Checo Pérez prende la mecha en la noche árabe
Por Mauro García Forti
La segunda carrera del año llegó al circuito urbano de Yeda, en Arabia Saudí y otro año más no decepcionó. Hubo cosas que ocurrieron según lo que se esperaba, como que Red Bull volaría en esta pista tan rápida, pero también hubo lugar para las sorpresas.
Aston Martin demostró que lo de Baréin no fue un milagro y en un circuito con características totalmente diferentes los bólidos verdes también fueron los segundos más veloces.
Los entrenamientos libres pasaron con Mercedes y Ferrari tratando de encontrar a sus soluciones y sobre todo en el caso de los italianos de lograr la forma en la que la penalización de diez posiciones de Charles Leclerc por cambio de elementos de su motor no comprometiese demasiado su carrera.
Las pruebas se acabaron y llegó la clasificación. Pasada la Q1, ya la pole se veía venir, Verstappen primero y Pérez segundo a pesar de estar muy cerca del neerlandés.
No obstante, en la Q2 Max provocó un cambio total de los acontecimientos cuando su motor dejó de funcionar, quedando eliminado de la sesión y teniendo que salir el domingo decimoquinto.
Sin Verstappen en la pista, Checo no tenía competencia para la pole position y con una soberbia vuelta, acabó siendo el hombre más rápido del sábado.
Charles Leclerc fue el segundo más rápido, pero su sanción lo llevó a salir decimosegundo, por lo que Alonso completó una primera línea hispanohablante.
El domingo prometía una carrera interesante, Pérez podía conseguir la victoria que se le escapó el año pasado, Verstappen y Leclerc tenían que remontar y Alonso en caso de fallo de los Red Bull podría pescar una nueva victoria.
Los semáforos se apagaron y Fernando Alonso con una arrancada marca de la casa pasó al mexicano, que aprovechando la velocidad de su máquina se pegó al Aston Martin del español y lo acabó pasando en lo que el DRS se pudo activar.
A partir de ahí las cosas por delante se mantuvieron igual, con Alonso siempre a menos de un segundo de Pérez para alejarse del Mercedes de Russell, pues el de Oviedo tenía una penalización de cinco segundos por mal posicionamiento en la caja de salida y tendría que cumplirla en su pit stop.
Por detrás Leclerc y Verstappen ganaban posiciones a marchas forzadas aprovechando la velocidad de sus monoplazas y poco a poco se iban acercando a los puestos de cabeza.
Una vez Charles había parado en los pits, Lance Stroll detuvo su monoplaza en una escapatoria por un fallo mecánico e inexplicablemente, porque estaba ya fuera de la pista, la FIA ordenó salir al Safety Car con Verstappen en cuarta posición ya que todavía no había hecho su detención, lo que fue un golpe de suerte para el campeón.
Los líderes efectuaron su parada y formaron detrás del coche de seguridad. Checo y Verstappen estaban separados solo por dos monoplazas, por lo que nada más se sacó la bandera verde, el mexicano voló para intentar poner tierra de por medio con su compañero, que se había quitado en medio a Russell y a Alonso con veinticinco vueltas para el final y ya sólo le quedaba un objetivo para la victoria.
Cuando se esperaba que el holandés atrapase rápidamente a su compañero porque iba volando rompiendo todos los parciales, Checo comenzó a marcar vueltas rápidas en cada vuelta que pasaba, manteniendo la distancia en cinco segundos.
De esta manera en cada vuelta se iban quitando el uno al otro la vuelta rápida, yendo ambos un segundo más rápido que el resto hasta que Verstappen reportó un problema con un palier cuando ya estaba a cuatro segundos de Pérez.
Checo siguió rompiendo el cronómetro y al pasar las vueltas y llegar a la última, tenía la vuelta rápida y cruzó la línea de meta, consiguiendo la quinta victoria de su carrera deportiva. Sin embargo, Verstappen había enfriado el coche y en la última vuelta le quitó la vuelta rápida y así logrando por un punto mantener el liderato del campeonato.
Red Bull está sufriendo para gestionar el carácter de ambos pilotos, que tanto en Baréin como sobre todo en Arabia Saudí han tenido tensiones con los ingenieros por no querer seguir los tiempos que les marcaban, ya que no siguen sus intereses.
El ejemplo lo tuvimos con Verstappen en esta carrera, ya que ignoró el 33.0 que le pedían y siguió rodando más rápido que eso. Incluso preguntó cuanto era el tiempo de vuelta rápida de Pérez y cuando el equipo le contestó que la vuelta rápida no era importante para ellos, Max dejó zanjado el tema con un seco “para mí sí”.
La mecha de la bomba ya se ha encendido, se sabía que no hay buena relación entre los pilotos, pero la cara de Jos Verstappen cuando Pérez celebraba con los mecánicos en donde ni siquiera saludó al mexicano denota que tampoco hay lugar para la deportividad entre ellos.
Entre esta tormenta a punto de estallar, Alonso lograba su segundo podio con Aston Martin luego de que Aston Martin consiguiese anular una segunda sanción de diez segundos por mala ejecución de la penalización anterior.
Con un punto de diferencia entre ambos pilotos en el campeonato de pilotos, el GP de Australia será una carrera muy importante para resolver la cuestión de la jerarquía en Red Bull, por lo que tendremos un verdadero duelo la próxima semana.