“EL TORO”: UNA COSA ES GOZARSE EL JUEGO Y OTRA FALTAR EL RESPETO
Por
Nelson Muñoz
@nelsonrafael013
Actitud firme y decidida, esas son cualidades con las que siempre hemos visto a Carlos Zambrano en la lomita, con su apodo de “El Toro” se ganaba esos adjetivos, un lanzador regio y enfocado en sus objetivos. De la misma manera lo percibimos cuatro años después de su último juego en la LVBP con Magallanes y 11 desde su última aparición con un equipo de MLB, los Marlins de Miami.
Hoy “El Toro” sigue apegado al béisbol, a veces dentro y a veces fuera del terreno, como su nuevo rol de agente y su nuevo trabajo como coach de pitcheo de los Guerreros del Caribe en la Liga Mayor de Béisbol Profesional.
Recientemente visitó la ciudad de Medellín para supervisar a varios de sus talentos en los tryouts que se están haciendo seguidos en la capital de Antioquia, en Colombia y logramos conversar con él, de forma agradable, tranquila y muy inspiradora.
¿Cómo cambia la mentalidad de un pelotero de colgar los spikes y ahora preparar nuevos talentos?
Primero que nada estoy muy contento, porque uno puede ayudar a estos jóvenes a enseñarles lo que he aprendido y para mí es importante. Otro aspecto interesante es que uno no se va a desligar del béisbol, el béisbol siempre va a ser esa etiqueta con que lo conocieron a uno y de igual forma sigo viajando con este trabajo, a veces me toca en Medellín, Cartagena o República Dominicana.
Ver a estos jóvenes me imagino que te lleva a tu época de adolescencia, cuando estabas a punto de firmar ¿Qué memorias se te vienen y que le transmites a ellos?
Cuándo recuerdo mi época de 16, 17 años, recuerdo todo lo que yo viví y trato de enseñarles a ellos que sí se puede. Yo la tenía más difícil y ahora ellos lo tienen un poco más suave. Lo único por lo que tienen que preocuparse es por dar un buen espectáculo, de enseñar tu talento y capacidad de jugar béisbol. Con este trabajo queremos ayudar a esos jóvenes venezolanos.
¿Quién te daba a ti esos consejos?
De chamo los buenos consejos me los daba Julio Figueroa, un scout de Chicago a quien siempre le voy a agradecer, no solamente consejos como persona, sino dentro del terreno de juego. Mis hermanos también siempre están pendientes de mí y mi papá por supuesto.
Tú eres un lanzador de la vieja escuela y ahora con estos cambios en las reglas del béisbol pareciera no haber marcha atrás ¿te gustan estos cambios?
El béisbol ha cambiado, unas reglas han sido para bien, como la repetición instantánea porque los Empires son manos, van a fallar y si esa regla hubiera existido en mi época por lo menos tres no hitters hubiera lanzado. Hubo uno en Arizona donde me lo quitó el umpire en una jugada en primera. Todos recordamos a Armando Galarraga y ese juego sin hits, ni carreras. Esa tendencia de apurar el juego para mí está muy bien, yo era un pitcher que lanzaba juegos de dos horas y media, tres horas, mis juegos eran rápidos. A mí no me gustaba que los bateadores pensaran mucho y por eso los atacaba rápido. Otras sencillamente hay que adaptarse, pero yo no las veo necesarias.
Una con la que no estoy de acuerdo es con el juego suave, por ejemplo en aquellas épocas, como les prohibías a Pete Rose o a Ty Cobb, lanzarse como ellos lo hacían. El juego se ha vuelto más mecánico.
Con todas estas tendencias que se han visto en los juegos de béisbol, con el perreo, ¿Cuál es tu posición al respecto?
Una cosa es gozarse el juego, yo estoy acuerdo con que un jonrón en el noveno para dejar en el terreno al contrincante, un ponche para terminar un juego, te lo goces, pero hay algo que yo siempre he dicho: una cosa es el perreo, otra cosa gozarse el juego y otra muy diferente cruzar la raya y faltarle el respeto al contrincante. Yo hacía cosas para disfrutar el juego y era muy fogoso, siempre apuntaba el cielo con el puño, esto era algo para mí, pero nunca irrespetando al bateador. La única vez que hice eso fue antes Brandon Phillips, él me sacó la bola primero y luego se fue corriendo como un caballo, y cuando vino al siguiente turno yo lo ponché y le hice lo mismo que él me hizo, y los dos nos gozamos el momento, ninguno molestó. Pero cuando tú pasas esa raya ya es otra cosa, eso de estar provocando e incitando al otro equipo. Hay situaciones que se pueden evitar en el terreno de juego.
Imagínate que Barry Bonds hubiera perreado los 700 jonrones, o imagínate que Pujols hubiera hecho lo mismo, nada de eso pasó.
Cambiando de tema, ya todos los países se alistan para el WBC ¿Cómo ves a Venezuela para el Clásico Mundial de Béisbol?
Nuestro equipo tiene talento, a veces no solamente son los números. Tenemos mucho para ganar el Clásico Mundial porque todo se define en el terreno de juego. Venezuela juega pelota y tiene muy buenos pitchers, buen relevo, buen bateo y buena defensa. Esperemos que la química sea fuerte, porque tienen material para llegar muy lejos.
Vamos con tres rectas rápidas para ti...
1-¿El out más difícil?
El out que se hace en los primeros tramos. Y el bateador más difícil Albert Pujols. Carlos Lee ta,bién, siempre me dio guerra.
2-¿Tu mejor receptor?
Geovany Soto, definitivamente él, con quien lancé el no hit no run. Es el mejor receptor que tuve en las Grandes Ligas, además es mi mejor amigo junto a Ángel Guzmán. Henry Blanco también, aunque no me catcheaba todos los juegos. Y en el Clásico Mundial me gustó mucho la química y la zona de strike que manejaba Eduardo Pérez.
3- Un juego inolvidable
El no hit no run y mi primer juego en Grandes Ligas contra Milwaukee
Fotos y videos: Nelson Muñoz