Ahora sí, volvió el mejor Márquez
Por Mauro García Forti
Este fin de semana al Campeonato del Mundo de Motociclismo le tocaba volver al legendario Circuito de Le Mans para disputar el Gran Premio de Francia. El público estaba vestido con los colores de gala para alentar a sus ídolos, Fabio Quartararo y Johann Zarco, pero también había expectación porque volvía Marc Márquez luego de un mes y medio sin correr.
El de Cervera no pudo estar en Jerez por las molestias de su mano, pero en el circuito francés mostró una versión que hacía tiempo que no veíamos de él. En las prácticas se cayó dos veces, pero el hecho de que Marc tenía la velocidad ya había quedado demostrado.
De esta manera, con una Honda que sigue sin remontar el vuelo, el español se colocó segundo en la clasificación, infiltrándose entre las Ducati y quedándose solamente a cincuenta y ocho milésimas del tiempo de la pole position marcado por Pecco Bagnaia.
En la Sprint luchó contra la superioridad de las Ducati y de la KTM de Brad Binder, obrando maniobras de adelantamiento espectaculares para finalmente llegar en quinta posición a la línea de meta, cosa que tiene mucho mérito al ser la primera experiencia de carrera desde que se cayese en Portugal a finales de marzo.
Pero si hubo un día en el que el ocho veces campeón del mundo brilló, ese fue el domingo. Marc volvía a partir segundo y en la salida se puso líder superando a Bagnaia Luchó nuevamente contra las balas que han resultado ser estas nuevas Ducati y contra las KTM, que han dado un paso adelante muy importante para su futuro.
A pesar de las carencias de la Honda, Márquez se mantuvo en el grupo de cabeza, pero Marco Bezzecchi en una arriesgada maniobra que después fue castigada por los comisarios, entró pasado a una curva y echó fuera de la pista al número “93”, cosa que Jorge Martín aprovechó.
El ritmo de la Ducati del italiano era demasiado para los dos españoles, que comenzaron a luchar por la segunda plaza. Lo que vimos fue un auténtico espectáculo, con ambos devolviéndose los adelantamientos en cada oportunidad que tenían. Pero una cosa estaba clara, si quería rodar en los tiempos del madrileño, el catalán tenía que llevar a su moto al límite para estar a su altura.
Por esta razón, a falta de dos vueltas, Marc entró muy forzado a una curva mientras perseguía a Jorge y se fue al suelo, provocando los lamentos de la grada al ver cómo se iba sin recompensa esa actuación tan destacada.
Bezzecchi sería el ganador, con Martín segundo y Zarco tercero. Pero el protagonista fue la leyenda viva que parece que esta vez ha vuelto en su mejor versión listo para dar espectáculo.
Los regresos anteriores del leridano habían estado llenos de incertidumbre por el estado de su físico luego de las operaciones, especialmente de su hombro. Pero en esta ocasión la ilusión ha regresado tanto en las gradas como en el box de Honda, que ven cómo la paciencia puede que haya dado sus frutos al tener de vuelta a su campeón.
Ahora bien, si quieren volver a optar a algo, la moto debe mejorar, ya que todo no puede recaer en el enorme talento de su piloto. Ahora mismo, la moto japonesa es la peor de todo el paddock y la distancia con fábricas como Ducati o KTM es enorme, pues Joan Mir ha estado sufriendo durante todo el año y en la última carrera, Álex Rins no ha podido luchar en condiciones.
Márquez por fin parece que ha vuelto en una versión parecida a aquella casi imbatible antes de la lesión, ahora es el turno de Honda de volver a las viejas costumbres.