Así ha transformado la tecnología punta la competición más antigua del mundo
Por Diana Arrastia
Está el mismo espíritu, pero no la misma tecnología. Y es que nada tienen que ver los barcos “voladores” de la 37 America’s Cup con los que, hace 172 años, se disputaron por primera vez en la inglesa isla de Wight, el trofeo internacional más antiguo del mundo. George Schuyler, miembro del sindicato de propietarios de la goleta America, en representación del New York Yacht Club, compitió contra 14 barcos del Royal Yacht Squadron. La America ganó, con 8 minutos de ventaja sobre el rival más cercano.
“Aquellos barcos eran, obviamente, robustos, capaces de ir casi mar adentro y rodear la costa, mientras que los de ahora son increíblemente modernos y probablemente van unas 15 veces más rápido”, explica Ray Davies, entrenador del actual defensor de la America’s Cup, el Emirates Team New Zealand, que representa al Royal New Zealand Yacht Squadron.
La destreza humana, el mar y la máquina se darán cita de nuevo de agosto a octubre de 2024 en Barcelona. Será en torno al Port Vell y a lo largo de la playa hasta el Port Olímpic de la ciudad condal. “Una de las diferencias de venir a Barcelona es poder navegar justo enfrente de la playa, así que vamos a acercar la regata todo lo que podamos a la gente, porque va a ser un espectáculo increíble. Como la foto, con el telón de fondo de Barcelona. Creo que esta America's Cup va a alcanzar un nivel mayor de repercusión del que hemos visto hasta ahora”, destaca Davies.
Primera parada: Vilanova i la Geltrú
Antes habrá dos regatas preliminares para ir calentando motores y la primera también se queda en casa: se disputará los próximos 14 y 17 de septiembre en Vilanova i la Geltrú. La segunda la acogerá Jeddah, en Arabia Saudí, del 29 de noviembre al 2 de diciembre. El 22 de agosto de 2024 es el día que marcará el inicio del programa del evento de la 37 America's Cup en Barcelona.
Una regata que será histórica porque significa el estreno de la Puig Women's America's Cup y el retorno de la Youth America's Cup. Ambos eventos serán cruciales para el futuro de la vela al más alto nivel y mostrarán el talento femenino y a la próxima generación de navegadores en el trofeo deportivo internacional más antiguo. Por primera vez en la competición, doce países se disputarán la victoria en ambas categorías con barcos AC40, entre el 26 de septiembre y el 16 de octubre de 2024 en la ciudad condal.
También en Barcelona se celebrarán la prueba preliminar final y las Challenger Selection Series, que determinarán qué equipo se enfrentará al Defensor, el Emirates Team New Zealand. Desde el 12 de octubre de 2024 tendrá lugar el America’s Cup Match en el que el primer equipo en alcanzar siete triunfos será el vencedor.
El singular formato de la competición hace que el defensor del trofeo tenga automáticamente derecho a competir en el final match. Los equipos confirmados que lucharán para enfrentarse al Defensor son INEOS Britannia, del Reino Unido; Alinghi Red Bull Racing, de Suiza; Luna Rossa Prada Pirelli, de Italia; American Magic New York Yacht Club, de Estados Unidos; y el Orient Express Racing Team de Francia.
"La parte más desafiante de la America’s Cup, es entender la enorme diferencia entre ganar y perder. Solo hay dos barcos, así que todo se reduce al que se lleva la gloria"
Ray Davies
“Tenemos seis equipos desafiantes, pero en la regata final sólo hay dos barcos. Los Challengers lucharán entre sí y tendrán una competición separada, y el ganador de esa serie competirá contra nosotros, el Defender. Es una batalla de uno contra uno”, matiza Davies.
Sobre cuál es la parte más desafiante de la America’s Cup, Davies lo tiene claro: "entender la enorme diferencia entre ganar y perder. Solo hay dos barcos, así que todo se reduce al que se lleva la gloria y decide qué dirección toma la competición en el futuro, lo cual es una gran responsabilidad". Y es que, se trata de la cita deportiva internacional más antigua -se remonta a 1851-, de modo que "el Defensor tiene la responsabilidad de asumir ese legado y llevarlo en la dirección que quiera”, subraya Ray Davies. La America’s Cup es la regata sin segundo puesto. O se gana o se pierde.
Veleros diseñados para “volar”
La victoria dependerá tanto de la tecnología como del factor humano. La primera viene de la mano de los AC75, que son la cumbre de los monocascos, capaz de volar sobre la superficie del agua a velocidades superiores a 50 nudos gracias a sus hidroalas (hydrofoils). Creados para la 36 America’s Cup, suponen un salto tecnológico con respecto a los barcos convencionales, no en vano los llaman “la Fórmula 1 del mar”.
