Cafecito Martínez deja atrás en jonrones a su papá y le envía un mensaje al cielo entre lágrimas
Cada vez que Cafecito Martínez se aproximó al cajón de bateo del Estadio José Pérez Colmenares de Maracay el sábado, le acompañó un fragmento de la canción «La Cura» de Frankie Ruiz que dice: «Diariamente, yo me curo, de lo duro que fue vivir sin ti».
Esa fue la manera que la figura de los Tigres de Aragua escogió para rendirle tributo a su papá, el fallecido Café Martínez el juego después de igualarle en jonrones de por vida en la LVBP. Quizá, sin saber que se convertiría en el leitmotiv de la noche en la que le superó.
Cafecito Martínez disparó un jonrón de tres carreras contra Felipe Rivero, de los Navegantes del Magallanes, y con ese batazo en la octava entrada no sólo elevó a 40 su total de vuelacercas vitalicio en el circuito, sino también dejó atrás a su padre, en el conteo de todos los tiempos.
«Uno nunca se levanta para intentar superar a su papá en nada, pero hoy pasó», dijo entre lágrimas José Alberto al departamento de prensa aragüeño. «Estas son las glorias que jamás se imaginan. Han sido unos días muy emocionantes».
EL AGRADECIMIENTO DE CAFECITO MARTÍNEZ
Al hacer memoria sobre las personas a quienes dedicaba y agradecía el logro, el litoralense no dejó por fuera a nadie que haya marcado su carrera. Pero aún más importante, que haya dejado huella en su vida.
«Agradezco a mi familia; a mi mamá, a mis hijos y a mi esposa, que siempre están allí apoyándome», expresó Cafecito Martínez. «Y allá en el cielo, a mi papá le digo: acá abajo está un hijo que siempre sacará la casta y el apellido por ti».
El gran Café Martínez, quien partió en 2006, acumuló sus jonrones en 15 contiendas, entre la 1983-1984 y la 1997-1997, siempre con los Tiburones de La Guaira. Hoy, muy probablemente, sonrió en otro plano, tal como lo hace el mayor de sus vástagos en cada parque de pelota que pisa.
«Siento felicidad y orgullo», aseguró Cafecito Martínez, mientras se esforzaba en hilvanar palabras, por la emoción. «Las cosas cuando se trabajan con empeño y dedicación, sin prestarle atención a nada fuera del terreno, siempre pagan»