Bjørn Dunkerbeck: “Gran Canaria es el hogar del windsurf”
Por As Acción
42 veces campeón del mundo, 167 victorias en el circuito de la PWA y cerca de 300 podios avalan la inmaculada trayectoria de Bjørn Dunkerbeck, nacido en Dinamarca y afincado desde pequeño en Gran Canaria, desde donde dominó por completo el deporte del windsurf en la década de 1990. El año pasado, a sus 52 años, logró superar el récord de velocidad al alcanzar los 103,67 km/h sobre la tabla y acaba de cerrar con éxito, como organizador, la Gran Canaria Windsurf World Cup 2022 de Pozo Izquierdo, una de las pruebas más destacadas del circuito internacional. "Solo Hawai se puede igualar a Gran Canaria para practicar el deporte del windsurf", destaca.
¿Qué balance hace del Gran Canaria Windsurf World Cup Pozo Izquierdo?
Ha sido un gran éxito. Sinceramente. Hemos tenido a los juveniles contentos y los profesionales han disfrutado de condiciones muy buenas, especialmente el último fin de semana, por lo que han podido realizar los saltos más complicados, hasta alcanzar los 10 metros de altura. Todos se han marchado con una sonrisa y con ganas de volver el año que viene. En la Playa de Pozo Izquierdo el viento es especialmente fuerte en verano y no existe ningún otro lugar en el circuito profesional donde se puede saltar más alto que en Pozo.
¿Esta edición ha presentado el eslogan de 'Home of Windsurf'. ¿Qué lo motiva?
La casa del windsurf viene del hecho de que Gran Canaria cuenta con cerca de 80 títulos de campeón o campeona del mundo. No hay ningún otro lugar en el mundo que tenga tantos títulos, ni Hawai, ni Australia, ni Francia. Daida e Iballa Ruano tienen 28 o 29; mi hermana Britt 17 campeonatos del mundo; Philip Køster, el actual campeón que nació y se crió en Gran Canaria, ya va por su sexto título. Y yo tengo otros 42 campeonatos del mundo. Además, es un lugar al que vienen muchos profesionales a entrenar, porque si no entrenas en Pozo Izquierdo no puedes ganar. Es así. Además, con esta frase también queremos darle la bienvenida a todos los profesionales que vienen durante el año a entrenar.
Usted conoce bien a Philip Køster, ¿verdad?
Sí. Él aprendió cuando yo todavía navegaba en olas. Creció en la Playa de Vargas, que es muy buena para navegar en olas, y se crió en la única casa que hay allí, a unos 20 metros de la orilla del mar. Mucha gente no sabe que los padres de Philip eran los encargados de la escuela de mis padres en Playa del Inglés, antes de que nacieran él y su hermana.
Todo empezó con sus padres, Ulla y Eugen.
Sí. Ellos llegaron por primera vez a Gran Canaria en diciembre de 1977 para pasar las navidades con mi hermana y conmigo. Se llevaron una tabla y mi padre navegó por primera vez desde la zona de San Agustín a Playa del Inglés. Al llegar, se encontró a un señor que alquilaba tablas y, por casualidad, también era danés, por lo que les introdujo en un estilo de vida que a mis padres les gustó mucho. Regresamos en enero a Dinamarca y mis padres vendieron todo lo que tenían allí. Atravesamos Europa en furgoneta para coger el ferry en Cádiz. Al llegar a Gran Canaria abrieron una escuela junto al Faro de Maspalomas y yo aprendí con mis padres en la Charca de Maspalomas, que es un lugar muy emblemático en la Isla. Ahí fueron mis inicios. Tenía 8 años.
¿Llegó a imaginarse, siendo aquel niño, su futuro como campeón?
No. En esa época las tablas eran muy grandes, de cuatro metros y las velas eran triangulares. No tenía nada que ver con el deporte que es hoy en día. Pero el deporte avanzó mucho en los 80 y 90. En aquellos años ya había campeonatos y mi madre quedó segunda en 1979 en el Mundial que se disputó en Tailandia. Así que la historia del windsurf en la familia es larga, ahora somos tres generaciones de campeones. La gente tampoco sabe que mi padre fue dos veces campeón de España en pruebas de velocidad a finales de los 80 y principios de los 90.
Navegando con Dani Pedrosa
Un encuentro entre dos campeones del Mundo. Dani Pedrosa, poseedor de tres campeonatos del Mundo de motociclismo en diferentes categorías, estuvo presente en el Gran Canaria Windsurf World Cup 2022 de Pozo Izquierdo como invitado. El expiloto pudo disfrutar del espectáculo de los saltos de los mejores riders del mundo. Pedrosa se declaró apasionado del windsurf y tuvo oportunidad de entrenar junto al campeonísimo, Bjørn Dunkerbeck.
