Nenad Dimitrijevic desvela la llamada que le cambió la carrera: “Álex Mumbrú me dijo que no formaba parte de sus planes”

Por Cesare Milanti / info@eurohoops.net

MILÁN, Italia – No podría haber habido un mejor comienzo para su nueva aventura en Milán para Nenad Dimitrijevic, quien en este momento está recogiendo premios MVP.

Después de dominar la Liga VTB como MVP de la temporada regular el año pasado, empezó la temporada más reciente siendo nombrado MVP de la Supercopa italiana. Fue crucial para darle al Milán el primer trofeo en la competición después de cuatro campañas de derrotas… y ahora está ansioso por más.

Sentado con Eurohoops durante el EuroLeague Media Day de la semana pasada, el líder de Macedonia del Norte no podía contener su emoción. “Estoy muy emocionado de estar aquí. El equipo lo está haciendo muy bien y he estado esperando estar aquí en la Euroliga durante mucho tiempo. Estoy muy emocionado y feliz”.

Después de su primera victoria oficial de la temporada contra la Virtus de Bolonia, Ettore Messina dijo que sueña con recrear una vez más una dupla tipo Chacho Rodríguez-Malcolm Delaney entre Nenad Dimitrijevic y Leandro Bolmaro, con dos compañeros en la posición de base que puedan combinar capacidad atlética y distribución del balón.

Pero, ¿cómo se ve a sí mismo Neno? “Me veo más como un base, creando para todos y haciéndoles la vida más fácil a mis compañeros. Pero también me veo como un anotador, un tipo que puede sumar muchos puntos. Ese es uno de los puntos fuertes de mi juego: puedo jugar un poco en ambas posiciones. Cuando necesitamos crear, puedo crear; cuando necesitamos anotar, puedo anotar”, expresó abiertamente. “Creo que esa es una de las cosas que he intentado mejorar y ser consistente durante mi carrera: poder jugar en ambos sentidos, no solo ser el base que pasa el balón, sino el tipo que puede anotar, pasar el balón y crear. Esa es una de mis mayores fortalezas”, agregó también el explosivo combo.

Algo que necesita mejorar es seguramente su impacto defensivo, pero ha encontrado un especialista en Ettore Messina para mejorar lo que podría hacer en su mitad de la cancha. “Ser un jugador defensivo no es una de mis mayores fortalezas, pero creo que soy un buen defensor de equipo. Sé dónde ayudar y dónde no”, dijo.

Si bien no tiene problemas ofensivos, tiene un gran potencial en defensa, y el experimentado entrenador jefe lo ayudará. “Leo los espacios. Creo que estoy haciendo un buen trabajo en eso. Estoy tratando con su guía de ver en qué situaciones particulares puedo mejorar. Ese también es uno de los objetivos para la temporada: demostrar que puedo ser un defensor sólido, no excelente, pero sólido”, agregó Neno.

Aprendiendo de Milos Teodosic

Pero volvamos a los inicios, en Skopje. El camino se trazó en aquel entonces, teniendo en cuenta el tipo de familia en la que se ha criado Nenad Dimitrijevic. “Desde que era un bebé, mi sueño era jugar al baloncesto. Básicamente, crecí en una familia de baloncesto: mi padre es entrenador, mi madre jugaba, mi hermana pequeña jugó hasta el año pasado y mis tíos también estaban involucrados en el deporte”, dijo. “También tenemos un club de baloncesto muy exitoso en casa. Desde mis primeros días, ser un jugador de baloncesto profesional al más alto nivel era el objetivo”. Todo se convirtió en una realidad cuando tenía 14 años y se mudó a Badalona para moldear su estilo de juego y crecer.

“Al principio me sorprendió un poco porque yo venía de Macedonia, los Balcanes, la ex Yugoslavia y jugaba al pick-and-roll desde que tenía 6 o 7 años. Ese era mi juego, lo aprendí desde muy pequeño. También cuando tenía 11 años jugábamos en zona en casa. Se hacía todo lo posible para ganar. Cuando llegué a España, no había pick-and-roll, solo 1 contra 1, espaciamiento, carrera”, comentó.

“Básicamente, añadió algo a mi juego, ser creativo, jugar sin balón, correr más, ser un mejor jugador de 1 contra 1. Juegan libremente y se leen entre sí. Esta es una de las cosas más importantes para un jugador joven”, dijo también, recordando a otro gran base formado en Badalona. “Ricky Rubio es un ídolo seguro en Badalona, ​​escuchas su nombre. Pero yo estaba en mi propio camino”, admitió.

Para saber dónde mejorar como base, hay que aprender de otros jugadores emblemáticos del backcourt. La lista de ídolos de Neno incluye algunos muy buenos. “Veo baloncesto las 24 horas del día, los 7 días de la semana, soy adicto a él. [Milos] Teodosic ha sido mi jugador favorito desde siempre, siempre lo miro mucho. [Vassilis] Spanoulis también.

