Julian Williams expone el racismo que existe en el surf
Por Marc Fontrodona
Julian Williams, surfista semiprofesional afroamericano nacido en Hawái, está revolucionando el mundo del surf con su potente mensaje y su lucha contra el racismo. Williams es el protagonista del cortometraje MAKAI, dirigido por Loris Russier, en el que narra su experiencia en un deporte tradicionalmente dominado por personas blancas.
“El océano no es solo para ellos, es para todos,” afirma Julian en el corto, destacando su deseo de inspirar a jóvenes de diversas procedencias a perseguir su pasión por el surf. Sin embargo, el camino de Williams no ha sido fácil. Desde muy joven se enfrentó a discriminación y exclusión debido al color de su piel.
“Mi padre quería que jugara al baloncesto, pero todos mis amigos estaban en el agua y allí es donde yo quería estar,” cuenta Williams. A pesar de haber crecido en el paraíso de Hawái, no siempre lo sintió así. Para poder participar en eventos de surf, Julian recogía botellas en la playa, y a menudo era objeto de burlas y comentarios racistas. “Me llamaban Blacki Chan, me insultaban, se reían de mí,” recuerda con amargura. La discriminación lo hizo sentir como un paria, solo por el color de su piel.
El apoyo de su familia fue crucial, aunque insuficiente en algunos momentos. “Mi abuela es una de las nativas hawaianas, pero parece que no era suficiente,” comenta. Sin embargo, encontró en el surf una forma de conectar con sus orígenes y superar las adversidades. “El océano se convirtió en mi iglesia,” dice Williams.
La mudanza a Los Ángeles marcó otro capítulo en su evolución personal y profesional. Allí, encontró una comunidad en el Ebony Beach Club, donde trabaja para romper el estereotipo de que el surf es solo para blancos. Además asegura que “encontré mi amor y ahora me siento más orgulloso de mi color de piel y de mis raíces hawaianas”.
Julian Williams está decidido a convertirse en el primer surfista afroamericano profesional, un sueño que persigue con determinación. A través de MAKAI, Williams no solo expone las barreras del racismo en el surf, sino que también celebra la diversidad y la inclusión en este deporte. “Siento que la luz me ha encontrado,” concluye, con la esperanza de inspirar a futuras generaciones a seguir sus pasos.
Foto: Cortesía
Fuente: as.com