lugares mágicos a través de mis ojos y de mi posición como esquiadora. Pero también de intentar inspirar a la gente para que sean más responsables, apoyen a los negocios locales y dejen cada lugar como lo encontraron.

En este sentido me gustaría decir también que viajar ha marcado mi vida y la conexión que tengo con la naturaleza, especialmente en Japón y Noruega. Pero también me encanta esquiar en casa. Por otro lado, entiendo la contradicción. La nieve está amenazada y viajar largas distancias para encontrarla, especialmente en avión, agrava el problema. Así que intento minimizar mi impacto y enseñar a través de mi trabajo cómo de importante es trabajar para proteger el entorno.

Has sido designada Vicepresidenta de Protect Our Winters (POW) Austria. ¿Por qué colaboras con POW y cuál es su trabajo?

He sido embajadora de POW durante mucho tiempo. Necesitaba involucrarme en una ONG que trata de agrupar los intereses naturales de los entusiastas de los deportes de montaña y de invierno, y de proteger la naturaleza.

El trabajo consiste principalmente en una comunicación positiva y concienciación. A partir de aquí estamos en contacto como lobby con la política, con iniciativas educativas y de movilidad. Hacemos talleres en escuelas como “Hot Planet, Cool Athletes Workshops” con embajadores de POW, por ejemplo.

¿Cómo se puede apoyar esta iniciativa?

En la web de POW es muy fácil hacerse miembro y encontrar cómo involucrarse. POW es internacional.

¿En qué has notado crisis climática en tus viajes por todo el mundo?

Especialmente con las anomalías meteorológicas. Cuando viajo y hablo con los locales, todos coinciden en decir que los inviernos son un año extremadamente secos y el otro muy intensos. La “normalidad” está desapareciendo. Pero en casa también puedo verlo. Solo hace falta ver cómo retrocede cada año el glaciar de Stubai en Innsbruck…

Acabamos: ¿En qué estás trabajando?

Tengo un viaje planificado al Piermont para una sesión de fotos en un valle sin remontes y muy rico en tradiciones. Es un paraíso del esquí (cuando hay nieve). También voy a trabajar con POW y proyectos personales e intentar pasar el mayor tiempo en la montaña, que es donde están labuenas ideas y los buenos momentos.

Foto: CHRIS RIEFENBERG

Fuente: www.as.com

Dejar un comentario

Debes iniciar sesión para publicar un comentario.