EL OBJETIVO ES IR AL MUNDIAL

Por Richard Méndez

El viernes la Vinotinto Juvenil logró por séptima vez la clasificación al Hexagonal Final del Sudamericano Sub-20 que se realiza en Colombia en la última jornada alcanzando el resultado por la mínima diferencia ante Chile. Fue precisamente ante los australes que el equipo de Coloccini tuvo su mejor desempeño hasta ahora en el torneo, y si bien se le había ganado a Ecuador es bueno recordar que Venezuela tuvo que resistir ante un equipo que convirtió en figura al arquero Benítez que terminó siendo el héroe del partido. Esta vez fue distinto y los Vinotinto manejaron los tiempos y ritmos del desafío,mantuvieron alejado el trabajo en el área propia y dominaron la posesión, las oportunidades y los duelos individuales. Los ajustes permitieron que se pudiera sumar de a tres y mantener el arco en cero en los últimos 180 minutos.

Más allá del resultado está de manifiesto que la meta es y siempre debe ser lograr la clasificación al Mundial de la categoría. Obviamente Venezuela no es una potencia en la región y eso eleva el compromiso de exigencias, además que es bueno recordar que apenas han pasado seis años que el país entero se paralizó cuando el equipo que dirigía Dudamel perdía por 1 a 0 la final contra los ingleses. Fueron recibidos como héroes y se llenó el estadio Olímpico de Caracas para festejar con el combinado patrio. Aquel equipo dejó una vara demasiado alta con figuras como Soteldo, Yangel, Wuilker, Makún, Córdova, Peñarando y otros que hicieron realidad más de lo que habíamos soñado.

El grupo actual con nombres propios y jugadores en los que hemos puesto ilusiones similares a las de la generación de ese 2017 en Corea del Sur, pero que arrancaron con dos reveses que que nos hicieron tirar la toalla del fanatísmo para luego recuperarla cuando se ganó a ecuatorianos y chilenos. Benítez le ganó el puesto a Samuel Rodríguez que milita en el juvenil del Atlético de Madrid. Alcócer se convirtió en el modesto goleador venezolano de la fase de grupos con apenas dos tantos y ambos de penal. Elementos como Peña, Chacón, Telasco y Ortega han elevado el nivel de un equipo que fue muy flojo en sus partidos anteriores.

Coloccini ajustó y seguramente comprendió que el mensaje que daba tras perder con Bolivia debía cambiar por bien del rendimiento del equipo y para calmar las ansias de resultados del hincha venezolano. La meta es ir al Mundial de Indonesia y aún hay posibilidades. Será necesario llegar más al área rival y definir cuando se llegue y así compensar un poco esa falta de pegada que ha tenido el seleccionado. Los rivales de la fase final no se parecen en nada a lo que ofreció Chile y por ello hay que exigirse mucho más en este tramo. Nuestra suerte no va a estar siempre en la definición de un penal pateado por Alcócer.

El martes se inicia contra Paraguay que en teoría es el más flojo de los equipos venidos del Grupo A, pero que doblegó a Argentina, empató con Colombia y solo perdió ante Brasil. Va a ser un partido muy duro y para el que se debe estar bien preparado mentalmente para no equivocarse. Un triunfo ante los guaraníes podría ser una  terapia para llegar al segundo partido ante la “canarinha” que sin duda es el gran favorito del torneo. La tercera jornada vendría Uruguay que nos goleó sin piedad en fase de grupos y  no será hasta la cuarta fecha que tengamos que enfrentar a Ecuador a quienes se les ganó con mucho sufrimiento. Venezuela cerraría con Colombia que es junto a Brasil y Uruguay los más fuertes del Sudamericano. La planificación nos lleva a pelear todo en el inicio ante Paraguay y tratar de administrarse contra uruguayos y brasileños para llegar bien contra Ecuador. Si la Vinotinto gana esos dos desafíos será muy difícil no quedar entre los cuatro primeros lo cual lleva a nuestro objetivo: Clasificar al Mundial 2023 de Indonesia.

Dejar un comentario

Debes iniciar sesión para publicar un comentario.