La nueva aventura empresarial de LeBron James: compra un equipo de pickleball, el deporte de moda en EEUU

Por el Economista.es

LeBron James, una de las máximas estrellas de la NBA, se convirtió en milmillonario este pasado verano. Y eso es gracias, no solo a sus méritos deportivos, sino a sus exitosas inversiones, que van desde acuerdos de patrocinio con PepsiCo, Walmart y Nike, hasta SpringHill, el equipo de producción de películas y televisión construido por James y su socio comercial Maverick Carter.

Con todo esto, el próximo objetivo empresarial de LeBron James seguirá ligado al deporte, más concretamente al pickleball, el deporte de moda en los Estados Unidos. Tanto, que la estrella de Los Angeles Lakers planea comprar un equipo junto a otros jugadores de la NBA como Kevin Love, de Cleveland Cavaliers, o Draymond Green, de Golden State Warriors.

Con esta nueva adquisición, LeBron James, que cuenta con una fortuna estimada en 1.000 millones de dólares, según Forbes, ya ha invertido en cinco equipos deportivos, como los Boston Red Sox (MLB), Pittsburgh Penguins (NHL), Liverpool FC (Premier League) o la escudería Roush Fenway Racing (Nascar).

El crecimiento de este deporte parece imparable, con más de 70 países practicándolo, incluido España. Según la Sports & Fitness Industry Association, 4,2 millones de personas jugaron pickleball en 2020, un 21% más que el año anterior. Su liga, denominada Major League Pickleball (MLP), se expandirá de 12 a 16 equipos y planea organizar seis torneos en los EEUU en 2023.

Pero, ¿qué es el pickleball?

El pickleball es un deporte híbrido entre el tenis, el pádel, el tenis de mesa (ping-pong) o el bádminton. Puede ser practicado por parejas o de manera individual, gana el set o juego el jugador o equipo que llega a 11, 15 o 21 puntos, siempre con, al menos, 2 puntos de ventaja sobre el rival. Cada partido consta de un máximo de 3 sets. 

Una de las peculiaridades es que hasta que la pelota no haya botado una vez en cada lado, nadie puede volear la pelota o jugarla sin botar. Además, la pelota se saca desde abajo, es decir, moviendo la pala por debajo de la cintura en un movimiento ascendente, sin que la pelota bote en la pista.

Por último, la instalación de pistas en este deporte es sencilla y no requiere de gran inversión, ya que sólo requiere una superficie lisa y rígida, y redes portátiles. El campo de juego tiene unas dimensiones de 13,4 metros de largo y 6 metros de ancho. Junto a la red, posee otra línea a lo ancho que delimita la zona de no volea (de 2,1 metros) en la que no se puede golpear la pelota sin que bote.

Foto: Alamy

Fuente: www.eleconomista.es

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