Mercedes W14, la revancha se viste de negro
Por Mauro García Forti
Perder siempre duele, pero cuando ganas tantas veces, una sola derrota nunca se olvida.
Este es el caso de Mercedes, que por primera vez luego de ocho años seguidos les tocará tratar de recuperar el trofeo del Campeonato de Constructores.
La temporada para los ingenieros empezó hace ya muchos meses atrás, cuando vieron que el W13 estaba lejos de sus rivales directos.
Tras mejorar el coche del año pasado hasta el límite establecido para conseguir una buena base para trabajar, los empleados de la fábrica de Brackley se pusieron manos a la obra para recuperar el terreno perdido con Red Bull y Ferrari.
Y si nos remontamos al pasado, podemos confiar en que sean capaces de salvar las distancias con sus rivales y postularse como uno de los claros candidatos al título. Al fin y al cabo, ya hemos visto a la marca de la estrella superar a rivales que a primeras estaban por delante de ellos.
Con este hecho en la mente, Toto Wolff acompañado de George Russell y Lewis Hamilton presentaron el W14, el instrumento de Mercedes para volver a la senda del éxito y levantar su noveno Campeonato de Constructores.
Lo que más destaca del arma de los alemanes es que el plateado desaparece y vuelve el color negro de las temporadas 2020 y 2021. Este hecho fue muy celebrado por muchos fanáticos de la escudería que no estuvieron muy contentos cuando el año pasado volvieron a usar su tradicional color plateado. No obstante, esto no es solamente por la estética, sino que tiene su razón técnica.
La nueva Fórmula 1 pide a los monoplazas bajar de peso y en un contexto donde hasta la pintura pesa, Mercedes ha decidido pintar menos de la mitad del monoplaza, quedando la fibra de carbono expuesta en gran parte del vehículo.
De ahí que se haya decidido cambiar al color negro, para que el contraste de la fibra de carbono con el plateado no sea tan brusco.
Con respecto a lo que podemos ver a primera vista, el concepto de talla cero de los alemanes se mantiene, con unos pontones bajos que son totalmente opuestos a sus rivales directos, un morro más corto y aplanado y un diseño de suelo muy estilizado.
El principal problema de los alemanes fue el famoso “purpoising”, efecto que esta temporada no desaparecerá y que deberán intentar evitar si no quieren caer en el mismo pozo del año pasado.
Será un año de retos para los pilotos también, Lewis Hamilton intentará conseguir la revancha que le fue negada el año pasado contra Max Verstappen y nuevamente buscará el octavo título para convertirse en el más laureado de la historia.
En el otro lado del garaje, la nueva sangre se abre paso con un George Russell que buscará llevarse su primer campeonato mundial luego de haber demostrado una gran consistencia en su primera temporada con las flechas plateadas. Logró la única pole y victoria del equipo el año pasado y también consiguió terminar la temporada por delante de su compañero en la clasificación de pilotos. Ahora le toca dar el salto definitivo y comenzar a luchar por victorias desde el principio del año.
Para lograr sus objetivos, Mercedes no sólo se ha reforzado en su chasis y en su paquete aerodinámico, sino que ya se habla de una mejora de sus motores en su fábrica de Brixton.
Que el motor más fiable de la categoría gane más caballos de potencia no es una buena noticia para los rivales de los hombres de Toto Wolff, que podrían tener una gran ventaja de recursos para los últimos momentos de la temporada.
Desde luego, el monoplaza es intimidante, en la pista en su “filming day” no ha tenido problemas de ningún tipo y los pilotos se han bajado con buenas sensaciones.
Ahora habrá que esperar a los test de pretemporada para ver si realmente en Mercedes están listos para retomar su trono.