Stacy Peralta: “Gerry Lopez es yoga en la tierra y tiburón tigre en el agua”
Por As Acción
Ya está disponible online "The Yin and Yang of Gerry Lopez", la película documental que repasa la vida de una leyenda del surf producida por Patagonia. Hemos hablado con su director, el respetadísimo Stacy Peralta, para conocer un poco más sobre el proceso y sobre el personaje.
Eras skateboarder profesional antes de pasar al cine y la televisión. ¿Cómo fue esa transición?
De casualidad. Durante la década de 1980 había formado el equipo de skateboard más competitivo e innovador de todos los tiempos, un equipo llamado Bones Brigade. Teníamos que mostrar al mundo lo buenos que eran estos skaters, así que decidimos que necesitábamos una película de una hora que pudiera verse en los reproductores VHS de las casas de los skaters. La tarea de hacer esa película recayó en mí.
¿Cómo influyó tu pasado en el skateboarding en tu forma de abordar el cine y la televisión?
El skate te enseña a lidiar con obstáculos constantes, puntos muertos, reveses y fracasos. Como resultado, aprendes a ser muy versátil y flexible, y todo esto es lo mismo que encuentras en el rodaje de películas. En todas partes hay obstáculos.
Siempre has tenido cierta conexión con la cultura del surf. ¿En qué se diferencia el surf del skate y qué unifica ambas subculturas?
En un principio quise ser surfista profesional y esa fue la dirección que tomé, hasta que se inventó la rueda de uretano, que fue cuando cambié de plan. Tanto el surf como el skateboard eran y siguen siendo culturas proscritas que la mayoría de la sociedad observa desde la distancia. Ambos atraen a marginados que buscan un lugar en el que crearse su propia identidad. Y ambos (el surf y el skateboard) ofrecen un estilo de vida y una forma de vivir característicos.
«The Yin and Yang of Gerry Lopez» cuenta una historia extensa y detallada. ¿Cómo abordaste este proyecto cinematográfico y cuál era tu enfoque?
Al principio lo hice como con todas las películas que he rodado, haciendo infinidad de preguntas y escuchando. Hacía preguntas sobre Gerry tanto a él mismo como a cualquiera que me pudiera contestar. Pregunté y pregunté, y escuché hasta que comencé a tener una idea de lo que era más importante a lo largo de su vida. El rodaje de películas consiste en una escucha detenida, una observación meticulosa y una atención constante al sujeto que estás documentando. Es fundamentalmente olvidarme de mí mismo para convertirme en el vehículo que transmita la historia, y esa gestación lleva su tiempo.
¿Qué es lo que más te interesó de la historia de Gerry para plasmar en este proyecto?
Su naturaleza dual. Su tranquila postura de yoga en la tierra y su mentalidad de tiburón tigre y macho alfa en el agua. Cómo lucha para vivir con esa dualidad, así como su incesante empeño por practicar todo tipo de surf a lo largo de su vida.
En la película se ven muchas imágenes de archivo. ¿Cómo encaraste la selección de esas escenas y cuáles fueron tus partes favoritas?
Buscando hasta debajo de las piedras. Con películas como esta, quieres sorprender a tu público, y una de las formas de hacerlo es buscando fotos y grabaciones inéditas. Encontrar el contenido lleva mucho tiempo y tuve que hacer millones de llamadas telefónicas, pero al final, valió la pena.
¿Cuáles fueron los momentos culminantes del rodaje de esta película?
Observar cómo Gerry aprendía surf foil y kitesurf me hizo darme cuenta de que no todo es fácil para él, que tiene dificultades como todos nosotros y que pasa mucho tiempo siendo un «kook», al igual que el resto de los mortales cuando aprendemos algo nuevo. Verle hacer algo que no le salía bien le humanizaba ante mis ojos.
Has creado algunas de las películas más influyentes del skateboarding. ¿De qué proyectos estás más orgulloso en tus 30-40 años de carrera cinematográfica?
Nunca creí que mi vida terminaría dando tal giro ni que tendría las oportunidades que he tenido. Mi ilusión es haber aportado y devuelto lo que se me ha concedido, porque he sido el beneficiario de muchas y fantásticas oportunidades. Compaginar ser deportista por un lado y observador por el otro ha sido un proceso atípico.
Foto: Jeff Divine
Fuente: www.as.com