¿Qué te ha parecido navegar en Pozo?
¡Fue genial navegar en Pozo, fue mi primera vez con olas y viento fuerte y con buenos saltos! Muy divertido. Es una buena manera de hacer físico, sin duda al salir del agua estaba siempre hambriento!! El Windsurf requiere el uso de muchos músculos a la vez para poder mantener el equilibrio y mucha coordinación por lo tanto es muy completo para mantenerte en forma.
¿Cómo aprendiste a hacer Windsurf y con quién?
Aprendí con mi padre, cada verano fui practicando un poquito en mis vacaciones y poco a poco fui apasionándome más y más!
¿Qué opinas de Gran Canaria como destino para hacer deporte al aire libre?
Siempre que he viajado a Gran Canaria me he divertido mucho, aparte de los deportes acuáticos puedes hacer grandes rutas en bici de montaña o a pie y ver paisajes magníficos. Ha sido estupendo presenciar en vivo la competición en pozo y ver a todos los riders en acción además de compartir algunas charlas con ellos y ver el gran ambiente que se genera! Espero poder repetir en el futuro.
Usted empezó a competir y ganar a muy temprana edad.
Sí. Yo empecé a competir con los adultos en Gran Canaria. Ahí, con los mayores, aprendí mucho, sobre todo a dar el máximo. Y eso me ayudó cuando empecé a competir a nivel nacional y europeo. La primera vez que competí en serio fue en Fuerteventura en 1983, tenía 13 años de edad y quedé el último. Era muy flaco y no pesaba nada. Luego, en 1984 quedé entre los tres primeros en Holanda y eso nos permitió participar como invitados, tanto mi padre como yo, en el Mundial. Quedé segundo en el Europeo con 14 años. En la siguiente prueba tuve suerte porque me encontré con condiciones parecidas a Pozo y quedé quinto en la categoría profesional de olas. Gané a grandes campeones de Hawai como Maui Meyer y Cort Larned con solo 14 años. Eso dejó una huella. Al año siguiente participé en tres pruebas del Mundial y en el 86 lo completé. En julio del 87 gané una prueba combinada con Britt en San Francisco y también ganamos la última prueba del año, que se disputó en Guadalupe, en categoría Slalom. Quedé segundo en la general después de Robby Naish. Después, en el 88 salí primero de la general del mundial por delante de Robby. A partir de ahí gané 12 mundiales consecutivos, hasta el 99, y más de 30 títulos en todas las disciplinas y modalidades del windsurf. En total, son 42 mundiales.
¿Lleva la cuenta del total de podios o reconocimientos?
La verdad es que perdí la cuenta hace tiempo, pero hace unos años el libro Guiness de los Récords hizo el recuento oficial y me dieron seis diplomas del Guiness por distintos logros. Al final me dijeron que tenía 167 primeros puestos, 42 títulos mundiales, de los cuales dos son recientes por el tema del Campeonato de Velocidad. También me dijeron que estoy cerca de los 300 podios en las pruebas de la Copa del Mundo.
Para valorarlo, habría que recordar que fue la época dorada del windsurf, donde no era fácil ganar con grandes nombres y mucha competencia. ¿Es correcto?
Correcto. Los años más importantes del windsurf fueron desde finales de los 80 al año 98 o 99. Se vendieron cientos de miles de tablas en Europa, con muchísima afición. En Francia había dos millones de windsurfistas en activo y en Holanda eran un millón. En Alemania también más de un millón de licencias federativas. Entonces era el deporte de moda y si querías ser distinto y atrevido tenías que practicar windsurf. Después, en el 2001 llegó en una fase de miedo después del episodio de las Torres Gemelas, se perdió el título combinado (Olas, Racing y Slalom) y cayó la popularidad del windsurf mientras avanzaban otros deportes como el Kite Surf o el Mountain Bike. Ahora hay muchas disciplinas para todo al que le atraigan los deportes de cierto riesgo, verano y aventura al aire libre.
¿Fue difícil ganar a sus ídolos?
Absolutamente. Robby Naish era mi ídolo. Vino a Gran Canaria por primera vez en 1982 para una prueba de Mistral en Bahía Feliz (en San Bartolomé de Tirajana) que organizaron mis padres. Yo lo llevé a conocer Pozo Izquierdo y navegamos juntos. El otro día lo recordamos y me dijo cuanto le gusta Pozo, porque hay mucho viento y sus tablas iban muy bien con ese viento. A raíz de eso, mi madre empezó a plantearse organizar una prueba del campeonato del mundo en Pozo Izquierdo y esta llegó en 1989. Mi madre estuvo involucrada en 15 ediciones y mi padre en las primeras 22. Algo que no es fácil.
