Verstappen y la maldición de Monza
Por Mauro García Forti
Si se articula la palabra “Fórmula 1” en este 2023, la primera palabra que seguramente venga a la cabeza de muchos seguramente será Verstappen. El neerlandés va lanzado hacia su tercer título mundial. Con una máquina que está aplastando a la competencia y un compañero de equipo que no ha sido una amenaza, Max ya ha igualado la racha histórica de nueve victorias consecutivas de Sebastian Vettel en 2013 y Alberto Ascari en 1953 y en Monza tendrá la oportunidad de lograr el récord absoluto.
No obstante, tendrá que lidiar con el curioso dato que los fanáticos han llamado “La Maldición de Monza”. Y es que desde que Charles Leclerc consiguiera aquella mágica victoria delante de los “Tifosi” en 2019, cada ganador del Gran Premio se retira de la carrera el año siguiente.
Le pasó a Leclerc en el 2020 al perder el control de su Ferrari en la curva Parabólica e impactar contra las protecciones a gran velocidad, provocando el coche de seguridad que le daría la victoria en bandeja a Pierre Gasly ese año.
Al año siguiente la maldición con el francés se repitió al estrellarse este en la Curva Grande en el Sprint celebrado en el Gran Premio de 2021. McLaren y Daniel Ricciardo triunfarían, consiguiendo la escudería británica un doblete al llegar Lando Norris segundo. De esta manera, Ricciardo sería el próximo en el punto de mira de la curiosa estadística. Y dicho y hecho, el año pasado el motor de su monoplaza dijo basta, apagando de esta forma la casi eterna sonrisa de Daniel.
Verstappen consiguió vencer a los Ferrari el año pasado, logrando así su primera victoria en Italia y rompiendo su maleficio personal con el país transalpino, ya que nunca había tenido buenos resultados en la “Pista Mágica”.
Ahora estará en sus manos destruir otra estadística más, pero para lograrlo deberá derrotar a una Ferrari que ha hecho de Monza su bastión. Los bólidos rojos, empujados por los vítores y los cánticos de su hinchada, llegaron a su casa decididos a conseguir un gran resultado y ya en la clasificación demostraron que no van a poner las cosas fáciles al lograr Carlos Sainz la pole position en el último momento por trece milésimas sobre Verstappen y con Leclerc justo por detrás del holandés, cosa que en la arrancada no será nada cómoda.
Todo podría indicar que Max tiene la mano ganadora, ya que el RB19 no tiene rival, pero nunca hay que descartar a los de Maranello en una pista con tan poco carga aerodinámica y con toda la marea roja alentándolos desde las tribunas.
Las luces están a punto de apagarse y todo está listo ¿Podrá Verstappen vencer a la maldición y conseguir la décima victoria consecutiva?