Honda y Aston Martin, juntas para acabar con Red Bull
Por Mauro García Forti
Luego de que Red Bull y Honda hace unos meses hicieran oficial que su exitosa pero extraña alianza llegará a su fin al final del 2025, una ola de preguntas apareció entre los fanáticos y los medios especializados.
Red Bull se unirá a Ford para fabricar sus motores para el nuevo reglamento de 2026 y a la vez Honda ya se había inscrito como motorista para ese mismo año, por lo que estaba claro que los japoneses tendrían un nuevo socio.
Ya en Tribu Deportiva analizamos porqué sería buena una asociación entre la marca de las alas y los motoristas campeones del mundo, pero lo cierto es que, si ya era en ese momento una combinación muy interesante, en la actualidad ya se habla de uno de los proyectos más ilusionantes de cara a la revolución de dentro de tres años.
Siendo un equipo cliente de Mercedes, la escudería con sede en Silverstone marcha ahora mismo segunda en el Campeonato de Constructores luego de cinco carreras con un grandísimo rendimiento en todos los circuitos en los que, si no existiese la superioridad de Red Bull, ahora mismo serían líderes de ambas clasificaciones, ya que Fernando Alonso es tercero en el campeonato detrás de los hombres de la escudería de las bebidas energéticas.
Si hay algo primordial en Fórmula 1 para poder triunfar, eso es poder disponer de todos los medios necesarios para desarrollar el monoplaza de manera autónoma. Y eso supone que o fabricas el motor o tienes a un motorista que fabrica y desarrolla la unidad de potencia basándose en las características de tu coche.
Por este motivo, los últimos campeones del mundo han sido Red Bull, cuyos motores son fabricados por Honda especialmente para la escudería austriaca y Mercedes, que construyen sus propios propulsores.
La triste realidad es que Aston Martin es el primer caso en la era híbrida en el que una escudería que paga por los motores a otro equipo está tan delante, por lo que, si teniendo que adaptar el coche a un motor que no es propio van así de bien, con una unidad de potencia sólo para ellos no se sabe a donde podrían llegar.
Viendo todo esto, tanto Honda como Aston Martin finalmente han hecho oficial lo que tanto se rumoreaba y en una conferencia de prensa de la firma de Minato hicieron oficial su compromiso por una duración de cinco temporadas que comenzará en 2026 y finalizará en 2030.
De esta manera ambas partes consiguen lo que querían, los motoristas tienen una buena base para trabajar y los británicos finalmente tienen ese motor propio que tanto anhelaban para escapar de la amplia sombra de Mercedes y poder luchar por los campeonatos del mundo con el que es actualmente el mejor propulsor de la categoría.
Otra duda que surgía era si Honda se mostraría contraria a trabajar con Alonso en caso de que el asturiano continuase compitiendo en el año que comience la unión, ya que debido a la frustrante época de McLaren-Honda, ninguna de las partes acabó en los mejores términos. No obstante, los japoneses alabaron al español y declararon que no habría problema en volver a trabajar con él, argumentando que esta situación no es para nada igual que en 2015. A su vez, declararon que en un futuro les encantaría tener un piloto japonés en el equipo, por lo que quizá veamos a Yuki Tsunoda vestido de verde en el futuro, pero obviamente la última palabra la tendrá Aston Martin.
A partir de ahora, ambos trabajan de cara al futuro juntos, pues todo en la competición puede cambiar en un instante y si ahora decimos que Honda en la actualidad es el mejor motorista, puede que en 2026, en el que cambia la arquitectura de las unidades de potencia deje de tener esa ventaja sobre sus rivales.
Por este motivo, tendrán que esforzarse al máximo para poder derrotar a escuderías como Ferrari, Mercedes, Audi y especialmente Red Bull, que será seguramente el oponente más placentero de derrotar para esta nueva alianza de la escudería verde y la mítica marca nipona debido a la repentina ruptura de la relación con los segundos y por la rivalidad esta temporada con la firma favorita de James Bond.