VERSTAPPEN HACE ENLOQUECER AL “EJÉRCITO NARANJA”
Por Mauro García Forti
Pocas cosas hay más dulces que volver a tu hogar cuando llevas mucho tiempo fuera y, para un piloto de Fórmula 1, el regreso a casa se convierte en la ambición de ganar el Gran Premio de tu país.
Para Max Verstappen ganar en el Circuito de Zandvoort no es ninguna novedad. Ya el año pasado lo hizo, pero las circunstancias eran muy diferentes, este año llegó a su país como el vigente campeón en una racha de cuatro victorias consecutivas donde nadie ha podido igualar su nivel ni el del Red Bull que pilota.
Con un casco en homenaje al que usó su padre Jos, Max salió a la pista holandesa a dar un claro mensaje, él en su “casa” es el que manda.
Luego de unos entrenamientos donde vimos que Ferrari volvía a ser competitiva y que Mercedes en un circuito de muchas curvas siempre está a la caza de grandes resultados. Llegó la clasificación y ahí pudimos ver que en las últimas carreras nadie está en la misma liga que Verstappen.
El holandés solamente necesitó un juego de neumáticos para llegar a la Q3 y de paso se le veía muy cómodo, sin ninguna corrección de manejo. Los Ferrari y los Mercedes presionaron, pero a pesar que Max no hizo una vuelta perfecta, los bólidos de Maranello se quedaron a las puertas de la pole con Leclerc a 21 milésimas y Sainz a 92 del tiempo del neerlandés, logrando la pole luego de que un trompo de Pérez impidiese a Hamilton y a Russell acabar su vuelta lanzada.
Quizá mucha gente creyó que vería una carrera aburrida con Verstappen logrando una victoria fácil, pero una vez efectuadas las primeras paradas y luego de que Ferrari protagonizara otra demostración de cómo destruir una carrera con un pit-stop lento para Sainz al haberse olvidado una rueda, Mercedes se perfiló como la mayor amenaza para Max al llevar las flechas plateadas con una estrategia mejor para el final de la carrera que les había permitido superar a Leclerc.
Veíamos a un Hamilton con muchas ganas de ganar, rodando rapidísimo al ver cómo tenían al holandés en el punto de mira luego de muchísimo tiempo. Sin embargo, la suerte del campeón apareció de nuevo cuando Yuki Tsunoda se retiró de la carrera en una de las situaciones más surrealistas de todos los tiempos, ya que el japonés se quejaba de que el coche tenía algún problema que los datos de los ingenieros no reportaban.
El coche de seguridad virtual salió y Verstappen tomaba oxígeno al cambiar de neumáticos, cosa que también harían ambos Mercedes que iban justo detrás.
Hamilton empezó a volar, anotando vuelta rápida tras vuelta rápida y comenzando a ganarle terreno al Red Bull.
Pero la cabalgada de Lewis se vio frenada cuando el motor del Alfa Romeo de Bottas dijo basta y provocó que saliera un Safety Car para retirar el coche de la pista. Ante esta situación, Red Bull volvió a meter a Max a poner ruedas blandas nuevas y Mercedes dejó a Hamilton en pista mientras Russell entraba a cambiar los neumáticos. Siendo de esta manera el heptacampeón mundial el líder de la carrera con Verstappen y Russell detrás.
Al darse cuenta de la situación, el inglés muy enojado lanzó unos mensajes contundentes por la radio contra su equipo por ese fallo. Nada más la bandera verde apareció, Max lo pasaría sin despeinarse y posteriormente Russell y Leclerc también, dejándolo fuera del podio.
De esta manera, Verstappen se dio un paseo triunfal hasta la bandera de cuadros, haciendo que la kilométrica masa de color naranja que formaba su fanaticada no parara de rugir, de saltar y de bailar con sus polémicas bengalas de humo naranja en la mano.
Esta es la décima victoria de la temporada para “Mad Max”, que sigue ampliando su dominio incontestable en su país y en el campeonato en lo que está siendo una temporada casi perfecta para él, sacándole 109 puntos a su perseguidor más cercano y acercándose cada vez más a un bicampeonato que podría hacerse realidad dentro de dos carreras.
Pero antes de pensar en el futuro, pensemos en el presente. Llegamos por fin a una de las citas más esperadas por los fanáticos, el Gran Premio de Italia. El “Autodromo Nazionale Di Monza” y los tifosi buscarán darle una bienvenida por todo lo alto a la Fórmula 1 y a una Ferrari que no pasa por su mejor momento pero que no pierde la fe para este fin de semana ¿Ocurrirá el milagro en el Templo de la Velocidad?
