Checo Da Un Golpe De Autoridad En Bakú
Por Mauro García Forti
Abril se ha hecho largo para los fanáticos del motor, las esperas de tres semanas no suelen ser recibidas de buena manera por los fans, pero finalmente la pausa llegó a su fin cuando este extraño fin de semana en Bakú dio comienzo.
Con una sola sesión de entrenamientos libres, los veinte monoplazas salieron desde el primer momento para aprovechar la única hora de práctica para estar listos para un Gran Premio con dos clasificaciones y dos carreras.
Sin ninguna duda, el que más preparado estaba para volar por las calles de la capital de Azerbaiyán fue Charles Leclerc, que con su Ferrari logró por primera vez en todo el año robarle la pole position a los dos Red Bull y de esta manera darle la primera alegría a la casa italiana en lo que llevamos de temporada. El monegasco de esta manera logró su tercera pole position consecutiva en Azerbaiyán.
Pero en carrera el toro sigue siendo superior al caballo y los Red Bull fueron imposibles de batir para el Ferrari en lo que los semáforos se apagaron.
Sin embargo, si alguien ha estado soberbio este fin de semana, ese ha sido Checo Pérez. El ya bautizado como “Rey de las Calles” ha demostrado porqué el Circuito Urbano de Bakú es su pista talismán y no ha tenido rival ni en el Sprint cuando pasó como un avión a Leclerc ni en la carrera cuando mantuvo a raya a un Verstappen que se desesperaba por no poder igualar el ritmo del de Guadalajara y que tuvo que resignarse con el segundo puesto.
Una actuación así era lo que necesitábamos este año, al fin y al cabo, si Red Bull mantiene esta ventaja de rendimiento, la lucha entre compañeros de equipo será un factor clave para tener una campaña 2023 emocionante.
Es sorprendente que a pesar de que el mexicano haya hecho su mejor fin de semana hasta el momento en este 2023, Christian Horner, jefe de equipo de la escudería austriaca, lo llamó “suerte” cuando hablaba con Verstappen por la radio después de ver la bandera de cuadros. Es cierto que el Safety Car favoreció al azteca al dejarlo líder de la carrera, pero si Max hubiese sido superior durante la prueba, este no habría tenido ningún problema en adelantar a su compañero y llevarse otra victoria más.
La jerarquía en la formación de Milton Keynes siempre ha estado clara, Verstappen es el líder y la apuesta clara para ser campeón del mundo y Pérez es el escudero que protege a su compañero y los intereses del equipo. Pero ¿Qué pasa si Sergio mantiene este nivel todo el año? Una situación como la que se vivía en Mercedes entre Hamilton y Rosberg desde 2014 a 2016 sería difícil de gestionar para un equipo acostumbrado a volcarse en un solo piloto para que los lleve a la victoria.
Y esto ya se ve desde la cuarta carrera, donde el mensaje del mexicano “estamos en la lucha” por radio se ve fácilmente que no tiene a todo el equipo como destinatario, sino a sus mecánicos e ingenieros, que son el elemento más fiel que tiene en la estructura.
De esta forma, si Pérez quiere tener alguna opción de derrotar a su compañero la palabra clave será “constancia”, ya que si algo caracteriza a Max Verstappen es que no importa el circuito o las condiciones en las que se compitan, siempre va a ir rápido.
A ambos pilotos les separan seis puntos en el campeonato de pilotos y cada uno acumula dos victorias esta temporada. Para conocer el desempate no habrá que esperar tanto, ya que el GP de Miami tendrá lugar este fin de semana en el Autódromo Internacional de Miami, que rodea el Hard Rock Stadium, sede de los Miami Dolphins.
¿Podrá Checo derrotar a Max una vez más y repetir victoria esta vez fuera de las calles?