Felipe Massa busca cambiar la historia quince años después
Por Mauro García Forti
La temporada 2008 de la Fórmula 1 nos dio uno de los campeonatos más emocionantes de la historia con una batalla entre el brasileño Felipe Massa, que pilotaba para Ferrari y el británico Lewis Hamilton, que disputaba su segunda temporada en la competición liderando a una McLaren que buscaba conseguir el título que se les había escapado el año anterior.
Fue una lucha que duró toda la temporada, pero al final en Brasil, última carrera del año, Hamilton lideraba el campeonato por seis puntos de diferencia. Massa buscaría obrar el milagro y ganar el campeonato delante de su público y, como suele pasar, una temporada tan increíble no podía no tener un final histórico y seguramente este es uno de los más recordados, ya que el mundial no se resolvió hasta la última curva de la carrera, en la cual Hamilton pasó a un Timo Glock que patinaba por la lluvia para conseguir su primer mundial por un punto de diferencia cuando ya en el box de Ferrari celebraban el título de Massa, que había ganado la carrera.
El caso es que, en esos momentos, el resultado final de la temporada quedaba sellado sin que ninguna polémica aparente hiciese acto de presencia. Sin embargo, en el verano de 2009, Nelson Piquet Jr. declaró luego de ser despedido de Renault ante la FIA que los altos cargos de su equipo, encabezados por Flavio Briatore y Pat Symonds lo obligaron a chocarse en una curva específica del circuito para darle la victoria a Fernando Alonso, su compañero de equipo. Ante esta increíble acusación se abrió la investigación de uno de los grandes escándalos de este deporte, que acabaría recibiendo el nombre de “Crashgate”.
Finalmente, Briatore fue vetado de por vida (sanción ya revocada) y Symonds sancionado varios años, perdiendo Renault a gran parte de sus patrocinadores en aquella temporada.
Parecía que todo se había calmado y que el caso se quedaría guardado en los expedientes, pero una entrevista en la que Bernie Ecclestone, antiguo dueño de la F1, revelaba que tanto la competición como la FOM, organización que se encarga de llevar a cabo las retransmisiones de los Grandes Premios conocían la conspiración de Renault, pero no se hizo nada para evitar otro gran escándalo que al final terminó ocurriendo de todas formas.
Y justamente este es el punto culminante del suceso que está pasando ahora mismo, ya que quince años después de haber perdido el campeonato, Felipe ha reunido a un equipo de abogados de diversos países para presentar un recurso formal ante la Federación Internacional del Automóvil y la Fórmula 1 en el que se solicita que se revoque el resultado de ese campeonato ya que si se hubiese eliminado la clasificación final del Gran Premio de Singapur, escenario de la polémica en donde Massa se retiró al haber un fallo en un pit stop en donde se quedó enganchada la manguera de combustible y Hamilton terminó tercero , el expiloto de Ferrari, Sauber y Williams habría ganado el campeonato y todo sería muy diferente hoy en día.
Para empezar, Hamilton sería hexacampeón del mundo en lugar de heptacampeón, Fernando Alonso estaría persiguiendo la victoria treinta y dos en lugar de la famosa treinta y tres, Kimi Raikkonen dejaría de ser el último campeón con Ferrari hasta la fecha y habría que retrasarnos hasta 1999 para ver al último Campeonato de Pilotos de McLaren.
Además de pedir que se le nombre campeón del mundo, también reclama una compensación económica de varias decenas de millones de dólares, pues, al fin y al cabo, entre ser campeón del mundo y ser subcampeón hay una enorme diferencia.
Que le quiten el título a Hamilton parece imposible viendo los años que han transcurrido desde entonces y por el hecho de que el Código Deportivo de la FIA sólo admite protestas hasta cuatro días antes de la Ceremonia de Premios de la misma organización, además que si esto ocurre podríamos ver más casos de reclamación de títulos perdidos por escándalos, cosa que no interesa ni a la Federación Internacional ni a la categoría.
Con respecto a la indemnización, es más viable ver una sentencia favorable al brasileño, pero para eso habrá que esperar a las próximas novedades del caso.
Lo de Felipe es un acontecimiento histórico, ya que es la primera vez que se solicita la revocación de un título mundial y con un intervalo de tiempo tan grande. Quizá muchos pensemos que el resultado de un mundial se debe decidir siempre en la pista, pero en estas circunstancias, la decisión de Massa de buscar la justicia en los tribunales como víctima de una conspiración es una maniobra arriesgada que puede salirle o muy bien o terriblemente mal, ya que su imagen pública podría verse afectada, sólo el tiempo dirá en qué acaba todo esto.