SACHSENRING CORONA A UN NUEVO REY
Por Mauro García Forti
Con la ausencia de Marc Márquez, el circuito de Sachsenring coronaría a un nuevo ganador en MotoGP tras el dominio aplastante del español durante toda su trayectoria en la competición.
A este Gran Premio de Alemania los protagonistas llegaban con objetivos muy distintos.
Quartararo llegaba con el objetivo de continuar su buena racha después de haber ganado en Cataluña y así conseguir ampliar su liderato, Espargaró venía con la intención de recuperarse después de su error en la última carrera y Bagnaia buscaba recuperar la distancia perdida después de su caída en la salida de hace dos semanas.
En términos de velocidad, no hay ninguna sorpresa. Las Ducati siguen siendo las motos más veloces en clasificación y Pecco Bagnaia no desaprovechó la oportunidad para llevarse otra pole position más, demostrando que en los sábados muy pocos se le acercan.
Sin embargo, los domingos son arena de otro costal. Fabio Quartararo, que salía desde la primera fila, se colocaría primero al meter su Yamaha por el interior de la primera curva. Bagnaia se pegaría a la moto del francés y Aleix se pondría tercero con una muy buena salida.
En la siguiente vuelta, Pecco lanzaría un ataque sobre el campeón del mundo, quien sabría cerrar la puerta en la curva 1 y comenzaría a abrir un pequeño hueco entre ambos. El de Ducati veía cómo se le escapaba e intentó replicarle y empezó a arriesgar más en su pilotaje.
Y el resultado, catástrofe total cuando en la retransmisión se vio a la moto roja y a su jinete por los suelos en la primera curva de la tercera vuelta.
El italiano prácticamente le dice adiós al campeonato con otro error más en esta temporada. Ducati tendrá que esperar otro año más para poder ganar el título de pilotos. Galardón que se les resiste desde que Casey Stoner tocara la gloria con los de Bolonia en el año 2007.
Con Bagnaia fuera de combate y con un Espargaró incapaz de seguir su ritmo, Quartararo seguiría pilotando con muy buen ritmo y poco a poco se iría alejando de sus perseguidores. Las altas temperaturas altas de la pista preocupaban a los ingenieros de Yamaha por si afectaban a la larga al rendimiento de los neumáticos. No obstante, la fina conducción del galo le permitió llevarse otra victoria cómoda que lo coloca aún más líder del mundial.
Por detrás, Espargaró sufría y acabó siendo adelantado por las Ducati de Zarco y Miller, que completaron el podio.
Una vez más, se demuestra que la regularidad es la clave para ganar campeonatos y Fabio Quartararo es el ejemplo más claro de este hecho. Los fallos de sus rivales le están dando alas y “El Diablo” vuela cada vez más cerca de conquistar su segundo título mundial.
Queda una última cita antes del parón veraniego y será en el rapidísimo trazado de Assen, donde las Ducati buscarán regresar a los buenos resultados aprovechando su superioridad en velocidad punta en el clásico trazado.
Falta mucho mundial todavía, pero no se puede negar que el trabajo de Quartararo está siendo hasta la fecha espectacular con una moto que no es la más veloz.
No habrá que esperar demasiado para ver qué genialidad se saca de la manga el genio francés, puesto que el Gran Premio de los Países Bajos será este mismo fin de semana