SOMOS DIFERENTES

Por Richard Méndez

La Copa América dejó al descubierto un gran desorden organizativo que afortunadamente no culminó en tragedia y que debe ser tomado en cuenta para que no se repita en el futuro, entendiendo que USA va a ser anfitrión de el venidero Mundial de Clubes de la FIFA y en un par de años de la Copa del Mundo. No alcanzó con haber puesto a disposición de la Conmebol los lujosos y faraónicos estadios diseñados para el fanático de la NFL que acostumbra a ir al fútbolamericano en familia. 

La seguridad es primordial en toda clase de eventos y para ejecutarla de manera correcta es necesario que se sepa qué clase de hinchas están llegando a las tribunas porque son en muchos aspectos diferentes del fanático que comunmente asiste a los deportes americanos. Fue demasiado evidente que no estaban preparados para esto y por eso fueron sorprendidos y rebasados en la final del Hard Rock Stadium el pasado domingo cuando miles de personas sin boleto buscaron todos los medios para ingresar al estadio, incluso arrastrándose por los ductos del aire acondicionado.

El fanático latinoamericano crece culturalmente con una pasión que a veces se sale de control y más cuando se trata de la Selección, porque hemos adoptado en cada equipo nacional la idea que es nuestro gentilicio elque está en juego, aún cuando ese equipo representa al fútbol del país. Para los latinoamericanos el fútbol es prácticamente un asunto de estado. Jamás debe olvidarse que en Centroamérica hubo una breve pero sangrienta guerra entre Honduras y El Salvador que tuvo como detonante el fútbol.

Somos pasionales y eso deben saberlo cuando diseñan los dispositivos de seguridad para una Copa América, más entendiendo que hay otras hinchadas en otros continentes que también son muy pasionales y por ello la historia colecciona lamentables tragedias en la Copa de Europa como la de Heysel donde fallecieron varias decenas de personas que fueron a ver una final Juventus-Liverpool y se encontraron con la muerte.

La seguridad quedó como la principal asignatura pendiente de la Copa América y eso debe incluir la asignación de palcos seguros para familiares de jugadores que estén lejos de las hinchadas rivales. La preparación de la seguridad privada y de las fuerzas de orden público que participen en el diseño de las estrategias y planes de acción para ahorrarse malos ratos como el sufrido en la final de Miami, solo de esa forma podremos tener una copa impecable y sin hechos que lamentar.

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