NO HAY QUIEN PARE A VERSTAPPEN
Por Mauro García Forti
Con una nube de extravagancia y espectacularidad, Miami le daba la bienvenida a la Fórmula 1 luego de cumplirse un año desde que se anunciase este gran acontecimiento.
El escenario no podría ser mejor, un circuito precioso con colores llamativos, palmeras, instalaciones de primer nivel, estrellas de fama internacional y una marina con agua falsa cuyos yates estaban a la venta que despertó las mofas de los periodistas, todo ello con el Hard Rock Stadium de los Miami Dolphins presidiendo el recinto.
Si hay una cosa cierta es que adaptarse a un circuito nuevo con un asfalto recién puesto es muy complicado, pues los niveles de adherencia caen y la posibilidad de perder el control del monoplaza se multiplica.
Prueba de esto se dio en las sesiones de entrenamientos cuando vimos a Valtteri Bottas, Carlos Sainz y Esteban Ocon chocando contra las protecciones por pérdidas de agarre de sus coches, causando impactos en los últimos dos casos de más de 45 Gs de fuerza, lo que puso en duda las protecciones
del autódromo.
Tampoco fueron fáciles los entrenamientos libres para Max Verstappen, donde apenas pudo rodar en la segunda sesión por problemas en los frenos y en la tercera sesión salvó por poco irse contra el muro en la zona de la chicane, la parte más estrecha del circuito.
En la sesión de clasificación, hubo una pequeña sorpresa al ver cómo en la Q3, el neerlandés cometía un error al inicio de su último intento de vuelta lanzada y perdía de esta forma la oportunidad de llevarse la pole, dejando la batalla entre los hombres de Ferrari, en la que se disputarían el primer lugar en la parrilla de salida hasta la línea de meta, imponiéndose Leclerc sobre Sainz por una sola décima de segundo.
De esta manera, Ferrari lograba bloquear la primera fila de la grilla desde el año 2019 y hacía que todas las apuestas fuesen para la escudería italiana.
Sin embargo, el campeón del mundo no había dicho su última palabra y lo demostró desde la salida. Partía tercero y, a pesar de las buenas salidas de los Ferrari, ya para la segunda curva el de Red Bull había roto la barrera roja al adelantar a Sainz y comenzaba la caza de Leclerc.
El monegasco impuso un ritmo muy bueno, pero Max se mantenía cerca y estudiaba cualquier debilidad que pudiese presentar su rival para dar un cambio de ritmo que le permitiese hacerse con la punta de la carrera.
Y así fue, en la vuelta 8 de carrera, el holandés ya estaba justo detrás del líder del mundial y
aprovechó la velocidad superior de su coche para dar cuenta de un Leclerc con desgaste en su rueda delantera derecha en la primera curva de la vuelta 9, crear una cómoda ventaja y encarrilarlo todo para dirigirse a una tranquila victoria.
Tras una larga sucesión de vueltas, en donde los protagonistas fueron la lucha por las posiciones fuera de los puntos y los VIPS que habían asistido al Autódromo Internacional de Miami, el toque de Norris con Gasly cambió la carrera al salir el coche de seguridad, que dejó a todos los competidores pegados para las últimas vueltas de la carrera que resultaron ser frenéticas. Con Leclerc persiguiendo a Verstappen a muy poca distancia intentando recuperar la cabeza de carrera, los Mercedes batallando por el quinto puesto y Sainz defendiendo su tercera posición de los ataques de Checo Pérez que con unos neumáticos nuevos amenazaba el tercer podio del año para el piloto español.
Con seis vueltas para el final, el mexicano se lanzó con todo en la primera curva entrando pasado en el giro y el español muy inteligentemente lo vio venir, frenó correctamente y consiguió evitar el contacto con el Red Bull por muy pocos milímetros, logrando así ganar una ventaja esencial para poder salvar la posición.
Por delante, Verstappen demostró otra vez que tenía todo bajo control y consiguió establecer una pequeña ventaja con Leclerc para llevarse la tercera victoria de la temporada.
No fue una carrera cómoda, puesto que la alta temperatura, la humedad típica de Miami y la dificultad del trazado dejaron a los pilotos al límite de sus fuerzas.
Con este triunfo, Max aprieta todavía más el campeonato al haber reducido la ventaja de Leclerc sobre él a sólo diecinueve puntos en la tabla de pilotos y demostrando que está en un estado de forma espectacular. Y es que, de las cinco carreras disputadas, el holandés ha terminado tres, y en todas ellas no ha conocido otra posición que no haya sido llevarse la victoria.
También es claro que, en cuanto a rendimiento, Red Bull ahora mismo ha dado un salto que le ha permitido superar a Ferrari en términos de velocidad, así que, si los italianos no quieren perder la senda del título, será esencial para ellos que el paquete de mejoras que se espera que traigan para la
próxima carrera funcione correctamente para devolver los dos duros golpes que sus rivales
austriacos les han endosado en las últimas dos citas del campeonato.
De esta forma, la categoría vuelve a Europa para un doblete de circuitos clásicos cuya primera parada será el Gran Premio de España en el Circuit de Barcelona-Catalunya dentro de dos semanas, en el cual ya se han agotado las entradas tras dos años de ausencia de público que esperan ser olvidados con las más de 130.000 personas que intentarán rivalizar con el sonido de los motores del
22 al 24 de mayo.