Me convertí en Dios, imité a Goku de Dragon Ball, hice el mono y descubrí que esto no es un souls. Análisis de Black Myth: Wukong
Por Marcos Wagih
No es un souls. Tampoco es un hack and slash. En realidad, se asemeja más a lo que entendemos habitualmente como ARPG. Así es, Black Myth: Wukong no es un nuevo homenaje a la obra de FromSoftware. Es algo diferente que ha buscado hacerse con su propio lugar en la industria. Y sí, podemos encontrar reminiscencias de la obra de Miyazaki, pero poco más que pequeños detalles. Es más, sería muy injusto resumir el trabajo de GameScience a esto, ya que han buscado hacer algo muy propio. O lo que es lo mismo, su obra tiene personalidad más que suficiente como para distinguirse por su propio nombre. No hay necesidad de compararlo con otros títulos, siendo esto lo primero que quiero que entendáis.
A fin de cuentas, una de las primeras definiciones que se le otorgó es la de "es un souls-like que se basa en el folclore chino y la obra El Viaje al Oeste, de Wu Cheng'en". Solo lo último es cierto. Black Myth: Wukong es dinámico y ágil, y quiere que nos vengamos arriba. Desde el primer momento nos enseña que somos un 'dios' y que, como tal, estamos muy lejos de las tribulaciones y preocupaciones mortales. Somos una figura todopoderosa capaz de competir contra los seres más poderosos de la mitología y folclore chino. Así pues, con este Sun Wukong no realizaremos un viaje en donde somos el último mono (nunca mejor dicho) de la clase, sino que somos una deidad por la que llevan esperando mucho tiempo.
Black Myth: Wukong: un mono con muy malas pulgas en un mundo de mitos y leyendas
Sin entrar en detalles, Black Myth: Wukong se basa en la ya mencionada Viaje al Oeste, tomando muchísimas referencias de la misma. En esta encarnaremos al Predestinado no sin antes saber algo más tanto de Sun Wukong como de lo que ocurrió con él. ¿Y qué fue? ¿Quiénes somos nosotros en realidad? En este terreno prefiero no adentrarme, pues os podría estropear la historia. Prefiero quedarme solamente en ese punto al tiempo en que os comento que narrativamente hablando, Black Myth es un juego relativamente sencillo. Directo y sin grandes alardes, cuenta una historia que se ejecuta de manera muy simple.
Black Myth: Wukong: un mono con muy malas pulgas en un mundo de mitos y leyendas
Sin entrar en detalles, Black Myth: Wukong se basa en la ya mencionada Viaje al Oeste, tomando muchísimas referencias de la misma. En esta encarnaremos al Predestinado no sin antes saber algo más tanto de Sun Wukong como de lo que ocurrió con él. ¿Y qué fue? ¿Quiénes somos nosotros en realidad? En este terreno prefiero no adentrarme, pues os podría estropear la historia. Prefiero quedarme solamente en ese punto al tiempo en que os comento que narrativamente hablando, Black Myth es un juego relativamente sencillo. Directo y sin grandes alardes, cuenta una historia que se ejecuta de manera muy simple
Pese a ello, logra ser interesante a su modo, ya que se enriquece muchísimo de la construcción del mundo. A través de un mapa que no ofrece demasiados desvíos en primera instancia, iremos entendiendo más y más el misterioso y apasionante mundo de la mitología china. Al principio, eso sí, cuesta pillarle el punto, pues maneja muchos términos que no comprenderás si no tienes un mínimo de conocimientos de la misma. Habla de aspectos tales como el cultivo, una forma de obtener más poderes, y presenta a muchos personajes de los que casi no nos dice nada.
Son estas las que más y mejor te permiten conectar con la trama, pero me habría gustado que hiciesen algo más de hincapié en estos detalles. Habría sido lo adecuado teniendo en cuenta que se lanzará en todo el mundo. Eso sí, parte de esta problemática se resuelve -parcialmente- gracias a la sección de diario. En esta podemos encontrar informes y detalles sobre distintas criaturas. Algunas no han sido traducidas, pero desde el estudio ya nos han confirmado que son conscientes de esto, por lo que la versión 1.0 (la que vosotros probaréis) no tendrá este error.
