NO SOMOS ANGELITOS
Por Richard Méndez
Esta semana de eliminatorias se hizo mucho ruido con todo lo que aconteció en Maracaná y en el Nacional de Lima, con nefastas actuaciones policiales y un sinfín de pequeños detalles previo a la disputa del partido. Cubrí por varios años las clasificatorias mundialistas en Conmebol y me tocó ser testigo de muchas cosas que se acostumbran en el continente para incomodar al rival y hacerle un poco incómoda la visita.
Lo que sucedió esta vez se viralizó porque en otros tiempos no se le daba tanta importancia desde los medios y tampoco desde la sociedad que hoy en día es reaccionaria a la secuencia de videos en redes sociales que llevados por el algoritmo terminan apareciendo en nuestro celular uno tras otro sin parar. Todos opinamos y no sentimos indignados por el maltrato a los nuestros en el extranjero.
La verdad es que no en Perú suceden cosas rechazables, también ocurren en diferente forma y menor medida en el resto de países que forman la Conmebol, incluso Venezuela ha hecho alguna travesura como encender los aspersores de agua, apagar las luces del estadio cuando el rival reconoce cancha o hasta dejar llevar una vigilia al hotel del visitante para no dejarles dormir. Es algo que lleva tanto tiempo arraigado que va a costar mucho poder acabarlo a menos que las autoridades que rigen el fútbol se decidan a sancionar con mecanismos efectivos a las federaciones que siendo locales sus fanáticos y seguridad actúen de manera negativa.
FIFA tiene unas normas disciplinarias que por lo general son mecanismos poco efectivos cuando el castigo es pagar una multa o dejar algún partido sin público, por eso las reincidencias se observan tras cada eliminatoria sin que se corrija de fondo, Las sanciones deben ser ejemplares y dar donde duele más al infractor, como sería quitar los puntos y otorgarlos al otro equipo perjudicado. Sin duda esta sería una medida drástica que haría que las mismas autoridades cuiden cada detalle para que no queden expuestas como de costumbre.
Si tanto nos queremos parecer a Europa es bueno empezar a elevar nuestro nivel fuera de la cancha y para ellos Conmebol debería ser la primera interesada en que las cosas se desarrollen bien y no lavarse las manos porque el fútbol del continente es su negocio.
