Bagnaia termina la sequía de Ducati en Barcelona
Por Mauro García Forti
Si hay una marca que domina con puño de hierro el Campeonato del Mundo de Motociclismo, esa es Ducati. La fábrica italiana se ha convertido en el referente, la que indica el modelo que todos intentan imitar al haber creado una moto que es rápida en todo tipo de circuitos, pero obviamente todo tiene un punto débil y el talón de Aquiles de los boloñeses es el Circuit de Barcelona-Catalunya.
Los de Borgo Panigale no ganan el Gran Premio de Cataluña desde que lo hiciera Jorge Lorenzo allá por 2018. Desde entonces, las Desmosedici no logran imponerse a la competencia siendo últimamente Aprilia la moto más rápida en la pista catalana, siendo el doblete del año pasado la muestra del dominio de la firma de Noale en Montmeló.
Y justamente el primer protagonista del fin de semana fue el ganador del año pasado, Aleix Espargaró, quien anunció su retiro a finales de temporada y deja una moto muy deseable libre para el año 2025.
Quizá el anuncio del retiro le dio alas a Espargaró, quien poco después logró la pole position por treinta y un milésimas contra Pecco Bagnaia, que demostraba que estaba dispuesto a redimirse de su falta de velocidad en el Gran Premio de Francia.
Definitivamente Aprilia y KTM eran serias amenazas para Ducati y en la carrera al Sprint lo vimos con claridad luego de que a pesar de que Bagnaia tuviese una muy buena arrancada, Raúl Fernández con la Aprilia y Brad Binder de KTM se hicieron con los primeros puestos. Sin embargo en la carrera corta ocurrió algo inesperado, cada piloto que se ponía en cabeza se escapaba, pero pasadas unas vueltas se caía en la curva 5. De esta forma, Fernández cayó y poco después lo hizo Binder, dejándole el liderato a Pecco que comenzaba a escaparse de Espargaró, Acosta y Marc Márquez, que remontaba desde el decimocuarto lugar con un alerón de la moto roto.
Última vuelta para el italiano, que volaba directo a recortarle puntos a Martín, que solo podía ser quinto, en el box de Ducati ya se preparaban para celebrar el triunfo de su comandante, pero de repente una polvareda en la ya maldita curva 5 provocó los gritos ahogados en la grada, Pecco se había ido al suelo.
Con Bagnaia fuera de combate, Aleix Espargaró se llevó el Sprint en su tierra seguido de Márquez y de Acosta, todo un regalo para el de Granollers en su última visita a esta pista tan especial para él.
Para Bagnaia esa caída fue un jarro de agua fría, pero el botín de puntos siempre es más grande los domingos y el campeón del mundo eso lo sabía muy bien.
El nacido en Turín salió disparado una vez el semáforo se apagó y se puso en cabeza, liderando la prueba por delante de Martín y Acosta, que también habían realizado una brillante salida. El empuje del bicampeón del mundo duró poco, porque el piloto de Pramac Racing y el de Gas Gas lo pasaron al tener mayor ritmo al inicio de la prueba.
La situación se estabilizó por delante, con Pedro Acosta persiguiendo a Martín y buscando pasar al madrileño, pero a pocas vueltas del final el joven piloto murciano se fue al suelo, dejando la carrera entre las Ducatis de los dos hombres que se jugaron el título el año pasado.
Bagnaia aumentó el ritmo y comenzó a recortar la distancia a un Martín que no podía hacer nada para escaparse. Dos giros después, Pecco pasó al líder del mundial en la recta y se escapó para celebrar con rabia la victoria que tenía que haber repetido el día anterior y seguro que se acordó de eso, porque nada más llegó a la curva 5 le dedicó un corte de mangas.
Martín se conformó con un buen segundo lugar para sus aspiraciones al campeonato y Marc Márquez firmó otra remontada hasta el podio luego de finalizar tercero tras una lucha con Aleix Espargaró.
De esta forma Ducati rompió la sequía, con un podio repleto de sus motos y con una victoria de Bagnaia que lo vuelve a poner en la senda de la caza de la tercera corona consecutiva.
Jorge Martín sigue todavía lejos en el campeonato, a treinta y nueve puntos por delante, pero si algo sabe hacer el hombre que lleva el número 1 en el carenado es remontar grandes diferencias y no hay un lugar para hacerlo que en casa, este fin de semana en el Gran Premio de Italia.