ÁNGEL GUZMÁN: “QUIERO SEGUIR ENSEÑANDO BÉISBOL TODA MI VIDA”
Por Nelson Muñoz
@nelsonrafael013
El 26 de abril de 2006, los Cachorros enfrentaban a los Marlins en el Wrigley Field de Chicago. Unos Cachorros que alinearían a Ronny Cedeño en el campocorto y a Henry Blanco en la receptoría. Pero más allá de eso la noticia antes del choque para los venezolanos sería el debut de uno de los prospectos del pitcheo más vistosos de la época, Ángel Guzmán quien se estrenaría como abridor y que además haría batería con Blanco, un catcher de alta experiencia.
El derecho debía enfrentar a unos Marlins que contarían con Miguel Cabrera en su cuarto año y como tercer bate. Ese primer episodio de aquel 26 de abril, lleno de incertidumbre y emoción, Guzmán comenzó permitiendo un sencillo de Hanley Ramírez, pero después Alfredo Amezaga batearía una línea que Cedeño decaptitaría y convertiría en dobleplay. Sin embargo el inning no se acababa y enfrentaría a “Miggy”, quien le sonó un triple hacía la banda contraria. Luego con una curva golpearía a Josh Willingahm en la cabeza y quedarían hombres en primera y tercera para enfrentar a Mike Jacobs. La tensión seguía al máximo en ese primer tramo.
Sus rectas rondaban las 96 MPH y con su 37 en la camiseta Guzmán ponchó a Jacobs para acreditarse su primer ponche y su primer cero en las mayores. De seguro un capítulo que jamás olvidará. Al final el derecho cargó con la derrota, al lanzar cinco innings, con tres carreras permitidas y cinco strikeouts.
Guzmán ese año terminó con marca de 0-6 y una efectividad de 7.39, realizando 10 aperturas y cinco relevos. Se mantuvo en MLB hasta 2009 con altas y bajas, terminando con récord de 3-10, dejando ERA de 4.82 en 88 desafíos, con un salvado y 143 ponches, de los cuales nos cuenta que el más difícil fue abanicar a Barry Bonds.
Desde aquel debut han pasado 17 años y Guzmán, quien nació en Caracas, se dedica ahora a enseñar a los jóvenes talentos del béisbol de Dream Team Baseball Academy, a no solo ser buenos peloteros, sino mantener constancia para poder lograr sus objetivos de llegar a las Grandes Ligas.
Cuéntanos un poco lo que significa este nuevo rol de preparar a estos jóvenes.
Es muy gratificante. Primero porque he jugado béisbol toda mi vida, tuve la oportunidad de jugar en MLB y experimentar lo que es transmitirle a los jóvenes, lo que necesitan, para ser grandeliga es algo que quiero hacer por mucho tiempo.
Ángel cuando yo jugaba béisbol, siempre había un mito en las ligas infantiles que no debían lanzar curvas, ni pitcheos quebrados, porque se van a dañar el brazo.
¿Ese mito sigue vigente? Porque el béisbol ha cambiado tanto. Vemos chamos de 13 y 14 años haciendo de todo, incluso lanzando por encima de las 90 millas.
Voy a hablar según mi experiencia propia. Cuando tu expones a niños de 6 a 10 años a tirar pitcheos quebrados, curvas, (que es lo que más afecta), creo que se debe tomar una mejor decisión al respecto. Tomar conciencia que los niños todavía no tienen los músculos desarrollados. Las coyunturas todavía están en pleno crecimiento, entonces yo no soy partidario de forzarlos a llevarlos a hacer esos pitcheos.
¿A qué edad crees tú que puedan empezar?
A la edad de 11-12 años, en pre junior y junior, ya puedes inculcarle que es lo que necesitan hacer para desarrollar tu pitcheo quebrado adecuadamente. Igual las lesiones están siempre latentes para cualquier atleta. Pero con la respectiva indicaciones se pueden minimizar las lesiones y que empiecen a desarrollar el brazo.
¿Cómo se mide el talento de uno de estos jóvenes, más allá de una recta potente? ¿Qué más busca un coach como tú, busca trabajar para que se mantengan en el tiempo?, porque el pitcher es una de las posiciones se extingue más rápido.
En lo que he visto en mi carrera como técnico, he visto que el pitcher venezolano tiende a desarrollarse tarde, a aumentar las millas, de kilos y adquirir la fuerza en el brazo que tu necesitas para dar el brinco a la pelota profesional. Por eso, de mi parte, trato siempre de cuidarle el brazo a mis pupilos. Esto es lo más importante. Una vez empiezas a desarrollar millas, el cuerpo debe estar adaptado a la rapidez del brazo. Son características que deben venir una con la otra, entrenar y descansar.
