Rins se va a Yamaha, otro golpe para Honda
Por Mauro García Forti
Como suele ser común en el parón de verano, los primeros fichajes de la próxima temporada comienzan a ser anunciados, iniciando así el efecto dominó del mercado de traspasos.
Sin embargo, lo que no se esperaba es que se anunciase a Álex Rins como nuevo piloto de Yamaha a partir de la próxima temporada. El catalán tenía un contrato firmado con Honda para las próximas dos temporadas, por lo que luego de seis carreras disputadas con victoria incluida, la marcha del número “42” es una verdadera sorpresa.
A pesar de todo, que Rins se marche al histórico rival de su actual equipo tiene sentido, la Honda sigue siendo la moto más lenta y de lejos la más insegura, de hecho, el propio Álex está lesionado luego de haberse roto la tibia y la fíbula en el pasado Gran Premio de Italia, cosa que obviamente ha hecho que la confianza del español en la capacidad de los hombres de la casa de las alas doradas de solucionar los innumerables problemas que sufre actualmente su moto no haya otra cosa que disminuir.
Además de esto, actualmente RIns corre para el LCR Honda, equipo satélite del equipo oficial de la compañía japonesa, por lo que, si una mejora llega, siempre será la moto de Álex la última a donde llegue la actualización, por este motivo, volver a una moto oficial y en un equipo que actualmente tiene mejor rendimiento que su situación actual siempre es una buena noticia para el futuro de un piloto con tanta calidad.
Quien deja la plaza libre en Yamaha será Franco Morbidelli, quien no ha podido recuperar su mejor versión desde aquella aparatosa lesión en su rodilla. El ítalo-brasileño todavía no tiene un destino anunciado, por lo que habrá que esperar conocer a dónde irá el subcampeón del mundo en 2020.
Con esta nueva incorporación, la casa de los diapasones contará con una alineación de primer nivel, con un campeón del mundo como Fabio Quartararo y un piloto muy capaz como Rins, ahora lo que les falta es recuperar el terreno perdido con Ducati, cosa que no será para nada fácil y que llevará tiempo.
Una vez más a Honda se le ven las costuras, no sólo están teniendo problemas con Márquez con el cual la relación no ha hecho otra cosa que enfriarse por la falta de prestaciones de la RC213V y por la peligrosidad de la máquina, puesto que cada vez que alguno de los pilotos ha intentado superar el límite ha acabado yéndose al suelo haciéndose mucho daño, claro ejemplo son el propio Rins o Joan Mir, también lesionado desde la sexta prueba.
La situación de Honda no mejora, con su estrella buscando desesperadamente una salida, ahora perder a un corredor tan competitivo es un problema. Además, como están las cosas ahora en la fábrica nipona habrá que ver qué piloto sustituirá el año que viene, Iker Lecuona podría ser una buena opción, debido a que corre para ellos en Superbikes y ya ha disputado dos Grandes Premios sustituyendo a los lesionados. No se esperan fichajes que vengan de otra fábrica, cosa que en otra época era impensable.
La firma más exitosa de la categoría es un barco sin rumbo y que hace aguas por todas partes del cual todos quieren escapar. Hace falta un cambio de mentalidad en el equipo, una nueva dirección que haga que todas las piezas vuelvan a encajar en el equipo y que por fin se logre dar un paso adelante, cosa que no será fácil teniendo en cuenta la férrea manera japonesa que impera en la forma de hacer las cosas en la estructura, por lo que habrá que ser pacientes para ver si de una vez por todas la fábrica de Minato vuelve al lugar de donde no tuvo que haber caído.