Los acantilados y el tiempo añaden dramatismo al surf de olas gigantes en Irlanda

Por As Acción

Nazaré (Portugal) se lleva sin duda el protagonismo en cuanto a olas gigantes cada año. La mayor ola del mundo acapara todas las miradas cada invierno por las borrascas que llegan del Atlántico Norte y levantan olas de hasta más de 20 metros. Sin embargo, aunque quizás no tengan tanta altura, en Irlanda también rompen auténticos monstruos compuestos de agua y sal que se nutren de esos mismos temporales y, en muchas ocasiones, afecta más directamente y con el agua más fría.

Alguien que se conoce muy bien estas ola es Conor Maguire, que se ha pasado varios inviernos surfeando olas gigantes en las aguas frías de Irlanda para poder sacar este producto, con la ayuda de Peter Clyne tras la cámara. En él, recorre algunos de los spots más famosos -Mullaghmore, Aileen’s o Riley’s- para explicar el magnetismo especial que tienen las olas grandes en esta zona de Europa.

En primer lugar destaca que “a la mayoría de estas olas se accede a través de pequeños senderos, pasando por castillos y bajando acantilados”. Así, asegura que “una vez en el agua, el surf es solo la mitad de la experiencia, porque puedes sentir la energía del lugar”. Afirma, también, que “lo que es único en Irlanda es que esta isla está hecha de rocas que tienen millones de años y que esculpen olas perfectas mientras el tiempo y los acantilados le añaden dramatismo y magia”.

En el vídeo también habla de su historia con el surf y la reina de Irlanda, Mullaghmore: “Surfear olas grandes es algo natural, empiezas poco a poco, paso a paso, y acabas surfeando en Mullaghmore. La primera vez estaba acojonado, pero ya no. Simplemente hay días que intimida más”. Y en este sentido, concluye: “Mullaghmore es la mejor cuando hay tormentas que llegan a la costa con fuertes vientos. La gente no sale ni de casa y tú vas a surfear. Es tan locamente perfecta…”.

Foto: Red Bull

Fuente: www.as.com

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