¿Cómo se consiguió aterrizar un vuelo en traje de alas sin paracaídas?
Por Marc Fontrodona
El 23 de mayo de 2012, Gary Connery, un experimentado paracaidista británico, logró una hazaña que parecía sacada de una película de ciencia ficción: aterrizó sin paracaídas usando un traje de alas (wingsuit). Esta proeza única, nunca antes realizada y no repetida desde entonces, se llevó a cabo en una pista de aterrizaje construida con miles de cajas de cartón. Ahora, el equipo de “People Are Awesome” ha decidido investigar científicamente cómo fue posible este aterrizaje sin precedentes.
En su programa “Theory of Awesome”, los presentadores Sophie Strand y Tres Dominguez entrevistaron a Connery y exploraron los aspectos técnicos y científicos detrás de su hazaña. Según Connery, el secreto residía en la precisión del vuelo y en la construcción de la pista de aterrizaje. “Siempre estaba buscando el siguiente gran desafío”, comentó Connery. “La idea de aterrizar sin paracaídas se convirtió en el Santo Grial”.
Para llevar a cabo su plan, Connery necesitaba una pista de aterrizaje capaz de absorber el impacto de su caída. Optó por cajas de cartón por su capacidad para amortiguar el golpe y permitir una cierta flexibilidad. Utilizó 18.600 cajas dispuestas en una estructura de 100 metros de largo, 12 metros de alto y 42 metros de ancho. “El cartón tenía que ser de una sola capa para proporcionar suficiente flexibilidad y evitar un impacto demasiado brusco”, explicó Connery.
El wingsuit de Connery le permitió reducir su velocidad de caída hasta 25 millas por hora (40 km/h), gracias a la mayor superficie de arrastre y sustentación del traje en comparación con una caída libre convencional. Además, momentos antes del impacto, Connery realizó una maniobra para frenar aún más su velocidad, ajustando su ángulo de ataque para maximizar la resistencia del aire.
El análisis de “Theory of Awesome” destaca cómo las fuerzas aerodinámicas - sustentación, arrastre y gravedad - jugaron un papel crucial. Sin la capacidad de generar empuje, el wingsuit depende de estas fuerzas para controlar la velocidad y dirección del vuelo. La estructura y disposición de las cajas de cartón también fueron clave, actuando como una zona de deformación similar a las usadas en la ingeniería automotriz para disipar la energía del impacto.
La proeza de Connery sigue siendo un hito en la historia de los deportes extremos. Aunque nadie ha repetido la hazaña, su éxito ha abierto un nuevo capítulo en la exploración de las capacidades humanas y la ciencia detrás de los deportes extremos.
Foto: Cortesía
Fuente: as.com