El futuro de Bugatti se llama Tourbillon, así es el nuevo hiperdeportivo híbrido de 1.800 CV que sustituye al Chiron
Por Fran Romero
De una forma u otra, Bugatti estaba obligada a pasar por el aro de la electrificación, a pesar de que las normas de emisiones europeas no son tan estrictas para la marca francesa como para otras más convencionales. Los de Molsheim acaban de revelar el nuevo Bugatti Tourbillon, el esperado sustituto del Chiron y no porque estemos deseando ponernos a sus mandos, sino por la espectacularidad que supone.
Es imposible decir que tras la calma llega la tempestad, porque tanto el Veyron como el Chiron son ejemplos propios de este último fenómeno, pero lo cierto es que la marca francesa se ha vuelto a salir por la tangente. Si el primer hiperdeportivo de su historia más moderna era más bruto en diseño, y el segundo apostó por un refinamiento sin igual, el tercero es aún más deportivo y sofisticado.
Bugatti Tourbillon, diseño y tecnología dan forma al tercer hiperdeportivo
Sus rasgados faros delanteros se han integrado en las musculosas aletas delanteras flanqueando la habitual parrilla con forma de herradura, y de la que arranca un perfil cromado que se extiende en longitudinal por el corto capó delantero hasta un parabrisas más inclinado.
El sello de Bugatti es la estructura curvada del habitáculo, y se mantiene, aunque es perfectamente notable que la silueta es mucho más baja, como lo demuestran sus medidas. El paragolpes delantero destacan por su elegante fibra de carbono, los faldones laterales por el adorno de la bandera francesa.
Medidas del Bugatti Tourbillon | |
---|---|
Largo | 4.671 mm |
Ancho | 2.165 mm |
Alto | 1.189 mm |
Batalla | 2.740 mm |
Medidas oficialmente homologadas en el Bugatti Tourbillon
La estilizada línea del techo se extiende a lo largo del lateral hasta una trasera más sugerente, que nada tiene que ver con el Chiron. Sus grupos ópticos presentan una curvatura muy sinuosa, al mismo tiempo que el apellido del fundador de la marca resalta gracias a una iluminación con un atractivo efecto 3D que transmite una gran profundidad. Por medio, unas grandes llantas de aleación forjadas de 22 pulgadas de diámetro sostienen a este coloso.
El Bugatti Tourbillon es un modelo completamente nuevo, y prueba de ello es que el interior tampoco tiene que ver con sus antecesores. El cuadro de instrumentos reproduce la maquinaria de los relojes clásicos y de alta precisión, e integrado en el volante, con una esfera derecha para un velocímetro tarado hasta 550 km/h, incluyendo una sección digital en la parte inferior. Tres relojes más pequeños en el lado izquierdo muestran el nivel de combustible, de carga de la batería y el de la temperatura del líquido refrigerante y aceite.
Bugatti Tourbillon, diseño y tecnología dan forma al tercer hiperdeportivo
Sus rasgados faros delanteros se han integrado en las musculosas aletas delanteras flanqueando la habitual parrilla con forma de herradura, y de la que arranca un perfil cromado que se extiende en longitudinal por el corto capó delantero hasta un parabrisas más inclinado.
El sello de Bugatti es la estructura curvada del habitáculo, y se mantiene, aunque es perfectamente notable que la silueta es mucho más baja, como lo demuestran sus medidas. El paragolpes delantero destacan por su elegante fibra de carbono, los faldones laterales por el adorno de la bandera francesa.
Medidas del Bugatti Tourbillon | |
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Largo | 4.671 mm |
Ancho | 2.165 mm |
Alto | 1.189 mm |
Batalla | 2.740 mm |
Medidas oficialmente homologadas en el Bugatti Tourbillon
La estilizada línea del techo se extiende a lo largo del lateral hasta una trasera más sugerente, que nada tiene que ver con el Chiron. Sus grupos ópticos presentan una curvatura muy sinuosa, al mismo tiempo que el apellido del fundador de la marca resalta gracias a una iluminación con un atractivo efecto 3D que transmite una gran profundidad. Por medio, unas grandes llantas de aleación forjadas de 22 pulgadas de diámetro sostienen a este coloso.
El Bugatti Tourbillon es un modelo completamente nuevo, y prueba de ello es que el interior tampoco tiene que ver con sus antecesores. El cuadro de instrumentos reproduce la maquinaria de los relojes clásicos y de alta precisión, e integrado en el volante, con una esfera derecha para un velocímetro tarado hasta 550 km/h, incluyendo una sección digital en la parte inferior. Tres relojes más pequeños en el lado izquierdo muestran el nivel de combustible, de carga de la batería y el de la temperatura del líquido refrigerante y aceite.
El Bugatti Tourbillon estrena motor. La firma francesa ha desarrollado un propulsor de nueva generación, con 16 cilindros en V en ángulo de 90º, que no la clásica disposición en W utilizada hasta ahora, dejando a un lado también los cuatro enormes turbocompresores con los que contaba, y con el que ya rinde una potencia máxima de 1.000 CV.
Tres motores eléctricos desarrollados por Rimac, de 250 kW -335 CV- cada uno, se encargan de la parcela de la sobrealimentación en este bloque de 8.3 litros, cuyo cigüeñal es capaz de girar hasta las 9.000 rpm, desarrollando una potencia máxima total de 1.800 CV. Una batería de iones de litio con una capacidad de 24,8 kWh, la propia de un híbrido enchufable PHEV, permite un desplazamiento en modo eléctrico de poco más de 60 kilómetros de autonomía además de una potencia extra de 600 kW, nada menos que 804 CV.
Prestaciones del Bugatti Tourbillon | |
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Motor | V16 8.3 l + 3 EV |
Potencia / Par motor | 1.800 CV / 3.000 Nm |
Caja cambios | Aut. DCT 8V |
0-100 Km/h | 2,0 s |
V. Máxima * | 380 km/h (445 km/h) |
Consumo | ND |
Tracción | Total |
Peso | 1.995 kg |
Plazas | 2 |
ND: Dato pendiente de homologación / * Limitado a 380 km/h y 445 km/h con desbloqueo mediante llave
Acoplado a un cambio automático de doble embrague y ocho velocidades, el nuevo Bugatti Tourbillon también cuenta con tracción total, un diferencial de deslizamiento limitado capaz de absorber hasta 2.500 Nm de par, un sistema de frenos carbocerámicos y un ejemplar trabajo aerodinámico para alcanzar las máximas prestaciones, imprimiendo una mayor carga aerodinámica sobre el eje trasero gracias al spoiler desplegable. El mismo que también sigue contando con la función de aerofreno.
Una verdadera bestia para los amantes del lujo más exclusivo, que se pondrá a la venta antes de 2025 y del que solamente se fabricarán 250 ejemplares al «módico» precio de 3,6 millones de euros, personalización aparte. No nos lo podemos permitir, pero sí admirarlo en todo su esplendor y desear ver uno en la calle...
Foto: Bugatti
Fuente: motor.es