Cuando el icono serbio estaba en la Eurocopa con el Virtus de Bolonia, se enfrentó a él como jugador del Joventut de Badalona. Y debió pensar en su amor a primera vista, el momento en el que quedó cautivado por la singularidad de Milos Teodosic. “No fue un partido de Euroliga. Fue el Mundial de 2010, cuando anotó el tiro desde diez metros sobre la bocina para ganar contra España”, recordó.

No solo se enfrentó a modelos a seguir, sino que también jugó junto a ellos. “Uno de ellos es Nikos Zizis, que jugó conmigo en Badalona. Es uno de mis compañeros de equipo favoritos de todos los tiempos. Aprendí mucho de él. Básicamente, veo a todos los grandes bases. Por supuesto, también veo a Ricky [Rubio]: en Badalona, ​​practicamos mucho su icónica bandeja desde el bote.

En Badalona, ​​compartió cancha con otro jugador emergente de Euroliga, Arturs Zagars. La sensación letona de la Copa del Mundo FIBA ​​2023 comenzará desde el banquillo en el Fenerbahce de Sarunas Jasikevicius. “Estoy muy feliz por él porque ha tenido un camino difícil para estar aquí. Tuvo muchas lesiones, especialmente cuando estaba conmigo en Badalona. No pudo mejorar su juego debido a las lesiones”, dijo.

El vínculo entre los dos talentosos bases seguirá siendo fuerte. “Éste es mi chico, ése es mi hombre. Teníamos una relación muy estrecha cuando estábamos en Badalona. Estoy muy contento de verlo ahora como jugador de Euroliga. Se merece estar aquí, tiene mucho talento.

Volver a querer el baloncesto

Tras dos temporadas de EuroCup en el Joventut de Badalona ​​cada vez más en alza, todo el mundo esperaba que Nenad Dimitrijevic diera el siguiente paso. Y así fue, fichando por el Valencia para la temporada 2021-22 de Euroliga. Sin embargo, el equipo no llegó a la máxima categoría de Europa.

“Cuando fiché, el equipo tenía previsto jugar la Euroliga. Yo esperaba jugar la Euroliga con el Valencia mi primer año, pero se dieron las circunstancias y acabé jugando la EuroCup”, recuerda. Pero tenía sentido seguir en el mismo sistema de baloncesto. “Esta era la elección más obvia porque cuando creces en España desde pequeño, el camino está hecho”, afirma.

“A lo mejor vas de Badalona a Valencia, luego a Baskonia, y si tienes éxito allí vas a los grandes como el Real Madrid o el Barcelona. Esa fue mi idea. Dios obra de maneras misteriosas, y mi camino pasó por Rusia y estoy muy agradecido por ello. Funcionó de maravilla”, comentó Neno.

Mucha gente esperaba que llegara a la Euroliga una vez que Rusia invadió Ucrania y los equipos rusos fueron excluidos de la competición, dejando espacio para el Valencia. Pero muchos factores hicieron que Nenad Dimitrijevic fuera consciente de que necesitaba estar donde le hubieran querido.

“El primer año en Valencia fue complicado. Quizá la gente no lo sepa. Fue un año lleno de lesiones, incluso tuve una enfermedad muy fuerte que me mantuvo fuera de las canchas durante dos meses. Perdí 6 kg. El equipo no hizo una temporada exitosa. Luego, decidieron cambiar de entrenador. Al volver a casa todo estaba bien, me quedaban tres años más de contrato. Debería haber sido el base del futuro”, recordó. Una llamada telefónica cambió su carrera. “Todo estaba bien, y luego recibí una llamada inesperada del nuevo entrenador, Álex Mumbrú. Me dijo que yo no formaba parte de sus planes. Entonces, con mi agente Misko [Raznatovic] estábamos esperando para ver cuál era la mejor decisión, y la mejor decisión era ir a jugar, no solo ser parte de un equipo. Jugar 30 minutos y ser un líder. Ser el anotador, ser yo mismo”, reveló.

“Me faltaba lo que amo. Porque en España, con una rotación de 12 jugadores y minutos limitados, algunos partidos juegas y otros no. Sentí que no alcancé mi máximo potencial. Al ir a Rusia con el entrenador [Velimir] Perasovic, sabía en el fondo que iba a ser genial para mi carrera. Y terminó siendo porque me dejó jugar, me dejó ser yo mismo. Solo le importaba ganar, eso era lo más importante para mí”, dijo Neno. Dos años en Rusia lo formaron como un nuevo líder.

PHOTO CREDIT: EA7 Emporio Armani Milan

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