Béisbol

EL EMERGENTE. ¿Qué gana y qué pierde Cardenales con el cambio por Danry Vásquez?

2 de noviembre de 2024

EL EMERGENTE

Por Ignacio Serrano

Todo cambio de peloteros tiene dos caras, dos maneras de analizarlo. La visión, necesidades y expectativas de cada equipo suelen ser diferentes y complementarias. Pasa siempre, incluyendo en el pacto que acaban de cerrar los Tiburones y los Cardenales.

En la columna anterior abordé este canje desde la óptica de La Guaira. Toca ahora ver lo que gana Lara con Danry Vásquez y cuánto pierde al salir de Pedro García y Yapson Gómez.

El acuerdo tuvo un impacto inmediato para los pájaros rojos. El toletero se reportó el jueves a su nueva escuadra y alineó como tercer bate. Su jonrón de 2 carreras fue solo una parte de su aporte global, que también incluyó un sencillo, un boleto, 2 anotadas y 2 empujadas.

Esa explosión es la primera muestra del gran sentido que tiene la adquisición de Danry Vásquez para Cardenales. Pero vayamos al grano.

El tuyero carga con un bate zurdo. El lineup de Lara es marcadamente derecho. Es cierto que acaban de incorporarse los ambidiestros Ildemaro Vargas y Juniel Querecuto, pero ninguno de los dos tiene las características ofensivas del recién llegado. Y allí está una primera razón que justifica plenamente este movimiento.

Los alados carecieron de verdaderos toleteros de poder en la temporada pasada. De hecho, desde los tiempos más notables de Carlos Rivero es poco lo que ha venido después en este aspecto. Excepciones a la regla.

Esto se debe también a que el cubano Rangel Ravelo ha aportado más bien líneas y sencillos en los últimos 2 años. Y bateadores de líneas son casi todos en el roster, incluyendo a los últimos en arribar (Alí Sánchez, el tercero, además de Cade Gotta) y los que vienen (Hernán Pérez y los bigleaguers Luisángel Acuña, Javier Sanoja y Carlos Narváez).

La adquisición del ambidiestro Tomás Telis en un cambio anterior tenía la misma intención que este convenio de ahora por Danry Vásquez. El veterano es ambidiestro y tiene fuerza para aprovechar los callejones y sumar extrabase. Pero el receptor e inicialista no ha podido encenderse. Bateaba para .154/.298/.154 al escribir esta columna. Todos sus hits han sido sencillos.

Las dos excepciones son los jóvenes Hendrik Clementina y Pedro Castellanos. El primero tiene 1.036 de OPS y 7 extrabases en 14 encuentros. El segundo tiene 1.125 de OPS y otros 7 extrabases en 9 cotejos.

Si Clementina, Castellanos, Ravelo y Vásquez pudieran alinear simultáneamente, el lineup de Cardenales sería realmente intimidante, ahora mismo. El problema es que no hay dónde ponerlos, más allá de la inicial, el designado y el left (en el caso de Castellanos). Al menos mientras Vásquez no demuestre que está físicamente recuperado y que puede ya salir al outfield.

Ese dilema, sin embargo, no afecta a la nueva adquisición de Lara. Porque hablamos de una pieza distinta a todo lo que estaba disponible en el roster. Este bate zurdo en la parte medular de la alineación obliga a los pitchers contrarios a no dejar lanzamientos vendidos. Caribes lo hizo el jueves y la pelota terminó en los bleachers del right.

Salvo por las palizas ante los Leones en el Monumental (18-2) y Magallanes en Valencia (16-4), excluyendo esas dos ocasiones, insisto, los crepusculares han necesitado mucho para producir poco. Muchos sencillos y boletos para fabricar cada carrera. Los dobletes y, sobre todo, los jonrones, permiten hacer mucho con poco.

La incorporación de Danry Vásquez cambia el panorama, en ese sentido. Y se combina con un Castellanos en racha, que ya suma 4 cuadrangulares. El cambio es para bien. Y debería mantenerse.

Pero hay más. El zurdo mirandino es uno de los bateadores que toma mayor cantidad de pitcheos en la LVBP. Su promedio de embasado está sobre .400 desde que tenía 23 años de edad, hace 8 temporadas. Es élite pura en ese sentido. Combinado con Ildemaro Vargas y Gorkys Hernández, el primer tercio del lineup larense es ahora totalmente diferente. Quizás el mejor de la liga.

¿Y el precio pagado? ¿Valía la pena? Dos lanzadores pasaron a los Tiburones y el pitcheo siempre es necesidad, incluso urgencia, en el beisbol invernal venezolano. ¿No es un exceso ceder un par de monticulistas en plena ronda eliminatoria?

En términos nominales, podría responder que sí. En términos prácticos, la respuesta es no.

Eso se debe a la situación actual de ambos tiradores. Veamos.

Pedro García nunca pudo reclamar un lugar protagónico en el bullpen de Cardenales. Su tendencia al descontrol le costó sufrimiento y sobresaltos. De por vida tiene 10-1 en la LVBP, pero con 4.74 de efectividad y una media de 5 bases por bolas por cada 9.0 innings, el mismo promedio de pasaportes que concedió durante toda su carrera en las Ligas Menores.

¿Puede mejorar y convertirse, a sus 29 años, ya en ligas independientes, en un bombero confiable y seguro? Claro que sí. Su recta de 96-95 millas por hora es poderosa. Por eso es un ponchador. Pero no pudo ser fiable en Barquisimeto, donde siguió siendo una promesa por cumplir hasta su último día. Era una pieza más que sacrificable en un cambio por alguien tan necesario como Danry Vásquez.

Es verdad que el pasado de Yapson Gómez es diferente. Ha tenido responsabilidades de alto vuelo con Cardenales y deja 3.61 de ERA, amén de 28 salvados y 16 victorias en 8 campañas. Venía, sin embargo, cediendo responsabilidades desde la 2023-2024. Y lo ocurrido en la Liga Mayor encendió alarmas, pues dejó 7.07 de promedio en la ronda regular con Caciques y fue bateado en los playoffs.

A pesar del talento de ambos, Lara cuenta con muchas opciones para sustituirlos en el papel de relevistas intermedios que venían ejerciendo hasta ahora. Los crepusculares pelean el liderato colectivo en efectividad, García seguía sin pasar de promesa a realidad y Gómez, que tenía más recorrido y utilidad, figuraba en la segunda línea de combate. Para los pájaros rojos, es un negocio redondo, siempre y cuando Vásquez siga haciendo lo que ya sabemos que puede hacer.