Honda no es sólo Márquez
Por Mauro García Forti
El Campeonato del Mundo de Motociclismo aterrizó en Estados Unidos para disputar su tercera prueba en una de las pistas que ya se convertido en uno de los emblemas del calendario, el Circuito de Las Américas de Austin, Texas.
Un escenario fantástico para los amantes de las carreras, con curvas de todo tipo y largas rectas, siendo uno de los pocos trazados del calendario donde se gira en sentido contrario a las agujas del reloj.
El circuito estadounidense siempre fue el patio de recreo de Marc Márquez, un especialista en los circuitos con mayor número de curvas a la izquierda que para este fin de semana no pudo estar al seguir resintiéndose de su lesión. Tampoco estuvo el ganador del año pasado, Enea Bastianini, que no recibió el alta médica luego de su rotura de escápula en la primera carrera en Portugal.
De esta manera, sin estas dos piezas clave, otro de los especialistas de este circuito apareció en el momento en el que menos se lo esperaba.
Álex Rins, que acaba de llegar al LCR Honda, equipo satélite de los japoneses apareció de la nada y demostró tener velocidad para estar luchando por la victoria contra las todopoderosas Ducati, lideradas por el campeón del mundo, Francesco “Pecco” Bagnaia.
El italiano fue el más rápido durante todo el sábado, tanto en la clasificación como en la Sprint, donde ya Rins le dio varios sustos, llegando incluso a ponerse líder en algunos instantes de la prueba.
No obstante, el verdadero espectáculo del español llegó el domingo, donde no paró de presionar a la Ducati número 1 de Bagnaia. La moto italiana no tenía rival en las rectas, pero en lo que las curvas llegaban, la Honda volvía a acercarse peligrosamente. Tan cerca rodaba Álex de Francesco que el turinés al final sucumbió a la presión, cometió un error y se fue al suelo por segunda carrera consecutiva en este año, dejando al catalán solo para ir a por la victoria.
Este triunfo supuso un dulce premio para LCR, que hacia su podio número 100 en la categoría y de paso rompían la racha de 24 carreras seguidas sin que Honda se llevase la victoria desde que Marc Márquez lo hiciera en Misano en 2021.
Sin embargo, para el propio Márquez no debe de ser tan buena noticia este triunfo de su compatriota. Al fin y al cabo, el ocho veces campeón del mundo es la estrella de la casa de las alas doradas, tanto que hasta se suele decir que Honda es más Márquez que la moto, puesto que sólo el de Cervera había ganado con ella en los últimos años.
Luego de ciertas declaraciones negativas acerca de su equipo ante la prensa y en su propio documental debido a la falta de mejoras de la fábrica japonesa, la posición del español en el equipo oficial ya no es tan fuerte como antes, por lo que la renovación podría no ser tan fácil ni tan favorable para los intereses del número 93.
Es un secreto a voces que Marc quiere abandonar a los de Minato luego de diez años compitiendo junto a ellos, donde ha conseguido hasta seis títulos mundiales de MotoGP y cincuenta y nueve victorias. KTM sería su destino ideal, debido a la progresión que está teniendo la marca austriaca en términos de rendimiento. No obstante, la propia formación tiene su cantera y desde la categoría Moto2, Pedro Acosta está acaparando todas las luces para ser el nuevo piloto de la marca con sede en Mattighofen.
Por estos motivos, Márquez podría tener que seguir en Honda en una posición quizá no tan privilegiada como hasta ahora, al fin y al cabo, no hay sitio en otros equipos de fábrica para él.
De esta forma, Álex Rins con una carrera increíble ha logrado algo que no ha conseguido nadie nunca antes, hacer tambalearse la gran influencia de Marc en la atmósfera de Honda.
Seguramente la próxima batalla entre ambos en la pista tendrá un mayor significado, cosa que esperemos que se convierta en una ocasión para que ambos nos den un gran espectáculo.