RED BULL CONQUISTA IMOLA
Por Mauro García Forti
Red Bull sabía que debía vencer a Ferrari en su propia casa si quería seguir viva en la lucha por ambos campeonatos, y no podría haber cumplido su objetivo de mejor forma que como lo hizo.
Este Gran Premio de la Emilia-Romaña albergaría el primer Sprint de la temporada, el cual determina el orden de la parrilla del domingo y otorga puntos extra a los ocho primeros.
En un fin de semana caracterizado por las condiciones meteorológicas cambiantes, Max Verstappen sacó la casta de campeón con una actuación impecable en cada sesión disputada en el circuito de Imola.
El viernes, cuando se esperaba que fuese una pole fácil para alguno de los pilotos de Ferrari tras lo visto en los entrenamientos libres, el neerlandés se llevó la pole position en una sesión de clasificación con la pista mojada que causó cinco banderas rojas y en la que se aseguraba un emocionante duelo al ver cómo Charles Leclerc situaba su Ferrari justo detrás.
En el Sprint, ya con un suelo seco, en la salida Leclerc se situaría en cabeza y marcaría un ritmo para estar a más de un segundo de su rival más cercano. Sin embargo, sus neumáticos no aguantarían en buen estado en las últimas vueltas y Verstappen muy inteligentemente superó al monegasco con una espectacular maniobra que le sirvió para llevarse la máxima puntuación el sábado.
Finalmente, en la carrera Max puso el broche de oro a su fin de semana casi perfecto con una carrera soberbia, en la que condujo con una velocidad superior a la de sus competidores que le permitió tomarse las cosas con calma y ocuparse solamente de llevar el coche de vuelta al garaje sano y salvo.
Por detrás, la verdadera lucha entre las escuderías punteras la protagonizaron Checo Pérez y Charles Leclerc, en donde el mexicano de manera magistral frustró todos los intentos del líder del campeonato de hacerse con la segunda posición de la carrera.
De esta manera, Red Bull terminó esta cita del calendario rozando la perfección, con Verstappen firmando el segundo Grand Chelem de su carrera en la que consiguió su vigésimo segunda victoria de su carrera en la Fórmula 1 y llevándose la puntuación máxima que un piloto podía llevarse este fin de semana. Para agrandar el triunfo de la escudería de la bebida energética este pasado fin de semana, Checo logró la segunda posición completando el doblete y acompañando a su compañero en la vuelta de honor rodando con ambos monoplazas en formación en frente de unas gradas repletas de tifosi.
Y es que a pesar de la atmósfera que había en el circuito, donde destacaba la marea roja de los ferraristas, que con sus banderas, bengalas y bocinas animaban a los bólidos rojos bajo la lluvia, esto no fue suficiente para evitar la catástrofe de los italianos, que vieron cómo lo que aparentaba ser un paseo en su casa y delante de su gente se convirtió en el peor fin de semana de la Scuderia en lo que va de campeonato. Tras el abandono de Sainz, que en la primera curva fue embestido por Ricciardo y lo dejó atrapado en la trampa de grava y el sexto puesto de Leclerc, luego de haber cometido un clamoroso error en el se fue contra las protecciones cuando intentaba adelantar a Pérez, Ferrari ha perdido su cómoda ventaja en el campeonato con la escudería austriaca. Lo que aprieta la lucha entre ambos contendientes a falta todavía de diecinueve carreras en lo que puede ocurrir cualquier cosa.
Tras este asalto de Red Bull en casa de Ferrari, toca ir a territorio desconocido, la Fórmula 1 vuelve al continente americano para disputar el nuevo Gran Premio de Miami en una pista recién construida, lo que convierte todo en una incógnita que se resolverá en dos semanas.
Foto: Oracle Red Bull Racing