Ahora es en velocidad donde usted ha sido recientemente recordman mundial.
Sí. Alcancé 103,68 km/h. Lo logré por fin el año pasado (con 52 años) en el canal de Lüderitz, en Namibia. Llevaba diez años trabajando para conseguir superar los 100 km/h. Lo logré en cinco ocasiones y este año quiero superarlo y alcanzar los 100 km/h de media durante 500 metros, algo que es muy difícil.
¿Es lo más peligroso que ha hecho? ¿qué recuerda como el reto de mayor peligro?
Bueno, la modalidad de olas grandes, de 8 o 10 metros, también es bastante peligrosa porque se coge mucha altura. Hay que estar preparado. Son auténticas montañas y si no estás preparado te puedes ahogar. Yo fui uno de los primeros que navegó en una ola JAWS en Hawaii y logré un récord por la altura de la ola. Hay que ir con mucho cuidado y respeto y prepararte bien para ello. El otro gran peligro está en las pruebas de velocidad, porque si te caes a 100 kilómetros horas el agua duele...
¿Qué título recuerda con mayor cariño?
No lo tengo claro, pero puede ser el título del 88 y haber ganado a Robby Naish. Ganarlo y poder mantenerme como campeón durante tantos años consecutivos. Además, con contundencia, porque en el 93, 94 y 95 gané en las tres modalidades: Olas, Racing y Slalom. Fue un reto grande y me declararon absoluto dominador de todas las disciplinas durante más de mil días.
¿Hay relevo generacional en la familia Dunkerbeck?
Sí. Mi hijo Liam está mejorando muchísimo. Para mí es parecido a Phillip Koster, porque siempre tuvo una tabla bajo sus pies. Tiene muchas horas de entrenamiento casi sin darse cuenta y eso ayuda mucho a la hora de competir. Ahora está cogiendo cuerpo y su estilo es más potente. Tiene talento y 'feeling' con viento fuerte y olas, por lo que se está haciendo notar en el agua. Fue campeón del mundo sub17 hace dos años y el año pasado quedó segundo en sub20 y ya no va a parar. Quedó séptimo en la general de Pozo con los profesionales. Su meta es ser campeón del mundo. En Gran Canaria, además, hay muy buena cantera y vamos a tener campeones durante muchos años. De eso me voy a asegurar yo.
Desde su posición privilegiada y por su experiencia en el mundo del windsurf, ¿dónde está el sector en España, en general, y hacia dónde va?
Gran Canaria tiene un nivel muy alto, tanto en la esfera profesional como juvenil. Los profesionales saben que si quieren ser campeones tienen que venir a entrenar y competir en Gran Canaria. Tenemos unas condiciones muy buenas. El único sitio que se puede comparar a Gran Canaria es Hawai, ya que también tienen muchos días al año para navegar y, como nosotros, tienen deportistas de gran nivel. Más allá, no creo que haya ningún otro sitio que sea comparable. Además, la prueba de Pozo Izquierdo sirve de motivación a los jóvenes, junto con otras dos pruebas del circuito habitualmente en Canarias como El Médano y Fuerteventura, y claro son oportunidades para competir con los mejores y ganarles.
¿Como se presenta el verano de 2023?
Nosotros ya estamos trabajando en la prueba de 2023 y tenemos la intención de recuperar la competición de slalom, para unirla a la disciplina de olas. Además, queremos introducir la modalidad de wing foil. Mi intención es añadir una semana más de competición, para que sean dos semanas con tres fines de semanas y 16 días de competición, para tener tres títulos más para promocionar Gran Canaria. La primera con Slalom y Olas y segunda, Olas PWA y GWA Wing Foil. Así tendré más garantías para tener las condiciones más ventosas y con olas grandes para los profesionales. Tendríamos casi 200 participantes en la Isla. Es importante dar las gracias a Turismo de Gran Canaria, al Instituto Insular de Deportes, a la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias, como a patrocinadores como Hoteles BeCordial, Loro Parque, Poema de Mar, Seven Islands Films y Domingo Alonso. El presupuesto es importante y hay que agradecer el apoyo que nos permite continuar y crecer para que los mejores del mundo sigan considerándonos el hogar del windsurf.
Foto: Bjørn Dunkerbeck
Fuente: www.as.com