Wilson Ramos hace historia al recibir otro no-hit-no-run en su carrera, el primero en la LVBP
Ningún catcher venezolano tiene más no-hit-no-run recibidos en la historia de las Grandes Ligas que Wilson Ramos, con tres. Y a partir del sábado habrá que agregarle otro a su hoja de ruta, esta vez su primero en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, para hacer historia.
El valenciano de 37 años de edad, que transita su última temporada como pelotero activo con los Bravos de Margarita, se convirtió en apenas el tercer receptor que recibe al menos un no-hitter tanto en la MLB como en la LVBP, de acuerdo con los registros del periodista y recopilador Tony Flores.
Wilson Ramos, quien estuvo detrás del plato con los Nacionales de Washington en un no hit-no-run de Jordan Zimmerman y en otros dos de Max Scherzer entre septiembre de 2014 y octubre de 2015, se unió al estadounidense Earl Battey y al también venezolano Robinson Chirinos en el selecto club.
«Contento de formar parte de esta bella hazaña. Me concentré en llevar a los lanzadores inning a inning. (Abdiel) Saldaña lanzó tremendo juego. La clave fue caerle temprano a todos los bateadores, especialmente, ante un equipo como los Tiburones con ese lineup», expresó el carabobeño al departamento de prensa insular. «Es muy especial esto que acabo de lograr en la temporada de mi retiro. Es un bonito recuerdo que me llevaré a casa».
WILSON RAMOS Y LOS DEMÁS
En el caso de Earl Battey, fue el careta que recibió el primer no-hitter en la historia de la LVBP, concretado por Leonard Yochim, el 8 de diciembre de 1955 con los Leones del Caracas, ante los Navegantes del Magallanes, en el Estadio Universitario. Y siete años después, ya en las Mayores con los Mellizos de Minnesota, repitió la gesta con Jash Kralick en la loma.
Mientras que Robinson Chirinos, por su parte, había sido el último máscara en guiar un no-hit-no-run en la LVBP, para el Magallanes, ante los Leones, el 21 de noviembre de 2010 en el Estadio José Bernardo Pérez de Valencia. Nueve años antes de hacerlo como grandeliga, con los Astros de Houston y con el futuro inmortal Justin Verlander en el montículo.
Wilson Ramos, entretanto, lo hizo en Venezuela en el Fórum Macuto. Y a una combinación de cuatro brazos: Saldaña, Moisés Gómez, Dedgar Jiménez y Carlos Navas.
«Desde el quinto o sexto inning ya yo sabía lo que podíamos lograr», afirmó Wilson Ramos. «Tuve toda la concentración detrás del plato, no me importó lo que podía hacer o no bateando. Para mí lo más importante siempre es llamar el juego».