El Renacer de La Bestia
Por Mauro García Forti
Día 25 de marzo de 2023, Enea Bastianini se subía a su Ducati para comenzar su aventura en el equipo oficial de la marca boloñesa con un único objetivo, coronarse campeón del mundo derrotando a su compañero y actual defensor del título, Francesco “Pecco” Bagnaia.
Era sábado y la Sprint del GP de Portugal esperaba, la primera oportunidad de dar un puñetazo en la mesa y hacerle justicia a todas las esperanzas puestas por la fanaticada en que le pusiera las cosas difíciles a su coequipero al compartir la moto más poderosa de la grilla. No sería un inicio fácil, Bagnaia partía desde la segunda posición mientras que Enea arrancaba desde la sexta, tan cerca pero tan lejos a la vez.
Los semáforos se apagaron y Bastianini despegó, desde la sexta llegó a la segunda plaza quedando sólo por detrás de Márquez que había hecho la pole position, al transalpino no le duró mucho la posición, pues en la siguiente curva se vio forzado a desviar la trayectoria de su moto para evitar a Bagnaia, que se había ido ancho en la curva 3. Por esto Enea perdió plaza con su compañero y con Jorge Martín, pero se mantuvo al acecho. En la vuelta dos seguía pegado en ese grupo de cabeza, pero un pequeño error hizo que los de detrás se acercaran, perdiendo posiciones con Miller y Oliveira.
Ante estos primeros instantes, parecía que Enea comenzaría a recuperar el ritmo perdido, pero segundos más tarde, Luca Marini se cayó, llevándose por delante la moto de Bastianini y provocándole una caída muy fea. Vistas las imágenes, en el box del Ducati Lenovo Team se llevaron las manos a la cabeza, puesto que el piloto se dolía en la gravilla. Una vez salió del chequeo médico, todas las preocupaciones se hicieron realidad: fractura compuesta de la escápula derecha.
El italiano se perdió la carrera del domingo y tampoco pudo estar en las cuatro siguientes por recomendaciones médicas, quedando sus opciones por el campeonato muy comprometidas. Regresó en el Gran Premio de Italia con una novena posición y en la siguiente prueba terminó octavo, mostrando que todavía se estaba recuperando. A estos resultados les siguieron dos retiros y una décima posición, nada que ver con esa versión de principios de temporada que sólo pudimos ver brevemente en Portugal.
Pero si el inicio de año fue complicado, el verdadero mazazo llegó poco después, en el Gran Premio de Cataluña, donde el de Rimini sufrió una aparatosa caída que según el comunicado médico de Ducati, le provocó una fractura del maléolo tibial de su tobillo izquierdo y una fractura del metacarpiano del dedo índice de su mano izquierda. Enea fue operado mediante cirugía de ambas lesiones y se perdió el GP de la India, el de Japón y el más doloroso, el de San Marino, que es el más cercano a su ciudad natal.
Volvió en Indonesia, donde fue octavo, en Australia fue décimo y en Tailandia decimotercero. Enea había tocado fondo, esa versión de “La Bestia” que en 2022 todos temían parecía haberse esfumado, Bastianini ya no podía presionar, acechar y atacar a los rivales como antes y ahora su futuro en la categoría peligraba, ya que su puesto en el equipo de fábrica estaba en riesgo, el cazador se había convertido en cazado.
Pero como suele ocurrir con las fieras, cuánto más herida y acorralada esté, más peligrosa se vuelve y Enea no es la excepción.
Llegaba Malasia, lugar donde el año pasado Ducati tuvo que frenarlo mostrándole la pizarra para que no pusiera problemas a Bagnaia para que éste se llevase la victoria. Bastianini obedeció, pero se encargó de demostrar que era mucho más veloz que su compatriota, mostrando la moto en cada curva y rodando con trayectorias más anchas.
El Circuito de Sepang es un lugar especial para el piloto del número 23 y este fin de semana pasado vimos cómo “La Bestia” volvió a nacer.
La pole se la llevó Pecco, siendo Enea tercero, sorprendiendo a todos y causando una gran alegría por este regreso a los primeros puestos. En la Sprint Álex Márquez arrasó, siendo el riminese cuarto pero mostrando muchísima velocidad y metiendo otro año más mucha presión a Bagnaia.
Pero el domingo en la carrera Bastianini no dudó, con una arrancada perfecta adelantó a Martín y a Bagnaia y dominó a placer el resto de vueltas, logrando con comodidad su primera victoria vestido de rojo Ducati y metiéndole un segundo y medio a Márquez, tres segundos a su compañero y diez a Jorge Martín, un verdadero paseo del italiano.
En el paddock se respiraba una enorme emoción, por fin después de un duro año, Bastianini consiguió descorchar el prosecco y levantar su trofeo de ganador. Tantas horas de rehabilitación dieron sus frutos y por fin Enea ha podido mandar un mensaje alto y claro tanto a su equipo como a los rivales y a la gente que dudaba de él.
“La Bestia” está de vuelta.
Fotos Cortesía de Ducati Corse (@ducaticorse) y Enea Bastianini (@bestia23)