De Nike a Adidas pasando por Peloton: el deporte se desinfla en bolsa y se queda sin potencial

Por Raquel Jiménez

Es cierto que el deporte está de moda. Y lo estuvo aún más durante la pandemia, cuando, el confinamiento y las diversas medidas de seguridad marcaron, de forma inevitable, la manera de disfrutar del entretenimiento. Las casas de casi todo el mundo se llenaron de equipamiento deportivo: cintas de correr, mallas y zapatillas deportivas empezaron a ganar espacio en los hogares que atravesaban la cuarentena. Una fiebre deportiva que se materializó en ingresos para las compañías de fitness, pero también en fuertes repuntes de sus acciones en bolsa, para desmoronarse meses más tarde, generando despidos, pérdidas financieras y números rojos en las cotizaciones.

Peloton vale una décima parte que hace dos años

Peloton probablemente sea la compañía que mejor ejemplifica la montaña rusa del deporte en los mercados bursátiles. La cotizada de Wall Street, que comercializa bicicletas estáticas, cintas de correr y remos de interior conectados a Internet que retransmiten clases de fitness en directo y a la carta, debutó en bolsa en septiembre de 2019 -unos meses antes de la irrupción del Covid-, con una valoración de 8.200 millones de dólares, una cifra que llegó a multiplicarse por cinco, hasta 42.000 millones de dólares, durante el confinamiento gracias al boom del home fitness.

En cifras financieras, el ejercicio 2020 fue muy positivo para Peloton: la facturación se duplicó y la compañía redujo sus pérdidas hasta 71,6 millones de euros (mientras que en 2019 perdió 195,6 millones); además, las subscripciones se dispararon. La facturación siguió creciendo en 2021 y volvió a duplicarse, pero, con ella, los números rojos eran cada vez más abultados y los gastos operativos iban al alza, con lo que la empresa tuvo que reducir sus expectativas, poner fin a la fabricación propia para simplificar la cadena de suministro y reducir su cadena de tiendas mientras subían los precios. En 2022 Peloton descarriló, cerrando su último ejercicio fiscal, que va de julio a junio, con unas pérdidas de 2.723 millones de dólares (2.735 millones de euros), lo que supuso multiplicar casi por 16 sus números rojos en solo un año; además, la facturación de Peloton se hundió un 11% hasta 3.582 millones de dólares (3.600 millones de euros).

El auge y caída de las cifras financieras de Peloton se reflejó en el parqué. La acción de la cotizada de Wall Street, que alcanzó sus máximos históricos a cierre en enero de 2021 en 167,42 dólares, llego a caer hasta mínimos de 6,93 dólares, marcados el 30 de septiembre de 2022.

Hoy, los títulos de Peloton, en 16,3 dólares, valen una décima parte que hace dos años.

Nike, Adidas y Puma: los reyes de la moda deportiva también se resienten

Otras compañías que capitalizaron el auge del home fitness y que han tenido problemas para lidiar con la resaca de la fiesta son los reyes de la moda deportiva: Nike, Adidas y Puma.

En cuestión de números financieros, las tres compañías se han visto perjudicadas por el aumento de costes de las materias primas y la logística, y la necesidad de hacer más descuentos para liquidar inventario. En cuanto a las ventas, el principal lastre ha sido el mercado chino. Los problemas en el gigante asiático se arrastran desde 2021, cuando algunas marcas, entre ellas Nike y Adidas, se vieron afectadas por un boicot después de posicionarse en contra de las condiciones de trabajo forzado a las que es sometida la minoría musulmana en Xinjiang; a ello se suma una cada vez mayor preferencia de consumo de marcas locales y el duro impacto de las políticas de Covid Cero.

Las cosas no han sido mucho más fáciles en bolsa para estas tres compañías en los últimos meses. En el caso de Nike, que alcanzó sus máximos históricos en noviembre de 2021 cuando marcó a cierre 177,51 dólares, la firma de equipamiento deportivo se vio duramente penalizada. En concreto, en 2022 los títulos de Nike llegaron a valer de la mitad de sus máximos logrados en septiembre pasado, 83,12 dólares, y cerraron el ejercicio con caídas del 30% en 117 dólares.

Recién estrenado 2023, el valor recupera más de un 9% en el año, tras unos últimos datos de ventas y ganancias presentados a finales de 2022 que alientan la recuperación y demuestran que la firma ha podido controlar su inventario mejor de lo esperado. 

En el caso de Adidas, el valorse ha dejado en el parqué casi un 60% de su valor en 2022, año que empezó en 297,90 euros y cerró en 127,46. 

Pero, sin duda, la gran cifra de Adidas en bolsa la marcó el 4 agosto de 2021, cuando superó los 336 dólares. Hoy su acción vale menos de la mitad de esa cifra: 154,70 euros.

En lo que llevamos de 2023, las acciones de Adidas avanzan un 21% en el acumulado.

Finalmente, las acciones de Puma, que marcaron sus máximos en noviembre de 2021 en 114,70 euros, acciones cayeron más de un 47% el año pasado. En el mes de octubre de 2022, Adidas llegó a cotizar a cierre en 43,85 euros.

Las caídas menos en picada de Skechers

Otra compañía del mercado del calzado estadounidense, Skechers fijaba también sus máximos históricos en 2021, en concreto en el mes de julio, en 54,22 dólares.

Cierto es que el valor de Wall Street también vivió un 2022 a la baja, pero con pérdidas mucho más reducidas que apenas llegaron al 3,5%. Además, en este 2023, Skechers sube cerca de un 18% y cotiza en 49,22 dólares.

2022, Under Armour pierde la mitad de su valor

Por último, Under Armour, el fabricante de productos deportivos fundado en 1996, vivió sus máximos históricos en Wall Street hace 8 años, en concreto, en agosto de 2015, cuando su acción llegó a valer 52,59 dólares.

En 2020, la compañía sufrió una fuerte caída en su cotización, llegando a estar en 7,71 dólares en el mes de mayo, un mínimo que superó en septiembre de 2022 cuando se derrumbó hasta los 6,65 dólares. El año pasado sus acciones perdieron un 52%.

En este primer mes de 2023 Under Armour ha recuperado un 26,6% y cotiza por encima de los 12 dólares.

Y sin visos a subir mucho más este año

Así las cosas, no parece que las compañías ligadas al sector deportivo lo tengan demasiado fácil. Por un lado, la inflación ha hecho que los consumidores no se rasquen demasiado el bolsillo en este tipo de productos frente a los de primera necesidad. A ello hay que añadir las ya comentadas subidas de precios de materias primas y logística, acrecentadas además por disrupciones en la cadena de suministro que no terminan de solventarse.

Con este escenario, el consenso de las casas de análisis que recoge Reuters no es demasiado generoso y no ve recorrido en la gran mayoría de estos valores a medio plazo.

De hecho, sólo Puma y Skechers cuentan con potencial alcista para los próximos doce meses, del 10,7 y del 7,5%, respectivamente.

Fuente: www.estrategiasdeinversión.com

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