Llegó el último asalto
Por Mauro García Forti
El año se acaba y el Campeonato del Mundo de Motociclismo llega por fin a su cita final con el último título mundial todavía por decidirse, el de MotoGP.
Hace unas semanas en el Gran Premio de Malasia Pedro Acosta se convirtió en campeón del mundo de Moto2 luego de un año soberbio en el que su regularidad y su consistencia le ha permitido dominar a placer el campeonato durante todo el año, siendo esta una despedida perfecta para subir el año que viene a la GasGas de MotoGP.
El fin de semana pasado y de una manera muy polémica, Jaume Masiá se coronó campeón mundial de Moto3 al ganar la carrera del domingo pasado, pero las formas en las que adelantó a su rival por el campeonato Ayumu Sasaki, lanzando su moto contra la del japonés en la maniobra y haciéndole perder puestos. Además de esta táctica tan reprobable, Fernández, compañero de equipo de Masiá condujo de manera temeraria, poniendo en riesgo la carrera de Sasaki cada vez que se le acercaba. Pero sea como sea, el campeón de la categoría pequeña también está coronado. Ahora sólo faltan los más grandes.
Luego de una carrera en Catar en donde Bagnaia contestó contundentemente a la victoria de Martín en la Sprint. El italiano arrancó perfecto y lideró hasta que Fabio Di Giannantonio lo cazó y lo pasó a pocos giros del final, Pecco intentó recuperar el liderato, pero cometió un error que lo hizo pasarse de frenada y casi irse al suelo, algo que casi provoca un infarto general en el box de Ducati.
Con este susto, el turinés se conformó con el segundo puesto, cosa que le benefició mucho teniendo en cuenta la desastrosa carrera de Martín quien sufría con su neumático trasero, que se sospecha que pudiera ser defectuoso, pues el madrileño solamente pudo ser décimo, perdiendo catorce puntos con respecto a Bagnaia, quien llega al Circuito Ricardo Tormó como favorito al estar veintiún puntos por encima en la clasificación.
Podría parecer que todo está cantado para que el italiano triunfe, pero hasta él mismo sabe que esto no se ha acabado. A ambos contrincantes les espera un circuito que es una verdadera trampa para los sueños de campeonar, cualquier tropiezo para cualquiera de los dos será definitivamente el final.
Por si esto no fuera suficiente presión para el italiano, en las tribunas el color que va a dominar no va a ser el rojo de su Ducati, sino el violeta de Jorge, quien corre en casa y tendrá a todo el público alentándolo para que logre la gesta de su vida.
Y si alguien piensa que veintiún puntos son demasiados, la historia ya nos ha dado el ejemplo de que todo puede ocurrir hasta el banderazo final. Si no que se lo digan a Valentino Rossi, que en 2006 con el título casi en la mano se fue al suelo y fue Nicky Hayden cuando nadie lo esperaba el que se llevó la corona de vuelta a Estados Unidos.
Quedan treinta y siete puntos todavía por disputarse en esta trepidante temporada y todo está en el aire ¿Resistirá la presión Bagnaia para llevarse su segundo campeonato del mundo de MotoGP o por el contrario será Martín el que selle su nombre en La Torre De Los Campeones por primera vez?