¿Por qué cambian los Tiburones a Danry Vásquez?
Años de rumores de cambio alrededor de Danry Vásquez finalmente se hacen realidad en esta transacción. Uno de los mejores bates zurdos de la LVBP en los años recientes pasa de los Tiburones a Cardenales. Y La Guaira recibe a dos lanzadores por él.
El precio pagado por Lara es interesante para lo que se necesita esta liga. Los relevistas Pedro García, derecho, y Yapson Gómez, zurdo, dejan a los pájaros rojos para formar parte de los escualos.
¿Ganan los Tiburones con este cambio? Es la pregunta recurrente que hacen los aficionados ante cada pacto de estos. La respuesta real a esa interrogante llegará con el tiempo. Pero sí podemos evaluar cómo impacta este movimiento en cada uno de los equipos. En esta columna me dedicaré primero a los litoralenses.
¿Por qué sale Danry Vásquez de La Guaira? Hablamos del jardinero derecho titular del equipo que conquistó la corona en Barquisimeto, en enero. El mismo que en la temporada 2020-2021 ligó para .414, que tiene promedio de embasado sobre .400 a partir de la 2017-2018, y que cuenta con fuerza para sumar extrabases.
Se trata de un bateador todavía vigente en la LVBP, que dejó excelentes números en México con los Tecos de Dos Laredos. Aún es joven, para los estándares del beisbol invernal. Cuenta 30 años de edad, no tiene restricciones y aún parece quedarle gasolina en el tanque.
¿Sobraba alguien así en los Tiburones? Sí y no. Este cambio muy posiblemente está motivado por las circunstancias actuales del club y la forma en que la gerencia decidió estructurar el roster para este torneo.
La llegada de grandeliga Luis Matos y la venida de los cubanos Yasiel Puig y Leonys Martín puso nombres y apellidos a las esquinas del outfield y al rol de designado. Franklin Barreto es el jardinero central titular, aunque ahora está lesionado y Matos le cubre la espalda. El poder de Wilson García es infaltable, sea como designado o en la inicial. Y está en camino Art Charles, uno de los jonroneros más reputados en la región.
Ese es el panorama general. Y ojo, que no hablo todavía de jóvenes como el patrullero Hedbert Pérez o el infielder devenido primera base Aarón Bracho, a quien el manager Oswaldo Guillén ha empezado a dar oportunidades. Puede que los Tiburones echen de menos a Danry Vásquez en el futuro. Pero, al menos ahora, abundan las opciones en un roster aparentemente super poblado.
El mirandino de los Valles del Tuy probablemente se hizo prescindible debido a su defensa. Salvo por Puig, no es un guante por encima de los demás aquí citados. El propio Ozzie Guillén le sustituía en la pasada postemporada, cuando iba ganando y llegaba al noveno inning.
El piloto le dio un rápido vistazo en la inicial esta temporada, pero no destacó. Así que Danry Vásquez no estaba jugando a diario. Apenas fue a batear 18 veces en esta justa. Eso es nada, cuando estamos por cumplir el primer mes de acción.
¿Estaba resignado a no jugar? Según las fuentes con las que conversé, no. El slugger quería demostrar su capacidad y aportar a la causa de La Guaira. Sin un lugar para poder hacerlo, lo que quedaba era el disgusto de rumiar su presencia en la banca.
Los salados en cierto modo se adelantan a una situación desagradable: que un líder en la cueva se convierta en influencia negativa, que tal cosa es lo que a menudo ocurre cuando un astro se queda sin jugar, estando sano.
No olvidemos que el tuyero viene de ligar para .339/.410/.530 en México. No era un pelotero cualquiera en la cueva derecha del estadio Universitario.
Así que salir de él parecía irremediable, a diferencia de años pasados, cuando el Magallanes intentó adquirirle sin conseguirlo. Antes era una pieza fundamental en el andamiaje de los Tiburones. Ya no. Y eso lo convirtió en carnada para adquirir algo que sirva para fortalecer a los escualos.
El problema de Alexi Amarista en Aragua precipitó las cosas. El miércoles se conoció la versión sobre las negociaciones con los Tigres para cerrar un acuerdo con cuatro peloteros involucrados. Ese pacto se cayó cuando alguien ofreció algo más atractivo para los salados: los Cardenales.
Lara puso sobre la mesa no uno, sino dos lanzadores. Y eso tiene un valor especial en la pelota invernal. Ahora el cuerpo de pitcheo de Oswaldo Guillén tiene dos brazos más para el relevo.
¿Tendrán éxito en su nuevo hogar?
Yapson Gómez es el más experimentado. Su historial estadístico en la LVBP es prácticamente impecable. Tiene 3.49 de efectividad en 8 temporadas (3.86 en la campaña pasada), con marca de 11-3 y un salvado. Eso sí, tiene una relación discreta entre ponches y boletos, porque no es un ponchador. Y pasará de un estadio de lanzadores a uno de bateadores.
El tachirense tiene 31 años de edad y andaba con 0.00 en 3 salidas con Lara. Sin embargo, ha enseñado algún declive. Lo batearon en México y probó sin éxito como abridor en la Liga Mayor, con los Caciques. Eso sí, es zurdo. Parece, además, estar recuperando su dominio y le ofrece a los litoralenses otro brazo izquierdo para combinar con Eudis Idrogo y Oddanier Mosqueda en situaciones de presión. Hablamos del ganador del Setup del Año en la 2022-2023.
Pedro García es más un proyecto con posibilidades que un auxilio inmediato, a diferencia de Gómez. No le fue mal en México ni en la Atlantic League en 2024 y de por vida ponchó a más de 11 hombres por cada 9 entradas en las Ligas Menores. Eso es brillante. Pero le persigue el descontrol.
García entregó 26 bases por bolas en sus 40 innings con los pájaros rojos, con casi 2 jonrones recibidos cada 9 entradas. Esa es la razón por la que tiene 5.13 de efectividad en sus 4 campeonatos en Barquisimeto. Posee una recta pesada por encima del promedio, sí. Pero al carecer aún de un segundo pitcheo de out, a menudo es castigado cuando, en medio del descontrol, tiene que venir sobre el plato con su bola rápida.
¿Era ese el mejor botín que podían conseguir los Tiburones por Danry Vásquez? Parece que sí. Pero en La Guaira saben bien qué es lo que obtienen: un zurdo fraguado en situaciones de presión y un derecho con enorme talento, que necesita mejorar el control y al que, por ahora, pondrán a trabajar en el relevo intermedio, con la esperanza de desarrollar todas sus capacidades.
Ahora Guillén tiene más alternativas para proteger ventajas, con la llegada de Gómez. En la medida que pueda combinarlo con el resto de sus zurdos, podrá sacarle mucho. Y si García florece a la altura de las expectativas, mejor. Eso quizás resulte más que lo que habrían conseguido en caso de quedarse con alguien en la banca a quien ya no tenían planificado dejar jugar.
