La Última Carta de Alpine
Por Mauro García Forti
No son tiempos fáciles en Alpine, los franceses están afrontando una de las temporadas más complicadas en su historia. El monoplaza de este año, el A524, es uno de los peores de la grilla y entrar en los puntos se ha convertido en una tarea muy complicada.
Por si esto fuera poco, en los garajes la frialdad es lo que más se percibe. Entre sus pilotos no existe la cordialidad ni el compromiso de trabajar en equipo para que la escudería consiga puntos y esto lo hemos visto desde que ambos comparten box.
Los encontronazos en la pista entre Esteban Ocon y Pierre Gasly no son nada nuevo. Ya se temía que esto ocurriría cuando ficharon al ex-piloto de Red Bull debido al pasado de ambos corredores en las categorías inferiores y, a pesar de que ambos al principio hablaban de profesionalidad y compromiso, lo ocurrido en el Gran Premio de Mónaco fue el detonante de la bomba que finalmente ha explotado en la estructura de Enstone.
Bien se sabe que cuando un equipo lucha por entrar en el top 10 en cada carrera, cada punto vale oro y en el Principado, con ambos monoplazas entre los diez primeros todo parecía ir viento en popa debido a que adelantar en las calles del pequeño país europeo es casi imposible. Sin embargo, nuevamente la guerra entre las dos mitades del garaje del equipo galo hizo que todo se fuera al traste cuando un Esteban que había sido vencido por su compañero en la clasificación, le lanzó a su compatriota un ataque en un lugar en donde no entraban dos coches, provocando un contacto y dañando ambos vehículos, terminando de esta forma peor parado el propio Ocon, quien no sólo tuvo que retirarse de la prueba, sino que causó la ira de todos los altos cargos del equipo.
Bruno Famin, el jefe de equipo de Alpine, prometió que la acción de Esteban tendría consecuencias y poco después el comunicado oficial anunciando que a final de temporada ambas partes terminarían su relación contractual llegó, dejando a la escuadra sin un piloto que consideraban su futuro y a un Ocon que deberá buscarse un asiento en otro equipo de cara al año 2025.
Lo de la escudería representante del Grupo Renault en la F1 es una situación desesperada. Los hombres de rosa y azul se van a pique, una gestión desastrosa los ha llevado hasta aquí, un equipo que corre el riesgo de perder en su totalidad a su alineación de pilotos y que no consigue mantener una dinámica de equipo tal y como se vio en Canadá. En el Circuito Gilles Villeneuve, Ocon mostró su descontento por la radio luego de dejar pasar a Gasly, que llevaba una estrategia distinta, lo que indica que no habrá paz en las carreras que le quedan en Enstone al último hombre que ganó una carrera para la escudería proveniente de Francia.
Conseguir encontrar un reemplazo y mantener a Pierre en el equipo serán dos de los numerosos objetivos que tendrán por delante, entre estos se incluyen seguir desarrollando el monoplaza y conseguir puntos para escapar del fondo de la tabla del Campeonato de Constructores.
Para intentar lograr esta meta, las altas esferas del constructor galo han contratado como asesor a una figura de su glorioso pasado, Flavio Briatore, quien los ayudará a organizar su escuela de jóvenes talentos, gestionar los movimientos del equipo en el mercado de pilotos y en general, reconstruir la maltrecha estructura que él mismo convirtió en campeona del mundo hace diecinueve años.
El italiano deberá retomar el control de un equipo a la deriva y cuyo futuro no parece ir a mejor de cara a 2026, pues se rumorea que podrían dejar de fabricar sus motores adaptados al nuevo reglamento y convertirse en equipo cliente de otro constructor. Esto todo un fracaso para una marca con tanta historia en la competición como Renault en caso de que ocurriera, pero todavía no está todo perdido y esto queda demostrado con el fichaje de Briatore, una gran apuesta por parte de la casa del rombo para salvar al equipo que tiempo atrás fue su gran orgullo.