Análisis de Dragon’s Dogma 2: el GOTY de 2024 ya tiene nombre propio
Por Marcos Wagih
Más de una década después, cuando vi el logo de Dragon's Dogma 2 aparecer en mi pantalla, sentí muchas cosas, y es que parecía que este día no llegaría nunca. Durante mucho tiempo, los fans del JRPG aguardamos con paciencia el regreso del Arisen, disfrutando entre medias de algunas producciones, como la serie de Netflix de 2020. Sin embargo, no era suficiente. Ni mucho menos. Queríamos algo más y en Capcom eran perfectamente consciente de ello.
Por suerte, no se dejaron llevar por las prisas. Bien liderados por Hideaki Itsuno -el también director de la primera entrega y nombre importante de otras sagas tales como Devil May Cry-, nos ha demostrado que, cuando las cosas se hacen con cariño y paciencia, suelen salir bien. En el caso de Dragon's Dogma 2 tenemos la suerte de poder decir que «salir bien» es quedarse muy, muy corto, puesto que estamos ante un auténtico juegazo.
Tanto es así que podríamos estar ante el GOTY de 2024. Por supuesto, sigue muy pronto para hablar, más todavía teniendo en cuenta que este primer trimestre nos ha dejado con otros grandes videojuegos, como Final Fantasy VII Rebirth, mi otro gran favorito para el premio. Sea como fuere, siendo plenamente consciente de que el año es muy largo y que todavía nos queda mucho por delante, Capcom ha presentado su candidatura con un auténtico monstruo. Con estas palabras ya os podréis imaginar lo mucho que me ha gustado, aunque todavía nos he dicho por qué.
Dragon's Dogma 2 es incluso más de lo que esperábamos
El motivo más importante es que Hideaki Itsuno y los suyos pusieron el desarrollo de Dragon's Dogma 2, incluso afirmando que su mundo era tan bonito que no era necesaria una montura para disfrutar de sus paisajes y de su exploración. Cuando les escuché decir esto, al tiempo en que denostaban los viajes rápidos (tal y como desveló en una entrevista para IGN), no supe qué pensar. Hoy tengo que reconocer que tenían toda la razón del mundo, puesto que lo han clavado en muchos sentidos.
Además de integrar un sistema de viajes rápidos realmente funcional que nos hace medir muy bien los movimientos entre ciudades al tener que gastar recursos, han diseñado un mundo realmente atractivo y coherente. Por ejemplo, si quieres ir entre pueblos, puedes contratar una caravana y dormir mientras vas de un lugar a otro, pero siempre tienes el riesgo de que un monstruo o una banda de bandidos asalten el carro y tengas que despertarte con la espada entre los dientes.
Este solo es un pequeño detalle con el que quiero expresar una idea: el diseño del mundo es muy inteligente. Cada gruta, cada asentamiento, cada campamento bandido y cada bosque muestran una hábil mezcla entre secretos y rutina, dejándonos fantasear con un cofre del tesoro legendario al tiempo en que asumimos que no todo tiene porque ser una sorpresa mayúscula. Así pues, una vez te acostumbras, asesinar goblins se torna en rutina, pero siempre con la guardia alta, puesto que hasta los enemigos más débiles te pueden dar una sorpresa.
En resumen, que he disfrutado mucho con la exploración gracias al diseño de sus escenarios. Sin más, el mapa de Dragon's Dogma 2 es una locura, en el buen sentido. Además, es gigantesco, por lo que ya os aviso que vais a tener horas, horas y horas de contenido. ¿Lo mejor de todo? Que aunque también tendremos las típicas y repetitivas misiones secundarias de toda la vida, también contaremos con un montón de tareas mucho más originales. O lo que es lo mismo, se nota que le han dado peso narrativo a las historias que se salen fuera de la campaña principal.
Esto es algo que vemos, por ejemplo, en muchos NPC. Además de que muchos de ellos pueden morir y desaparecer de la escena (a muchos de ellos podemos revivirlos, eso sí), he sentido que tienen verdadera personalidad. Lo único malo es que como yo he jugado sin el parche del día 1, he registrado algunos bugs un tanto molestos. El peor de todos hizo que un determinado secundario importante se quedase varado en su dormitorio, teniendo que tirar de un guardado muy anterior y perdiendo un par de horas de juego en el proceso.
No obstante, sé que este tipo de salvedades, así como el rendimiento en las ciudades (en PC la tasa de frames por segundo baja mucho, pero es algo de lo que son conscientes y que se arreglará, en teoría, el día de lanzamiento con su primer parche) estarán mayormente corregidas. El caso es que, incluso con estas salvedades, he disfrutado como un auténtico enano en el que podría ser uno de los RPG más potentes de la última década.
Y es que hay más. Si juntamos esos escenarios tan bien diseñados y esa exploración tan bien cuidada con la importancia de no pocos NPC a su adictiva jugabilidad o su gran narrativa, pues nos queda una experiencia realmente redonda. Respecto a la primera, lo que os vais a encontrar es con un mundo de magia y espada en donde podremos escoger una vocación que determine nuestras capacidades. Puedes ser un mago, un guerrero, un pícaro, un arquero... y evolucionar.
Lo interesante de Dragon's Dogma 2 es que, además de tener un editor de personajes simplemente demencial, con decenas de posibilidades y un potencial descomunal, podemos personalizar nuestro estilo de juego de muchas formas muy diferentes. A grandes rasgos, habrá varias clases básicas con las cuales iniciar nuestra aventura y, tras cumplir ciertos requisitos, podremos acceder a otras más avanzadas. Lo interesante es que no solo podremos cambiar de vocación cuando queramos, sino que hay algunas que hasta te permiten combinar magia y combate cuerpo a cuerpo de maneras muy, muy originales.
Hablamos, por lo tanto, de un juego de rol realmente versátil en donde gran parte del límite recae en nuestra imaginación. Eso sí, ¡ojo cuidado con la dificultad! A diferencia de la mayoría de RPG convencionales, Dragon's Dogma 2 no solo es un tanto complicado, sino que, además, nos deja muy claro desde el primer momento que hay criaturas mucho más poderosas que nosotros. O lo que es lo mismo: no tengas miedo de correr cuando sientas que no puedes más. Sumándole al proceso la necesidad de descansar cada cierto tiempo para recuperarnos de nuestras heridas, logra hacer que sintamos que somos una suerte de elegido, pero uno que debe tener cuidado con un mundo plagado de peligros.
Lo mejor de todo es que, aunque es un juego bastante complejo y con mucho trasfondo, no te pedirá demasiado tiempo a la hora de diseñar tu personaje, porque el sistema de niveles es automático. En lo que más tendrás que invertir es en construir tu builds u obtener ciertas armas, en crear una party funcional y buscar peones (el juego es single player y puedes contratar NPC para que te acompañen en tus viajes) que se combinen bien contigo. Si a esto le sumamos que dispone de un worldbuilding muy rico en detalles, nos queda un RPG realmente bueno.
Y aunque a veces puede costar seguirle el ritmo al combinar las secundarias con la principal en un mundo tan grande sin viajes rápidos a botón, lo cierto es que el resultado final es muy satisfactorio. Personalmente, Dragon's Dogma 2 es un auténtico indispensable. Inclusive, me aventuraría a decir que es una obra maestra en el mundo de los RPG que sabe diferenciarse de todos los demás mediante una construcción tan única y personal que, para encontrar algo parecido, toca ir a Dragon's Dogma 1. Juegazo, no, lo siguiente.
Foto: Cortesía
Fuente: marca.com