ACABÓ LA TORTURA

Por Richard Méndez

El 2024 fue uno de los años más trágicos para los clubes de la Liga Futve a nivel de torneos continentales, donde los equipos venezolanos fueron humillados sin piedad alguna y expuestos a nivel del orbe futbolístico por la poca calidad del torneo local. Afortunadamente se acabó ya esta vergonzosa participación y ya no el fanático ni el futbolista tiene que seguir sufriendo el descalabro pernanente que han significado la Libertadores y la Sudamericana.

Los números de lo obtenido por nuestros equipos son pobres en producción y escalofriantes en funcionamiento. Los finalistas del la liga venezolana del año pasado (Táchira y Caracas) fueron tal vez los más alejados de lo que siempre se espera de los dos clubes más representativos del conglomerado de títulos del balompié de nuestro país, es por eso que alarma mucho más la imagen mostrada en Libertadores. Aurinegros y Rojos apenas pudieron sumar un punto cada uno, producto de un mísero empate en casa y de resto cinco derrotas siendo incapaces de siquiera competir en condición de local. Por otro lado, Metropolitanos que jugará la final del Futve ante Carabobo fue otro desastre y al igual que Caracas, Táchira y Rayo Zuliano apenas empataron un partido y perdieron cinco.

Las estadísticas aterran cuando vemos que Caracas terminó la ronda de grupos con un contundente golaverage negativo de menos dieciséis (-16), apenas mejor de el de Rayo Zuliano (-17), Metropolitanos (-13) y Táchira (-9) siendo el que mejor se defendió pero que igualmente no compitió en realidad. Los números dejan a los clubes venezolanos con solo cuatro (4) puntos obtenidos de setenta y dos (72) en disputa. Se empataron cuatro partidos y se perdieron veinte. La producción de goles apenas llegó a nueve (9) en veinticuatro (24) partidos y se encajaron setenta y tres (73) para un average sumado de los equipos venezolanos de menos sesenta y cuatro (-64).

Y tal vez los resultados no fuesen tan dolorosos aunque no hubo un club venezolano que no terminara último de su grupo, lo peor estuvo sin lugar a dudas en lo mezquino de la propuesta de cada equipo venezolano. La verdad es que se vieron tan débiles e ingenuos que la distancia con el resto del continente los hizo lucir como equipos amateur jugando en nivel elite. Hoy celebro que se ha terminado esta tortura a la que estuvimos expuestos todos, desde jugadores hasta fanáticos en un torneo que nos puso de rodillas ante el resto de Sudamérica.

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