Free Rider: una de las películas del año

Por As Acción

Algunos dicen que para conocer tu verdadero valor como freerider, para convertirte en alguien auténtico, tienes que esquiar las “spines” o aristas verticales de Alaska. Se requieren décadas de experiencia para dominar la habilidad de manejar la tabla de snowboard o los esquís en líneas amplias, leer la nieve y calcular cuidadosamente el riesgo frente a la recompensa para acabar vivo y entre los pocos mortales considerados héroes.

Sam Anthamatten y a Victor de Le Rue podemos ya considerarlos en esta clasificación. Sam ha pasado su vida viajando por el mundo y logrando hazañas inimaginables en deportes de nieve y en alpinismo, aprendiendo en profundidad los conocimientos necesarios para mantenerse a salvo y siempre hollar la cima o llegar de una pieza al valle más profundo.

Víctor ha hecho una carrera a partir de impresionantes aventuras en las grandes montañas, dominando la nieve polvo para experimentar como ningún otro sus secretos. Juntos, su amistad de larga duración ha resultado en algunas de las expediciones más increíbles, creando experiencias que han cambiado la vida de ambos.

‘Free Rider’ no es diferente. Es una idea nacida de un desafío de gente que solo sueña a lo grande. La pareja se dispuso a reclamar las primeras líneas en las aristas verticales imbatibles en un rincón remoto del mundo. Al elegir un rincón tan distante de Alaska, su objetivo requería un conjunto específico de condiciones meteorológicas, con fuertes nevadas y humedad adecuada para poder descender por las “spines” y, a su vez, días de sol resplandeciente para remontar en helicóptero. Después de meses de exploración y reconocimiento, se estableció el destino y se marcaron las líneas a descender.

Durante la aventura, se centraron en el “powder” (nieve polvo) y en los descensos a través de la forma más pura de exploración. Ambos consiguieron deslizar tanto sobre la nieve como sobre su verdadero yo. Línea tras línea y coronándose reyes de las bajadas más radicales.

Y al final de la aventura, mientras se preparan para marcharse, recordando sus vidas a retomar y las familias fuera de la burbuja de Alaska, no se aprecia nada más que una gran alegría por los logros conseguidos y a su vez esas sensaciones únicas que se llevan a casa.

Sinceramente, ‘Free Rider’ es la historia de dos amigos que ingresan a su universo alternativo donde nada importa más que la nieve y las líneas que permite. Contado desde un punto de vista tan honesto como divertido. Como prueba, un botón: la escena inicial lavándose los dientes, mirando la montaña, con una voz en off haciendo un discurso sobre “el verdadero free rider” que empieza así: “Un hecho interesante sobre los free riders es que el único momento en el que parece inteligentes es cuando se lavan los dientes”.

Foto: Christoph Thorensen

Fuente: www.as.com

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