Teahupo’o roza la tragedia justo antes de los Juegos Olímpicos
Por Marc Fontrodona
Del 20 al 26 de julio, justo antes de que se celebre la prueba de surf de los Juegos Olímpicos en la famosa ola de Teahupo’o, los clasificados para los JJOO tendrán la ola a su disposición y en exclusiva para entrenar. Justo antes, pero, se ha mascado la tragedia. Byron McLoughlin, un joven fotógrafo australiano de 19 años, fue rescatado inconsciente del agua.
McLoughlin, oriundo de Sídney, se encontraba tomando fotografías sobre una tabla de bodyboard inflable y con casco cuando fue atrapado por una serie de olas de más de 2 metros. El surfista Michel Bourez lo vio y le regresó al canal, donde estuvo 30 minutos más con su cámara y, de repente y sin saber exactamente el motivo, apareció flotando boca abajo, inconsciente, con los labios morados y echando espuma por la boca. Entonces le rescataron el fotógrafo Ryan Craig y el bodyboarder Angelo Fararie, quienes actuaron rápidamente para salvar su vida.
Tim McKenna, otro respetado fotógrafo más veterano, publicó una imagen del rescate en su perfil de Instagram, agradeciendo la heroica labor de Craig y Fararie. McLoughlin fue trasladado de inmediato a un hospital local en Papeete, donde fue inducido a un coma médico para estabilizar su condición.
Dos días después, Byron despertó del coma y ya se encuentra fuera de peligro. Desde su cama de hospital, expresó su gratitud en las redes sociales: “No recuerdo mucho, pero estoy muy agradecido por todos los que me rodean, que estuvieron en el lugar y actuaron rápido”.
En un emotivo mensaje, McLoughlin advirtió sobre los peligros de Teahupo’o: “Le debo mi vida a los verdaderos héroes que me mantuvieron con vida... Teahupo’o no es una broma, es sin duda la ola más pesada del planeta. La seguridad es lo primero, y hay que permanecer en los botes cuando sea posible”.
A pesar de su juventud, McLoughlin ha fotografiado algunas de las olas más peligrosas del mundo. Este no es su primer incidente; hace dos años, casi se ahoga en Padang Padang, Bali, después de una sesión de fotos de seis horas. “Sabía que estaba en problemas, ya que era mi primera vez allí. Dos surfistas sudafricanos me ayudaron remando mientras sujetaba sus tablas”, recordó.
Fuente: as.com