EL MILAGRO DE BENZEMA Y LA RABIA DE SALAH

Por Richard Méndez

Real Madrid y Liverpool se juegan este sábado la finalísima de la UEFA Champions League en París, dos clubes que en la previa no pesaron tanto en favoritismo como el propio PSG, Chelsea o Manchester City; rivales que el equipo de Ancelotti se ocupó en doblegar con su respectiva dosis de drama y suspenso al estilo de los guiones de Alfred Hitchcock. El rival será el que tal vez sea hoy el mejor equipo del mundo en el aspecto táctico que se enmarca en el estilo  “rock and roll” que ha bautizado Jurgen Klopp. Será una final con dos protagonistas con historias diferentes que pueden entregar un final de película.

Mohamed Salah soñó con ser protagonista en 2018, pero un fuerte golpe con Sergio Ramos le sacó de la cancha antes de la debacle de Karius, esa noche europea el Real Madrid fue el de siempre ganando con autoridad en el escenario que históricamente le ha resultado cómodo, Esta vez no luce inmenso ni inalcanzable, los madrileños, en realidad son un equipo aguerrido con una base de jugadores bastante corta pero con suficiente compromiso e hidalguía que se trepa en el liderazgo de Benzema para triunfar en el mejor año de la carrera del francés, La afición espera el milagro que siempre puede llegar cuando el delantero galo está en el once y a eso le apuestan todos los que entienden que el equipo adoptó una forma de rodearlo para garantizar su mejor despliegue. Karim está en la temporada soñada lejos de los tiempos que estuvo a la sombra de Cristiano Ronaldo, siendo campeón de liga y pichichi con diferencia.

Los ingleses llegan con un equipo en una forma anímica impecable, habiendo ganado FA Cup recientemente y perdiendo aunque por muy poco la Premier League contra el City de Guardiola. En los “reds” está presente el apetito de revancha tras aquel golpe que le marginó al atacante egipcio de ser campeón europeo. Mo Salah lo tiene claro, es necesario saber conducir esa rabia de lo sucedido en medio de un año en que perdió la final africana contra su compañero Sadio Mané y también la clasificación mundialista se esfumó para el “faraón” ante los mismos verdugos, Mané y la selección de Senegal. La decepción sufrida con la selección de Egipto es diferente a lo que se vive cuando juega en Liverpool donde “no anda solo” cubierto del que para muchos es el mejor equipo de la actualidad.

Imaginamos que el partido mostrará al equipo de Klopp buscando profundidad desde las bandas y con mucha amplitud desde la salida con el volante incrustado entre los centrales para ocupar mayor espacio, imaginamos un Madrid que sufre sin desesperarse cuando es atacado y que seguramente dejará parte del trabajo a Courtois como ha sucedido durante la temporada. La incógnita es saber si esta vez Madrid tendrá esos diez minutos brillantes que le han servido para liquidar a los más grandes del torneo y donde siempre Benzema es el elegido para hacerle el milagro a los “merengues”, o si Salah logra imponerse esta vez sin ser sacado de la cancha por una lesión antes de tiempo. ¿Qué pesará más, el milagro o la rabia? Lo sabremos en solo unas horas cuando se empiece a jugar en París.

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