Verstappen contra el mundo
Por Mauro García Forti
Luego de la fiesta de Ferrari en el Gran Premio de Italia, llegaban dos pruebas que serían muy determinantes para el desenlace de esta temporada, el Gran Premio de Azerbaiyán y el Gran Premio de Singapur.
Estos dos trazados urbanos iban a ser un verdadero reto para Red Bull, quienes sabían que sufrirían para alcanzar los puestos de podio en ambos fines de semana, hecho que ponía totalmente en riesgo su liderato del Campeonato de Constructores y que ponía en aprietos a la ventaja en el Campeonato de Pilotos de Max Verstappen.
Tal y como se esperaba, la primera parada en el Circuito Urbano de Bakú, fue una tortura para los de Milton Keynes, quienes veían que no conseguían ajustar el monoplaza al gusto del tricampeón mundial, pero que al menos veían renacer el rendimiento de Checo Pérez en una de las pistas en las que es un verdadero especialista.
Afortunadamente para Verstappen, Norris parece que no tenía muchas ganas de ganar el campeonato el día de la clasificación y levantó el pie en su último intento de vuelta rápida debido a una bandera amarilla que sacaron por error, por lo que saldría desde atrás, perdiendo toda esperanza de llevarse una pole position que se acabó llevando Charles Leclerc por quinta vez consecutiva en el trazado asiático.
Para desgracia de Ferrari, Oscar Piastri demostró porqué está llamado a ser uno de los grandes de este deporte ganando la carrera luego de pasar a Leclerc y defender su posición durante cuarenta vueltas y dándole a McLaren el liderato del Campeonato de Constructores a McLaren luego de diez años gracias también a la remontada de Norris hasta el cuarto lugar, terminando justo por delante de Verstappen, quien estaba resignado y reflejó la situación de su equipo luego de perder valiosos puntos por el accidente entre Pérez y Sainz de las últimas vueltas.
Dado ya por perdido el Campeonato de Constructores, la escudería austriaca llegó a Singapur con el pensamiento positivo de que al menos no habían perdido tantos puntos con Norris en la general de Pilotos, situación que había que mantener costara lo que costara en una pista que durante los últimos años se les ha atragantado mucho para lograr buenos resultados.
Y lo cierto es que esta temporada no iba a hacer una excepción. El RB20 sufría en el Circuito Urbano de Marina Bay mientras que los autos papaya volaban durante todas las pruebas libres junto con los Ferrari. Iba a ser un fin de semana muy complicado.
Llegó la clasificación y se confirmaron las sospechas al quedar Pérez eliminado en Q2 quedando en decimotercera posición. Las esperanzas de los toros rojos quedaron en manos de Verstappen, quien dio una cátedra de manejo colocando su monoplaza en segunda posición, sólo por detrás del McLaren de Norris que estaba en otra galaxia.
Lando por primera vez en su carrera deportiva llegó líder al final de la primera vuelta saliendo desde la pole position y llegó a formar una ventaja de unos insultantes treinta segundos con Verstappen, llegando incluso a darle dos besos a los muros que asustaron a los ingenieros en el box de la escudería de Woking. Los mensajes en la radio pidiendo al inglés que se calmara y trajera la máquina a casa funcionaron, ya que a pesar de que la distancia se redujo a veintiún segundos, Norris se llevó la victoria sin la vuelta rápida, ya que en la última vuelta Daniel Ricciardo le echó una mano a su buen amigo Max y le robó el giro más veloz de la carrera.
De esta forma llegamos a la recta final del campeonato. Verstappen ha salido vivo de estas dos carreras complicadas para su equipo al haber perdido solamente diez puntos de ventaja con Lando. Con el tiempo se verá si los errores del inglés en Bakú no le cuestan el campeonato, pero por el momento, el neerlandés es quien tiene la mano ganadora para conquistar la corona, ya que gracias al punto extra que le quitó Ricciardo a Norris en Singapur, si Max termina segundo en todas las pruebas que le restan a la temporada se convertirá en tetracampeón mundial.
A falta de casi un mes para la próxima carrera en Texas, la estructura dirigida por Christian Horner deberá sí o sí traer un paquete de mejoras que mejoren el rendimiento del monoplaza. McLaren no parará de traer actualizaciones que les garanticen hacerse con ambos títulos a final de año y Andrea Stella, Director de Equipo de los británicos, ha declarado que luego del dominio aplastante visto en Singapur, la misión de los hombres de naranja sigue en pie.
Con cincuenta y dos puntos de diferencia en el Campeonato de Pilotos y una situación complicada dentro del seno de la escudería, Red Bull deberá encomendarse al talento estratosférico de Verstappen, quien deberá batallar con los escasos recursos que dispone contra un rival que dispone de armas mucho mejores que las suyas.
Desde luego esta no es la temporada más dominante del holandés en la Fórmula 1, pero si a final de temporada se lleva el título cuando casi todo está en su contra, no habrá ninguna duda de que este es el año en el que se ha visto el nivel más alto de pilotaje de Max Verstappen.