Así es la tecnología que se usa para fabricar los trajes de los pilotos de la Fórmula 1
Por Redacción
Resistentes a las llamas, pero que transpiren y sean ligeros. Esas son las claves de los trajes que visten los pilotos de la Fórmula 1. Una minuciosa tecnología donde seguridad y comodidad se dan la mano.
Los pilotos de Fórmula 1 no pueden permitirse el lujo de saltar al asfalto en camiseta y pantalones cortos, como sus compañeros de otras disciplinas deportivas como el fútbol y el baloncesto. Ellos están expuestos a una serie de peligros importantes, como son el fuego y los impactos a una velocidad vertiginosa.
Por ello, su seguridad es prioridad en materia de equipación. Es probable que alguna vez hayas reparado en sus monos y cascos -en algunos casos, dignos de colección como es el caso de Valentino Rossi-, que a simple vista ya dejan entrever que no son un uniforme cualquiera. Lo cierto es que detrás de sus vestimentas hay una tecnología digna de admirar.
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La historia de los trajes de la Fórmula 1
En los inicios de esta competición automovilística -allá por 1950-, los pilotos vestían ropa de algodón o lona, incluso camisetas normales y corrientes. Pero en 1976 un peligroso suceso cambió las reglas del juego.
El piloto austriaco Niki Lauda sufrió un terrible accidente en el antiguo trazado de Nürburgring (Alemania). La calzada mojada hizo que resbalara con su monoplaza, chocando en una curva contra un muro de piedra. Al impactar de nuevo en el asfalto, ardió en llamas, siendo incluso embestido por otro coche. Afortunadamente sobrevivió y apenas 40 días después ya estaba a bordo de su Ferrari.
Los hechos abrieron los ojos a los responsables de la Fórmula 1, quienes se tomaron entonces la seguridad de los pilotos como prioridad, planteando un cambio urgente en la vestimenta.
Así son los trajes de la Fórmula 1
Primero llegaron los trajes de amianto, que si bien superaron las pruebas iniciales, fueron retirados en poco tiempo al descubrirse los peligros de este mineral. Varios prototipos siguieron su curso sin resultados satisfactorios, hasta que se llegó a una solución definitiva que despunta por su innovación y seguridad.
Los trajes que visten a día de hoy todos los pilotos de F1 -declarados como obligatorios por la Federación Internacional del Automóvil- están hechos de Nomex. Esta marca registrada emplea meta-aramida, un material muy ligero y de alta resistencia al fuego.
Precisamente esos eran los dos requisitos fundamentales: la resistencia para proteger al piloto y la comodidad, transpirabilidad y flexibilidad que les permita libertad de movimiento, sin ser pesado ni incómodo. Los trajes llevan entre dos y cuatro capas de este material, mientras que todas las costuras y acabados son también resistentes al fuego.
Los monos tienen que resistir al calor durante al menos 12 segundos y se prueban a una temperatura de entre 400 y 800 grados centígrados. Los guantes son de Nomex y gamuza en las palmas, para la sensibilidad al conducir. Por su parte, el calzado y la ropa interior de los pilotos también son ignífugos y anticalóricos. Asimismo, debajo del casco llevan una especie de capucha que protege toda la cabeza y rostro, dejando solo los ojos al descubierto.
Otras peculiaridades del mono es que sus hombros están reforzados con agarres para que permitan tirar de ellos y sacar al piloto del coche en un contexto de rescate. Y los logotipos de las marcas patrocinadoras se imprimen directamente en el mismo, para evitar que los parches superpuestos se enganchen en el vehículo. Con todo, el precio de los trajes parte de los 2.000 euros.
En cuanto al casco, está hecho con una combinación de aluminio, fibra de vidrio y Kevlar para proteger la cabeza de cualquier golpe. Resistencia y ligereza son las máximas. Finalmente, el Hans es el soporte para la cabeza y el cuello, una especie de collarín que reduce el riesgo de lesiones en sendas partes del cuerpo.
Foto: F1
Fuente: www.larepublica.co