Martín también gana los domingos
Por Mauro García Forti
Si hay un título que Jorge Martín se ha ganado a parte de su apodo “Martinator”, ese es el de “El Señor de los Sábados”. El piloto de Ducati siempre se ha destacado por ser uno de los más explosivos del paddock, demostrando un talento para ser rápido nada más subirse a la moto que le ha permitido llevarse una buena cantidad de pole positions y sobre todo por lo que se ha ganado el sobrenombre, ser el claro dominador del último formato que ha adoptado la categoría: el Sprint.
El año pasado, una victoria de Jorge en la carrera corta del sábado era casi un valor seguro. El madrileño ganó nueve de estas pruebas mientras que su rival por el campeonato, Pecco Bagnaia sólo se llevó cuatro. Al fin y al cabo estas pruebas duran muy pocas vueltas y los pilotos que son velocidad pura siempre tienen una pequeña ventaja.
No obstante, la ventaja de los sábados se convierte en desventaja, ya que esa manera de pilotar no funciona tan bien los domingos. Ya Martín en el pasado perdió carreras por un desgaste masivo de los neumáticos o por una caída al cometer un error forzando su pilotaje para dejar atrás a sus rivales. Mientras que Bagnaia, tan preciso como una calculadora, consiguió revertir el cara a cara contra su rival los domingos venciendo más carreras y finalmente ganando el campeonato.
Por esta razón, el Gran Premio de Qatar de MotoGP de esta temporada nos recordó tanto al año pasado. Una vez más Martín voló en la Sprint y se llevó la victoria, pero el domingo el campeón del mundo volvió a hacer de las suyas y con una salida espectacular se puso líder y de manera magistral estableció una distancia que nadie pudo deshacer, llevándose una victoria merecida luego de haber demostrado un dominio incontestable durante la prueba.
Martín finalizó tercero y volvió a ver los fantasmas del 2023, pero en Portugal el madrileño no iba a dejar que las cosas se quedaran así.
El piloto del Pramac Racing no logró la pole position y no tuvo la Sprint más fácil, ya que tuvo que combatir en todo momento contra Maverick Viñales y Marc Márquez. Bagnaia lideraba la prueba, buscando aumentar su ventaja en el mundial, pero un error en la frenada de la curva 1 lo dejó fuera del podio del sábado. Con el error del italiano, Viñales vio la oportunidad y llevó a su Aprilia a la victoria tras aguantar a Martín y Márquez, quien acabó pasando a su compatriota con una maniobra arriesgada en la última vuelta.
Con ese tercer lugar, Jorge había recortado distancia y el domingo era el día para mostrar sus intenciones para esta temporada y la siguiente. No sólo por el hecho de que quiere la revancha contra Pecco, sino que este es su último año en su equipo actual y el puesto en el equipo oficial de Ducati que actualmente ocupa Enea Bastianini todavía no se ha adjudicado para 2025.
Por este motivo es que Martín se ha esforzado por pulir sus debilidades este nuevo año y en la carrera lo demostró, poniéndose líder desde la primera curva. Con una gestión de carrera perfecta y un ritmo incontestable, el madrileño se llevó la victoria con una gran autoridad para demostrar que no sólo su moto ha cambiado de colores este año, sino que estamos viendo una versión más completa del número 89 que ahora mismo es el nuevo líder del campeonato del mundo.
Todavía queda un mundo por delante hasta llegar al final de esta temporada, pero no podemos no pensar en que Martín es un fuerte candidato para llevarse el título ¿Será finalmente éste su año?