Los bañadores con tecnología de la NASA que usarán los mejores nadadores en las Olimpiadas de París
Por Azucena Martín
A veces nos preguntamos para qué sirven las grandes sumas de dinero que se invierten en tecnología espacial. Se pueden dar muchas respuestas. No obstante, una de ellas es que esos inventos, a menudo, acaban usándose en tareas mucho más cotidianas aquí en la Tierra. Buen ejemplo de ello es el de los espejos para telescopios que al final acabaron dando lugar a las placas vitrocerámicas de las cocinas. Este es un invento que prácticamente todos tenemos en nuestras casas. Pero también hay inventos surgidos de la tecnología espacial que solo se usan en sectores muy concretos, como el deporte. En los Juegos Olímpicos de París, que están a punto de empezar, podremos ver uno de estos casos cuando algunos de los mejores nadadores del mundo se lancen a la piscina.
Y es que la marca de ropa deportiva Speedo ha vuelto a diseñar un nadador ideal para mejorar las marcas en natación, basado en tecnología espacial de la NASA. Los tejidos empleados son una actualización de los que se utilizaron en los Juegos Olímpicos de Pekín, en 2008. Como entonces, se inspiran en materiales utilizados para recubrir asteroides y facilitar tanto su desplazamiento como la protección de las inclemencias espaciales.
Algunos nadadores famosos, como la australiana Emma McKeon, el estadounidense Caeleb Dressel o el inglés Adam Peaty ya han anunciado que llevarán uno de estos bañadores en los Juegos Olímpicos de París. Lógicamente, sin su técnica y su experiencia no podrían lograr grandes marcas. Pero, desde luego, la indumentaria también puede ser de gran ayuda. Pronto lo veremos.
¿Qué hace tan especiales estos bañadores?
Los bañadores de Speedo, bautizados como Fastskin LZR Racer, han sido desarrollados en los laboratorios de la compañía, en colaboración con la empresa Lamoral Space Tech. En el proyecto han trabajado expertos de áreas como la tecnología textil, las ciencias del deporte o la dinámica de fluidos.
Así, se ha logrado desarrollar un bañador que lleva al máximo las tres necesidades principales de un traje de este tipo: disminución de la resistencia, impermeabilidad y sujeción.
Lo primero es importante para que la resistencia del agua sobre el material no frene a los nadadores. Por otro lado, es importante que sean impermeables, ya que el agua absorbida por el traje también frena la carrera. Finalmente, cuanto más sujete un traje, menos oscilaciones generará la propia piel del nadador, de manera que su cuerpo se hace más aerodinámico.
El tejido desarrollado por estos científicos tiene zonas concretas texturizadas de tal manera que se reduce la resistencia y se consigue un rendimiento óptimo. Además, el material empleado absorbe seis veces menos agua que otras versiones anteriores. En cuanto a la compresión, en lugar de buscar un máximo de sujeción en todo el cuerpo, comprime zonas estratégicas, dejando otras más libres para aumentar la libertad de movimiento.
El bañador de los campeones de Juegos Olímpicos
Si bien los Juegos Olímpicos de París serán los primeros en los que se usen estos bañadores, algunos nadadores ya los han utilizado en otros campeonatos y los resultados han sido increíbles. Concretamente, se calcula que el 75% de los récords mundiales que se batieron en 2023 estuvieron respaldados por estos bañadores.
¿Podría haber algo de efecto placebo?
Está claro que los bañadores son una gran ayuda. No obstante, hay estudios que aseguran que, en realidad, no son determinantes en el rendimiento de los nadadores. Puede que esa alta proporción de récords se deba, en parte, a cierto efecto placebo. O a que son precisamente los mejores nadadores los que quieren utilizar los mejores bañadores.
No se sabe. Pero, por si acaso, vale la pena llevarlos si se lo pueden permitir. Para que no haya problemas en los Juegos Olímpicos, Speedo ya se ha asegurado de que cumplen todos los requisitos de la World Aquatics para no considerarse dopaje tecnológico. Los nadadores olímpicos podrán usarlos sin miedo a la descalificación.
Foto: Gabriel Meiner (Unsplash)
Fuente: hipertextual.com