Disponen de una técnica de navegación que se asemeja al vuelo de un avión. Las hidroalas los elevan sobre el agua y les permiten generar tanto impulso que navegan cuatro veces más rápido que el viento. Para la 37ª America’s Cup, la segunda generación de AC75 será aún más rápida, con hidroalas más anchas, peso más ligero y mejoras en todos los aspectos.
“La America’s Cup es ahora, en gran medida, una carrera tecnológica. Se trata de tener la mejor comprensión de las hidrodinámicas y también de lo que sucede en el aire y de la relación entre esas fuerzas. Estás equilibrando lo que está sucediendo bajo el agua con las hidroalas, sacando el barco del agua y deslizándolo de la manera más eficiente posible. Y, luego, estás tratando de conducir todo eso con el viento empujando el barco", desgrana el entrenador del Emirates Team New Zealand.
A medida que los barcos van más rápido, las pequeñas diferencias marcan una gran desigualdad en el rendimiento, por lo que, "en última instancia, el barco más rápido ganará. Y eso se consigue, sobre todo, gracias a las aportaciones que hacen los regatistas a los diseñadores sobre cómo sienten el barco, haciendo pequeños cambios en él para hacerlo cada vez más rápido. Diseñamos y construimos el barco nosotros mismos durante dos años. En realidad, quien gana es el equipo de diseño y navegación que mejor ha trabajado conjuntamente”, añade.
Los atletas: casi todo está en sus manos
Pero, a pesar del papel que juegan la tecnología y la innovación en la posible victoria de la regata, el factor humano resulta increíblemente importante. “Simplemente, por las relaciones entre los miembros del equipo. No es solo una regata, es un largo maratón que tenemos que correr, manteniendo al equipo unido y trabajando juntos durante mucho tiempo, obviamente, con familias viajando desde cualquier parte del mundo. Por lo tanto, el aspecto humano es muy clave. Al fin y al cabo, compitiendo en el barco, solo hay personas mirando al viento en el agua y decidiendo en qué dirección navegar el barco para que vaya más rápido”.
Aunque cada equipo participante puede estar formado hasta por 200 personas, la tripulación de la America’s Cup consta de ocho. “Tienen funciones muy diferentes. Cuatro de ellos son principalmente el motor del barco. Son atletas extremadamente rápidos y tienen una forma física más ciclista. Así que nos hemos alejado del trabajo tradicional de los grinders y estamos usando los músculos más grandes de las piernas. Nuestros cyclors, como los llamamos, pasan todo el tiempo en el gimnasio para ponerse lo más en forma posible. Están en una cabina muy confinada, con muy poco espacio a su alrededor y mucho calor. Sus ritmos cardíacos son elevados y trabajan extremadamente duro", describe Davies.
En relación a los otros roles, "hay un par de timoneles a cada lado del barco y gente controlando las velas y los foils. Son funciones muy técnicas y se encargan de equilibrar el barco y las fuerzas para obtener el máximo rendimiento. Todos los miembros del equipo llevan auriculares y hay mucha comunicación. Es fundamental que sea precisa y exacta”.
El compromiso con mares y océanos
La sostenibilidad también juega un papel relevante en la 37 America’s Cup en su acuerdo con World Sailing para invertir en proyectos comunitarios locales como parte de la Economía Azul de Barcelona, que utiliza un modelo de desarrollo sostenible en el sector marino con el fin de generar resultados económicos y sociales positivos, al mismo tiempo que protege los valiosos ecosistemas marinos de la región.
También se desarrollará la “Carta de Sostenibilidad AC37” que definirá los compromisos del evento en esta materia, en línea con la Agenda 2030. En esta nueva edición, ya es requisito obligatorio que todos los equipos utilicen barcos de apoyo Cero Emisiones con motor de hidrógeno y dotados de hidroalas.
La sostenibilidad también juega un papel relevante en la 37 America’s Cup en su acuerdo con World Sailing para invertir en proyectos comunitarios locales como parte de la Economía Azul de Barcelona
“La sostenibilidad es muy importante, nos apasiona el océano y cuidarlo. Hay muchas áreas en las que nos sumergimos. Una de ellas, es el barco de apoyo propulsado por hidrógeno y con hidroalas. Somos empresas innovadoras y tenemos la capacidad, gracias a nuestros increíbles equipos de diseño, de aportar más al mundo en materia de sostenibilidad que una simple regata. Así que hemos desarrollado un barco de apoyo con motor de hidrógeno verde, cero emisiones, pero capaz de hacer 50 nudos de rendimiento. Cada equipo debe tener uno de estos barcos. Queríamos hacer mucho más que limpiar las playas y ese tipo de cosas sencillas. Queríamos utilizar nuestros equipos de diseño para mostrar realmente lo que se puede hacer. Y eso es, en gran medida, también nueva tecnología”, celebra Ray Davies.
Foto: Carlo Borlenghi
Fuente: www.mundodeportivo.com