Rossi y Yamaha ¿Reencuentro a la vista?
Por Mauro García Forti
Esta temporada de MotoGP ha sido un gran año para el Mooney VR46 Racing Team. Armados con la Ducati de la temporada 2022, el joven equipo de Valentino Rossi ha tenido un gran año, con tres victorias de Marco Bezzecchi y cinco pole positions (tres de Bezzecchi y dos de Luca Marini) sorprendieron a todos, puesto que sus pilotos terminaron en el top ten siendo Marco tercero en el campeonato del mundo y Luca octavo.
El caso es que la unión de la marca de Borgo Panigale y la escudería del nueve veces campeón del mundo ha sido todo un éxito, ya que ha permitido incluso a uno de sus pilotos soñar con el título mundial durante buena parte del año cuando nadie lo esperaba...
No obstante, el contrato de la estructura de Rossi y la marca italiana llega a su fin a finales del año que viene, por lo que tocará sentarse a negociar un acuerdo para el futuro cercano.
Visto sobre el papel, esto podría ser una operación fácil, sin embargo, hay varios factores que podrían cambiar las tornas en las negociaciones entre ambas partes.
Para empezar, hay muchísimas Ducati en la grilla. De las veintidós motos que compiten, ocho llevan el sello de las “Balas de Bolonia”, esto significa que cuatro equipos compiten con las Desmosedici de la firma campeona del mundo. Si bien es cierto que solamente el equipo oficial de Ducati y el Prima Pramac Racing competían con la última versión, la Desmosedici GP23 durante esta temporada, las Desmosedici GP22 utilizadas por el Team Gresini y el Mooney VR46 resultaban ser muy competitivas, resultando esto una auténtica ventaja con respecto a las demás fábricas participantes.
Este exceso de Ducati es muy notorio, mientras que la mayoría de fábricas tienen cuatro motos compitiendo, al tener todas un acuerdo con equipos privados a excepción de Yamaha, que es la única que solamente tiene dos motos, las de su equipo de fábrica. Esto provoca una tremenda desigualdad en la clasificación, porque para el campeonato de constructores a cuantas más motos, hay mayor probabilidad de lograr una posición mejor, dato más importante para sumar puntos para la clasificación de marcas. Por este motivo, vemos que los cuatro equipos con motos Ducati llegaron a llevarse victorias. Mientras que marcas como Yamaha o KTM no lograron llevarse ningún triunfo este año.
Además de todo esto, los rumores acerca de fricciones entre la cúpula del equipo con sede en Tavullia y los jefes de la fábrica italiana no paran de volar y esto se debe a que, según lo que se cuchichea por el paddock, la clave de la renovación de Bezzecchi con el equipo de Valentino es que correría el próximo año con una Ducati Desmosedici GP24, al igual que los pilotos del equipo oficial. Puesto que se sabía que Ducati quería que “Bez” fuese el sustituto de Zarco en el Pramac Racing. Sin embargo, el constructor finalmente no hará excepciones con Marco en 2024 y no le proporcionará la última versión, sino que correrá con una Desmosedici GP23.
Al ver esto, podemos ver que Rossi no tiene tanta influencia entre los altos círculos de su constructor proveedor, por lo que esto podría dar pie a un acercamiento con Yamaha para que les suministre las motos a partir de la temporada 2025.
La conocida relación entre el ex-piloto italiano y la marca de los diapasones podría ser la clave para un acuerdo para el futuro. Yamaha necesita desesperadamente un equipo cliente con el cual tener más motos en pista y poder probar más prestaciones de su YZR-M1, un prototipo que todavía necesita mucho trabajo para regresar al camino de las victorias.
Lo que hemos visto de la marca japonesa para 2024 en los test de post-temporada en Valencia parece prometedor, con un atrevido nuevo concepto aerodinámico pensado para que ayude al nuevo motor incorporado durante esta temporada a ganar tiempo a las escuderías punteras.
El resultado del próximo año será crucial, puesto que una buena evolución será la clave para hacer que el Mooney VR46 deje de lado una moto tan competitiva como la Ducati para convertirse en el equipo satélite de la fábrica con sede en Iwata.
¿Será este el reencuentro entre Rossi y la que fue la marca más importante de su vida deportiva?