Un precioso (y violento) paseo por la cultura china
Sea como fuere, lo verdaderamente importante de Wukong no es su narrativa o su argumento. En realidad lo que más me ha llamado la atención es su jugabilidad. A diferencia de lo que muchos amantes del género souls podían esperar, lo que me encontré fue un ARPG con toques de hack and slash que bebe de algunos elementos propios de los mencionados souls-like como, por ejemplo, las hogueras (aquí son templos) que funcionan como punto de guardado.
Son estas las que más y mejor te permiten conectar con la trama, pero me habría gustado que hiciesen algo más de hincapié en estos detalles. Habría sido lo adecuado teniendo en cuenta que se lanzará en todo el mundo. Eso sí, parte de esta problemática se resuelve -parcialmente- gracias a la sección de diario. En esta podemos encontrar informes y detalles sobre distintas criaturas. Algunas no han sido traducidas, pero desde el estudio ya nos han confirmado que son conscientes de esto, por lo que la versión 1.0 (la que vosotros probaréis) no tendrá este error.
Un precioso (y violento) paseo por la cultura china
Sea como fuere, lo verdaderamente importante de Wukong no es su narrativa o su argumento. En realidad lo que más me ha llamado la atención es su jugabilidad. A diferencia de lo que muchos amantes del género souls podían esperar, lo que me encontré fue un ARPG con toques de hack and slash que bebe de algunos elementos propios de los mencionados souls-like como, por ejemplo, las hogueras (aquí son templos) que funcionan como punto de guardado.
En ese sentido, lo que más me llamó la atención es que podía absorber el alma de algunos jefes para transformarme en ellos y usar uno de sus ataques. Es una idea muy interesante que hace que el gameplay se sienta más complejo. Además, ofrece una diferencia sustancial respecto a otros RPG, permitiendo que se diferencie un poco más de lo que ya conocemos. Eso sin contar que no es demasiado habitual que nuestra arma principal sea un bastón que puede estirarse. Sí, es como el bastón de Goku. Ya os lo dije: ambos se basan en el mismo mito, por lo que no es raro encontrar 'similitudes' como esta.
Aquí tú eres el rey, y nadie puede decirte lo contrario
El caso es que Blach Myth: Wukong mezcla bastante bien el reto con la amabilidad. Me habría gustado que fuese algo más exigente en ciertos puntos, mas lo cierto es que también es agradable que no todos los videojuegos de este estilo sean así. Aquí, por ejemplo, podremos reiniciar los puntos de habilidad gratuitamente, tendremos viajes rápidos entre templos, etc. Además, cuando descansemos en un templo, los jefes y ciertos enemigos únicos no reaparecerán. Eso sí, tened en cuenta que aquí no existe el parry.
No tenemos botón de bloqueo, por lo que tendremos que gestionar muy bien nuestra barra de estamina para golpear y esquivar. Aquí no vale (sobre todo cuando avanzas en el juego y te empiezas a encontrar con rivales más poderosos) con machacar el botón como un gorila. Es necesario jugar con tranquilidad e inteligencia mientras esquivamos distintas habilidades. En su conjunto, la verdad es que funciona bastante bien.
Consecuentemente, aunque no puedo decir que Blach Myth: Wukong sea un juego perfecto, lo cierto es que es bastante divertido. Bien acompañado de una dirección artística muy notable y de un diseño de personajes cargado de carisma, es uno de esos títulos que te roban horas, horas y más horas sin que te des cuenta. Sabiendo bien a lo que os enfrentáis, y cuáles son sus principales características, es una opción muy interesante. Sin más, puedo deciros que me ha gustado bastante y que he disfrutado de la experiencia, tanto por el valor cultural del juego como por su gameplay.
Foto: Game Science
Fuente: marca.com