La FIA Amordaza a Los Pilotos
Por Mauro García Forti
Si hubo un año que supuso un antes y un después en la Fórmula 1, ese fue el 2020. Si bien es cierto que la pandemia del Covid-19 fue la gran protagonista, ya que trajo una serie de cambios al Gran Circo y retrasó el inicio de la temporada hasta julio. El agente que realmente cambió la manera de ver las cosas en el paddock fue el estallido del movimiento “Black Lives Matter”.
Lewis Hamilton, como cara de la Fórmula 1, decidió dar un paso adelante y traer la lucha contra el racismo y contra la discriminación de diversos colectivos desfavorecidos directamente a las carreras. La repercusión de la acción del británico se tradujo en un éxito total, consiguiendo obtener de la Fórmula 1 y de la FIA momentos de la retransmisión antes de la carrera para que los pilotos pudiesen expresar sus mensajes y gestos en favor de causas sociales o a favor de la lucha contra la discriminación de cualquier tipo en todo el mundo con el famoso lema “We Race As One”.
A Hamilton se unieron los demás pilotos en su lucha. Claro ejemplo el de Sebastian Vettel con su campaña de la preservación del Medio Ambiente y muchos otros que portaban camisetas con mensajes reivindicativos.
Sin embargo, a medida que han pasado algunos años, la FIA ha demostrado poco a poco que no le hace mucha gracia que en la categoría reina del automovilismo se lancen mensajes políticos en lugares donde justamente lo mejor es permanecer callado.
Ya Vettel y Hamilton han mostrado su rebeldía al llevar en sus cascos banderas arcoíris en países de Oriente Medio donde la homosexualidad está considerada un delito, claro ejemplo lo tenemos con el casco de Sebastian en el Gran Premio de Bahréin en 2020 o los cascos de Hamilton en 2021 y 2022.
Con Mohammed Ben Sulayem a cargo de la presidencia de la FIA, estaba claro que esta situación cambiaría drásticamente. Hace ya varios meses que el emiratí mostró su opinión al declarar que los pilotos “no deberían mostrar sus pensamientos”.
Al ver estas palabras, no es ninguna sorpresa ver que hoy varios medios especializados han reportado la última maniobra de la Federación Internacional, mediante la cual se hace oficial la decisión de que a partir del año que viene entrará en vigor una modificación del Código Deportivo Internacional. La cual, por supuesto, ya tiene la aprobación de la máxima autoridad del mundo del automovilismo.
Según esta reforma del Código Deportivo Internacional, a partir del 1 de enero de 2023 estarán prohibidas las declaraciones políticas, religiosas o personales en cualquier ceremonia sin el consentimiento expreso de la Federación Internacional del Automóvil. Todo esto para mantener el principio de neutralidad sobre el que se rige la organización y que ha sido revuelto por esta oleada de politización de su competición estrella.
Sin duda, la FIA buscará sea como sea recuperar el control de la situación imponiendo sanciones como hizo con las camisetas reivindicativas, la joyería o la ropa interior. Desgraciadamente para ellos, ya estamos acostumbrados a la rebeldía de pilotos como Hamilton ante la censura impuesta que muchos considerarían una vulneración de la libertad de expresión de los pilotos.
Ninguna de las dos partes dará su brazo a torcer y está claro que ahora mismo no estamos pasando por el mejor momento de la relación entre la Fórmula 1 y la FIA, que luego de tantas decisiones polémicas desde dirección de carrera han creado fricciones entre ambas entidades. Si a eso se le suma que haya una guerra abierta entre la FIA y los pilotos, nada bueno deparará para el futuro de ambas.
La cuestión es ¿Podrá llegarse a un acuerdo que deje a todos satisfechos o por el contrario será esto el comienzo del fin de la unión entre la competición y la organización internacional?