EL MEJOR DE LA HISTORIA

Por Richard Méndez

Debo confesar que me resulta difícil la ligereza con la que muchas veces nos expresamos de jugadores, técnicos, tridentes y equipos a los que inmediatamente los empezamos a llamar “El Mejor de la Historia”. El fútbol es el deporte más universal y uno de los que se organizó más rápidamente en todos los continentes, al punto que en 1930 ya la FIFA organizaba en Uruguay la primera Copa del Mundo.

En la historia del fútbol pasaron grandes jugadores y equipos que dejaron legado y se hicieron legendarios por sus gestas. Antiguamente decir que alguien era el mejor de la historia se entendía casi como una blasfemia, aunque por ahí surgieron los que etiquetaron a Pelé y los que años después lo hicieron con Maradona.

En los tiempos actuales hemos llegado a ver el descaro de analistas que anunciaban que el PSG tendría el “Mejor Tridente de la Historia” porque recién fichaban a Messi y lo colocaban junto a Neymar y Mbappé en lo que claramente era un tridente temible. El tiempo nos demostró que le pusieron la vara muy alta al los atacantes del club parisino. ¿Acaso no era mejor verlos jugar juntos una temporada antes de emitir tal juicio?

Lionel Messi es tal vez a quien las generaciones más jóvenes ubican como el “Mejor Futbolista de la Historia”, un juicio que se emite sin siquiera haber podido vivir los tiempos de Diego, Pelé o Ronaldinho. Nos quedamos siempre con la imagen más fresca o con el que pertenece a la época en la que el fútbol nos conquistó. La existencia de los medios digitales y las redes sociales han hecho que se nos llene la retina de imágenes de jugadas asombrosas de los jugadores de estos tiempos, momentos que recibimos directamente en nuestro celular, algo que se convierte en una ventaja que jamás tuvieron los futbolistas del pasado, incluso algunos apenas alcanzaron a estar presentes con sistemas de cine en blanco y negro y sin sonido.

El fútbol seguirá evolucionando y los que hoy ven en Messi al mejor futbolista de todos los tiempos, es probable que se indignen cuando en 20 años las nuevas generaciones que no vieron jugar al Argentino tengan a otro ídolo como el mejor de todos. Un deporte tan hermoso, amplio e incluyente como el fútbol puede tener espacio para recordar a todos los legendarios sin que ellos signifique que exista uno por encima de todos los que pasaron y  de los que vendrán.

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